KIRSTEN
Buscamos las maneras de encontrar nuestra aula por nuestra cuenta, pues se notaba que aqui nadie nos ayudaría, y despues de un largo tiempo, logramos entrar.
No le presté atencion a la mayor parte de la clase, tan solo a las miradas y los murmullos que nos recibieron cuando nos toco presentarnos ante la clase.
Todo esto que estaba dando él profesor ya lo habia visto en Nueva York así que podia asegurar que iba a aprobar él examen, me sentia bien al pensar en aprobar, no lo hacia para que mi madre me prestara mas atención ni para ser la favorita. Lo hacia por mi y por mi futuro.
A mitad de la clase me dediqué a observar por la ventana, que daba justo al parque de primaria. Habían varios niños jugando y entre ellos, me fije en un niño pelinegro, sonreí al reconocerlo como Percy.
El se acercó a un niño grandullón y le tocó la espalda, le dijo algo e inmediatamente él niño comenzó a reir como si le hubiese contado él mejor chiste del universo. Segundos después, el niño empujó a Percy haciendo que este cayera al suelo de un golpe.
Todos los niños hicieron un circulo alrededor de mi hermano y lo perdi de vista. Mis sensores de hermanos mayores se activaron y mis puños se cerraron al ver como otro niño flacucho comenzó a golpearlo y darle patadas.
Me levanté de un salto de mi asineto llamando la atención de todo él aula.
— ¿Kirsten? Sientate...—murmuró Adara, pero yo la ignoré y me encamine hasta la puerta del salon.
— Señorita Thyssen, sera mejor que vuelva a su lugar si no quiere visitar al direc...—le cerré la puerta al profesor en la cara.
En ese momento no me importó si habia dejado mi mochila dentro del salon, o que quizás cuando vuelva a tener clases con ese hombro, lo mas seguro es que me manden a direccion. No me importaba, solo quería ayudar a mi hermano menor.
Fui trotando hasta él parque de primaria y con cada paso que daba podia escuchar cono los niños entonaban una cancion:
<<Al que nadie quiere, Percy>>
<<Del que todos de olvidan, Percy>>
Me acerque al tumulto de niños y empuje a unos cuanto para llegar al núcleo del círculo, en donde mi hermano estaba tirado en el suelo. Lo alce en mis brazos como un bebé.
— Muy bien, pedazo de inútiles —hablé mientras rechinaba mis dientes—. Será mejor que se vayan, grupo de mocosos, si no quieren ir al hospital hoy mismo. Y les advierto, si se les vuelve a pasar por la cabeza meterse con Percy Thyssen, se las verán conmigo antes de que siquiera le hechen un vistazo. ¿Quedó claro?
Y en menos de cinco segundos, el grupo de niños se disperso. Con una servilleta que tenia en mi bolsillo trasero, le limpié un poco de la sangre que caía del labio de Percy. Tenía un ojo morado.
— ¿Quieres ir a la enfermería? —pregunte dudando entre que hacer.
— ¿Tienes dinero? —asentí confundida —. Entonces mejor vayamos a comprar un helado. Escuche por alli que los helado cura las penas.
Solté una carcajada y lo ayudé a que se pusiera de pie. Confiaba en que Adara recogiera mi mochila, y si no era asi, no me importaba. Lo mas importante ahora era el bienestar de Percy.
ALENA
En lo que restó del dia no vi a Kirsten, ni siquiera en las clases que compartíamos. Me sorprendió que al final de la jornada escolar me encontrara a Adara con el bolso de Kirsten colgado en uno de sus hombros. Me acerqué hasta ella.
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Las hermanas Thyssen
Teen FictionNo sabía cómo sentirme en ese momento. No era la mejor sensación del mundo ver como tus hijas eran interrogadas por un oficial. Sentía furia, rabia, y ganas de vengarme ante aquellas personas que había dañado a mis hijas. Ellas habían sido un blanco...