Capítulo 8

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ALENA

Me subí al auto si decir una palabra. Había un silencio absoluto exceptuando las veces en que mi padre decía un chiste para romper el hielo, y yo me reía, para seguirle la corriente y que no se sintiera mal, pues sus chistes eran malísimos.

Percy estuvo muy callado y casi no decía nada. Lo cual no era muy propio en el, pues siempre soltaba por lo menos una carcajada. Pero en todo el viaje, no vi ni un asentimiento de sus labios. Se mantuvo recto, tanto así que me llegó  a recordar a Adara.

Natasha estaba de mal humor, pensando en el hecho de que papá no permitió que Leah viniera y en cambio, me trajeron a mi. Yo no me sentía muy bien aquí, pues solo estaba en este lugar porque según mis padres, soy un caso perdido.

Luego de media hora de viaje, llegamos finalmente a un restaurante lujoso, de dos pisos. Si tuviera que elegir dos palabra para describirlo serían, elegancia y clase.

Estaba pintado de un color crema, combinado con el blanco. La mayor parte de las ventanas estaban cubiertas por grandes ventanales que daban vista al lujoso interior del restaurante.

Era el restaurante más conocido en la ciudad, tal vez porque tenía la mejor calidad tanto en comida, entretenimiento y atención al cliente. En especial por el hecho de que era propiedad de los encantadores O'Connor, o eso había escuchado decir a mi padres.

Los O'Connor eran además de empresarios, dueños de varios hoteles, restaurantes, centros de entretenimiento y otros establecimientos comerciales. De esa familia no conocía mucho excepto que eran buenos amigos de mi papá, y que su hijo, era muy guapo. Pero nada más.

Cruzamos todos las puertas de cristal, y para mi sorpresa el lugar estaba vacío. En serio, ¿habían cerrado el restaurante solo para esa reunión? Qué exagerados. Debería aprender a acostumbrarme a este mundo de lujos.

Un camarero, quien llevaba en una mano una libreta, un lapicero, y en la otra, varias cartas del menú, nos indicó donde se encontraban los O'Connor.

— Subiendo por las escaleras a la derecha, en la terraza.

¿Una terraza? Pensé que sería privado. Pero, ¿desde cuando en este mundo de escarchitas uno piensa lo que en realidad es?

A pesar de no haber nadie en el lugar,  todo se encontraba sumamente limpio y acomodado, y estaba ambientado por una música clásica.

Al subir las escaleras, a lo lejos, a través de la ventana pudimos observar a una familia conversando animadamente. Eran los O'Connor, y se notaban felices compartiendo entre sí.

Al llegar a su lado, el primero en hacer acto de presencia fue mi padre, quien saludó animadamente a Phillip. Ambos mayores vestían trajes de gala.

Seguidamente, mi madre y Katherine  se dieron un típico beso de saludo entre mujeres. La pequeña April, quien lucía un lindo vestido de color aguamarina, saludo alegremente a los mayores, próximamente a mi, recordando la última vez que nós vimos y diciendo que le había gustado mi pijama de Minnie Mouse. Y por último, a Percy.

Katherine me saludó con mucho cariño. Desde lejos, se notaba que ella era una persona muy amable y comprensiva, y por un momento pensé en tener una madre como ella.

Y por último, me tocó saludar a Shawn. El chico vestía un pantalón negro a juego con sus zapatos. Una camisa de botones blanca adornada, que se adaptaba a su trabajado cuerpo, con una corbata azul y su cabello despeinado. Tenía que admitirlo, el chico era guapo.

¿Que decía? Bastante guapo.

Y una sonrisa en su rostro, una sonrisa que se dibujó en él en cuanto me vio. Se acercó a mi.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2018 ⏰

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