Las cuatro paredes de mi habitación lucen demasiado pequeñas cuando no hay nada que hacer. Y aunque esté acompañada —por mi madre—parece que estoy completamente sola en todo el mundo. Hoy es de esas veces que me siento así, de esas veces que el tiempo fluye muy lento. Y aunque tengo muchas cosas con las que puedo llegar a entretenerme, no logro hacer con mi vida algo positivo. Y posiblemente en un día aburrido consiga ponerme de mal ánimo, muy triste, con canciones de artistas como Ed Sheeran, little mix o ha*ash. Cada segundo, cada minuto, el tiempo parece... simplemente detenerse. Creo que llamaré a Brooke para hacer algo con nuestras vidas, supongo que está en la misma situación que en la que yo me encuentro. Admito, lo que lleva del día he estado pensando en Evan, pero pensar en él las veinticuatro horas los siete días de la semana no me va a llevar a nada bueno. Me imagino en un manicomio diciendo su nombre una infinidad de veces. Quiero algo de distracción. Pensar en otras cosas. Esperen, recordé cuando este chico tan lindo me dijo "te quiero" aquel día que fui a jugar vídeo juegos con él. Claro, no fue hace mucho, por eso está muy presente en mí. Pero esa sensación, ese placer, de sentir que alguien me quiere y me lo demuestra es indefinible. Probablemente crean que es muy pronto, pero ya ganó mi corazón, y me ha demostrado que le intereso —con acciones— . Aunque me desilusiona no ver iniciativa en él a querer dar un siguiente paso. ¿O es que soy muy boba?. Bueno, creo que no hace mal pensar en él. Pensar en esa sonrisa que dispara justo en el pecho y me hace morir lentamente, pero de amor. Me encanta. En verdad me gustaría demostrarle que lo quiero, pero no me salen las palabras. Ruego por que no piense lo contrario a consecuencia de no mostrar lo que siento. O ¿acaso será por eso que no veo su iniciativa?. Ash, me confunde.
En definitiva y desgraciadamente me volveré loca si en este momento no hago nada para mi salud. Tomo mi teléfono para llamarle a la chica de melena rizada—Brooke— la chica loca, que por cierto, me lo ha dicho muchísimas que así está, y no he hecho nada por ayudarla. Pero esa locura es la que me hace reír, mejor dejo las cosas como están. En cuanto suena el segundo tono de llamada descuelga el teléfono y menciona lo aburrida que está; compartimos ánimos, así que, la invité a mi casa, bueno... la de mi madre. obviamente aceptó, ¿quién le diría que no a este ser tan divino?.
El clima aquí casi siempre es frío, pero hoy, parece que quiere llover y la temperatura se siente más baja de lo normal. A todo esto, este clima es uno de mis favoritos, pero no demasiado helado porque seguramente me moriría de hipotermia en menos de cinco minutos. Soy demasiado friolenta. Pero, odio el calor. I'm so rare. Cuando miro por la ventana, observo los hermosos colores que me brinda el cielo. Perfectos para sentirse como en una película. Le llamaría... "la hora mágica", como se refieren a él en una de mis películas favoritas cuando se distorsiona en distintos tonos. No lo sé, tengo una conexión rara con el cielo, siempre que miro a su dirección me pierdo entre las nubes, o las estrellas. Es misterioso. Al hacerlo siempre me pregunto qué habrá más allá de esas simples nubes formando figuras a la imaginación de los demás. Y me da un poco de curiosidad y miedo a la vez compartir mis pensamientos con alguien. La primera, para saber si alguien más piensa igual que yo, y la segunda, al contrario de la otra, que me juzguen. Me quedo unos minutos sentada a lado de la ventana del balcón de mi habitación, mirando hacía arriba, contemplando el movimiento de la atmósfera. Estaba a punto de cerrar los ojos para caer en modo apagado cuando mi madre toca a la puerta. Me informa que Brooke ha llegado, lo cual le respondo que la haga pasar.
Mi amiga de ojos verdes se adentra con una sonrisa de oreja a oreja. Me sorprende, no entiendo cómo siempre tiene una sonrisa para demostrar, eso quisiera aprender de ella, sonreír sin importar qué, además, es muy expresiva.
—Hay que ver películas, ¿cuál te gustaría?, o, ¿qué podemos hacer?—. Me levanto del lugar en donde estaba.
—Estoy muy bien, gracias. ¿Dónde están tus modales que no aprendiste ni a saludar?. Salúdame idiota.
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INTO YOU
Teen FictionSu nombre es Charlotte Russo. Una chica que tenía una vida feliz. Pero -para su desgracia- se vio en la necesidad de mudarse a Los Ángeles junto con su madre. Para ella es trágico, pues tiene que empezar desde cero: hacer nuevos amigos, acoplarse a...