Capítulo 3.

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—Definitivamente eso fue más candente de lo que esperaba —comenta James en tono burlón, mientras obliga a West a tomar asiento jalando su camisa. 

West esboza una sonrisa amplia, sentándose en posición relajada y con ese rostro que dice "soy todo un campeón".  

—Por favor, es Cassie. Probablemente jamás ha besado a alguien en su vida —se echa a reír con arrogancia—. Alguien debía enseñarle cómo se hace. 

Imbécil, imbécil, imbécil. 

La sangre comienza a hervir dentro de mí, y pueden calcular qué tan enojada estaba si les digo que jamás había tenido esta sensación tan fuerte con Sophie Smith. 

No podía creer que yo iba a catalogar ese beso como uno de los mejores que había tenido en mi vida, y sabía que era solo un juego, ¡pero vamos!, él era mi mejor amigo, y no tenía ningún derecho a humillarme de esa manera. 

Él sabía que no era mi primer beso, pero al fin y al cabo era West Stevens, le importaba mucho más su reputación de rompe corazones que su mejor amiga. 

Sin embargo, no podía dejar que todos se burlaran de mí de esa forma. Si había aprendido algo en Australia era a divertirme de manera extrema, y eso iba a hacer. 

Esta vez soy yo quien toma la botella y la gira con rapidez. En el proceso,  arrebato la botella de alcohol del regazo del anfitrión de la fiesta y sin dudarlo doy un largo trago. 

James me mira completamente divertido, nada acostumbrado a mi actitud de "nada me importa". 

Me sentía libre, como si por fin estuviese viviendo la vida de adolescente que tanto mostraban en las películas. Seguramente era por el alcohol, pero sentía que podía hacer cualquier cosa que quisiera. Estaba tan ebria que no sabía lo que hacía, pero no me importaba. 

Iba a vivir la vida al máximo. 

Mi plan consistía en detener la botella justo cuando ésta nos apuntara a mí y a Connor McCallister. Con lo que no contaba, era que mis cálculos serían totalmente erróneos y la botella quedaría justo en medio de Hunter y Connor. 

—La botella quedó justo en medio —comenta James fingiendo lástima, pero a la vez irguiéndose en su asiento con emoción—. Como anfitrión, opino que lo justo sería que beses a ambos chicos.  

Aún estando tan ebria y drogada como presúntamente estaba, la idea de besar a mi otro mejor amigo no me parecía del todo excelente, pero si quería demostrar mi punto no podía echarme para atrás. 

Me pongo de pie decidida y me acerco a Connor, quien me sonríe de manera sexy y se acerca a mí. De reojo pude ver como Hunter también se ponía de pie y se acercaba a mí de manera decidida, sonriendo de forma traviesa.

—Esto será realmente épico, bebé. 

Justo antes de que Connor haga el primer movimiento, le echo una mirada a West, quien se encuentra en su lugar, observándome con las cejas fruncidas, como si estuviese a punto de hacer algo. 

El posible amor de mi vida no duda ni un segundo e introduce su lengua en mi boca, casi hasta el punto de que llegue a mi garganta y muera ahogada. Para mi sorpresa, el beso no es nada de lo que había imaginado. 

No sentía nada de nada.

Era obvio que el chico sabía besar, pero no lograba concentrarme debido a que las palabras de West se repetían una y otra vez en mi cabeza. 

Así fue hasta que Connor comenzó a deslizar sus manos hasta que llegaron a mi trasero, pero no duraron mucho tiempo allí ya que Hunter las quitó violentamente, posicionando las suyas en mi cintura. 

Being a Girl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora