Mi hermoso Ángel

26

Todo cambiaba, todo se transformaba, nada era igual a antes... Eso lo sabían, ella podía notarlo.

En la penumbra de un calabozo, iluminado solo por la luz de una pequeña vela, la cual, parecía que en cualquier momento desaparecería debido a una suave brisa, que traspasa los barrotes de la celda

Allí mismo se encontraba, herida y sola; iluminada por esa pequeña llama, y tomando lo que era parte de aquella carta que deseó enviar desde un principio.

El resto del papel le había sido arrebatado, pero ella hizo todo lo que pudo y más para quedarse con el escrito. Se aferró cómo pudo a esa hoja. Más lo único que pudo obtener, fué el final de la misma.

Desde que te conocí te amé y creo que fué lo más hermoso que pude tener aquí. Gracias por todo Zamasu

Zamasu... El nombre de un joven el cuál no podría decirle lo que ella sentía. Lo que ella necesitaba decirle...

Porque para esa joven, su vida no era la anhelada.
Sin previo aviso fué elegida para algo que no deseó jamás. Tener que casarse y sin que ese alguien fuera a quién ella ahora amaba, eso era cruel y doloroso.

Aún más, para cumplir un presagio, una profesia para que su gente fuera liberada.

A ella no le importaba, no deseaba el tener que ser ese salvoconducto de los demás. Podría decirse que era egoísta su forma de pensar, pero, en realidad era lo que más quería. Ya que ella vió cómo eran los tratos que se recibían dentro de ese palacio.

—Lo si-siento tanto Z-Zamasu...— Veía ese pedacito de papel en sus manos y pensaba en lo tonta que había sido en confiar algo tan importante y con tanto significado a una de sus hermanas, quién, no hizo caso a su petición y leyó el contenido. Enterándose de los sentimientos de quién era la elegida a ser prometida.

Y lo demás, fué revelado a Ágatha, quién obviamente y en menos de un parpadeo, castigó a la jovencita.

— ¿Esto... Fué lo que te sucedió?— Entre la oscuridad y el silencio de la noche y del mismo calabozo, cómo la luz de esa pequeña vela, la voz de su hijo se hizo notar. Dejando que la actual Rigel volviera en sí.

— Sí, eso sucedió...—Recordó cómo había sido castigada y llevada casi sin fuerzas a ese horrible lugar...— Desearía que no tuvieras que ver esto, lo siento...

— No te disculpes... tal vez era lo que tenía que ver, aunque todavía siento esa rabia corriendo por mis venas — Zaiko comenzaba a comprender cómo era el mundo, la malicia de las personas, porque quienes tienen poder no dudan usarlo contra los débiles, persiguiendo solo premoniciones que jamás se cumplirían, creencias falsas que no llevarían a ningún lugar. — Odio esto...— Con sus puños exclamó, casi en voz baja, procurando que su ira no lo absorviera.

Un pequeño suspiro se escuchó cercano a él, con su paciencia, decidió acortar la distancia y tomar una de sus manos, ya que Zaiko parecía perdido en la escena frente a él. — Se que es difícil ver algo así... Más lo fué para mí el sufrirlo, pero no todo es malo, verás... Creo que sí no fuera por eso... Yo... no podría estar cerca de Zamasu

—¿A qué te refieres? — Justo cuando preguntó aquello, su mirada gris observó el rostro de la mujer frente a él, notando así una pequeña sonrisa de esperanza...

Y fué en ese momento que murmullos comenzaban a escucharse, haciendo eco en ese lugar tan oscuro y lejano, notandose de a poco como la escena, los colores e inclusive el lugar comenzaba a cambiar de nuevo. Mostrándose lo que era a sus ojos la clave para entender lo que su madre se refería, dejando ver esos recuerdos que eran importantes para ella y que ahora marcaron su vida junto al aprendiz.

— Ahora sabrás porque fui elegida... Y porque estoy junto a tú padre. — Su mirada se hayaba fija hacía el frente, mostrando desición en sus palabras y porque no... esperanza en su elección.

Delante de ellos podía verse como todo lo anterior era borrado y transformado en algo nuevo, un salón amplio y deshabitado, no había nadie en ese lugar y ambos podían notarlo. Pero lo que más llamaba su atención, a pesar del decorado con ciertas guirnaldas, luces flotantes y lo que parecía mesas dispuestas en varios lugares; era una vasija enorme colocada sobre un pequeño altar el cuál parecía custodiar en su interior algo importante.

— Aquí fue... donde todo comenzó...

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ALÓ, ¿HAY ALGUIEN AQUÍ? :V

Sip, me tardé una banda en actualizar está cosa, aunque ya sé, no es la cantidad de palabras o largo que escribo. Pero... si dejaba pasar el tiempo, ustedes tal vez se hartarían xdxd

¡Como sea! De todas formas quería actualizar y mantenerme en comunication con ustedes.

Ésta última parte del año va a ser bastante dura para mí, estoy rindiendo unas materias y haciendo algunas cosas para superarme y mejorar.

POR ESO MISMO TENGAN PACIENCIA :"V

Prometo darles todo mi loff cuando termime ❤❤❤❤

Les adoro muuucho❤❤

Shadow Meyer~