Being a Girl.

Capítulo 10.

  —Debe ser una jodida broma.  —comenté en voz alta, llamando la atención de la mayoría de personas en el gimnasio, y causando que Avery ponga una mueca que pagaría por ver más seguido. 

—Como decía antes de que la estú... Cassie me interrumpiera  —Avery volvió a hablar a través del micrófono. —Al ser este nuestro último año, espero que todos asistan al baile de bienvenida. Les puedo asegurar que estará increíble, después de todo lo organicé yo. 

Bueno, Avery, yo puedo asegurar que no fui la única que rodó los ojos ante tu egocéntrico comentario. 

Una vez termina de parlotear acerca del estúpido baile, todos se ponen de pie y comienzan a bajar las escaleras para salir del gimnasio, pero entonces la voz chillona vuelve a interrumpir. 

—Chicas, si un chico no las invita no se sientan mal, son feas, pero no hay nada que el maquillaje no pueda arreglar.  —sonrió de manera hipócrita y se gira. 

—¿Acaso no sabe que los chicos solo la invitan para acostarse con ella?  —le pregunté a Will  —Dios, eso es no tener dignidad. 

Y de pronto, todos en el gimnasio se callan, y por el eco del lugar mis palabras se escuchan por todo el lugar. 

—Cass...  —la voz de Will comienza a sonar nerviosa en cuanto Avery comenzó a acercarse a mí con largas zancadas. Debo aceptar que una caída desde sus tacones de cincuenta centímetros podría ser mortal... Y me gustaría verla. 

—Repite lo que dijiste  —amenazó con la mandíbula apretada, y su rostro a unos cuantos centímetros del mío. 

Me crucé de brazos y la veo con una ceja alzada. ¿De verdad creía que me intimidaba? 

—A parte de bruta, sorda...  —suspiré con cansancio, para luego centrar mi mirada  en la rubia.  —Dije que todos los chicos te invitan porque eres una fácil, y el precio de salir contigo es que te acuestes con ellos. ¿Lo escuchaste o quieres que te lo repita? 

—Tú solo lo dices porque nadie querría salir con alguien como tú, eres fea, querida, y si al menos no atraes por tu físico deberías tener una encantadora personalidad, pero eres como un mono salvaje que solo siente envidia.  —sus palabras salieron tan naturales de su boca que debí aceptar que una parte de mí se sintió humillada, y un nudo en mi garganta no tardó en aparecer. 

¿Por qué estaba así por una estupidez? 

En cuanto estiré mi mano para darle una cachetada, Hunter se abrió paso entre la gente. 

—De hecho  —dijo, llegando junto a Avery y mirándola fijamente, con una gran sonrisa en el rostro —Esperaba poder invitar a la chica con la personalidad más encantadora y el físico más impresionante que he visto en mi vida... 

Avery sonrió y me da una mirada de superioridad cargada de emoción. ¡Hunter Whitmore está invitándola al baile, qué emoción! 

¿Por qué seguía observando como mi mejor amigo se sumaba a la perra y me humillaban frente a toda la escuela? 

—¡Sí, sí y mil veces sí! —chilló la rubia lanzándose a los brazos de Hunter. —¡Claro que quiero ser tu pareja para el baile!

Él la separó sin delicadeza, mirándola confundido. 

—Espera, ¿qué? —mi amigo rió incrédulo —¿Tú creíste que...? ¡Diablos, no! Dije la chica más linda y encantadora, no la más perra y fácil. 

Él se separó de Avery para caminar hacia mí, ignorando todas las expresiones de sorpresa de la multitud. 

Se arrodilló frente a mí y me tendió un gran anillo de dulce, esperando que lo acepte.