capítulo 5: Resultados.

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"Después de una semana..."

- solo termino esto y podré irme de aquí - susurré mirando la hora de mi celular y a los segundos lo guardo en el bolsillo del pantalón para evitarme problemas. Pude notar que algunas latas quedaron fuera de lugar de una repisa del Pasillo donde están los refrescos, después de varios intentos fallidos suspiro cansada al no poder alcanzar aquella repisa, observo a ambos lados para asegurarme de que nadie me vea.

Si, estoy en el trabajo tratando de ser paciente ya que faltan algunos minutos para que acabe mi turno y debido a ello no se me permite traer puesto mi suéter y mucho menos ponerme la capucha, pues generaría desconfianza hacia los clientes... Y veánme aquí, con mi rostro de pocos amigos.

Doy un gran salto para tocar con un solo dedo la lata, suelto un bufido al no poder alcanzar una simple lata, pateó el suelo con la punta de mi zapato frunciendo las cejas.

- bah... Nadie lo notará - dije dándome la vuelta para comenzar a caminar guardando ambas manos en los bolsillos del pantalón un poco enojada por mi estatura.

- no puedo creer que en este super mercado acomoden de muy mala manera los refrescos - escuché decir a mis espaldas haciendo que en un instante girara para ver al responsable de aquél comentario con el ceño fruncido, nuevamente suelto un bufido para después cruzarme de brazos caminando hacia él, ¿es en serio?.

- ¿algún problema? - pregunté mirándolo de forma desafiante.

- si, no sé si te has dado cuenta pero tú trabajo, ¿no consiste en esto? - señaló los refrescos que están mal acomodados aquél chico de cabellos morados mirándome con una ceja alzada intensificando su mirada violácea que por debajo de ellas se encuentran unas notables ojeras.

- hiba por una escalera para ayudarme a subir ya que mi estatura no me permite dar para más - mentí de forma natural y a la vez con una sonrisa falsa, esto de las mentiras se me da muy bien en algunas ocasiones. Después de terminar la última palabra quedé completamente inmóvil, sin hacer ningún gesto de mi parte, pareciera como si estuviera manipulada por este chico, trato de safarme pero es imposible, no puedo moverme, ¿que rayos está pasando aquí?, ¡muévete saco de órganos!, maldición, ¡haz algo!, desesperada no logro hacer alguna expresión en mi rostro o mover siquiera los ojos, nada.

- no es necesario mentir - habló el chico de cabellos alborotado - estaba más que claro que las dejarías así... - suspiró viendome con expresión seria pero yo aseguraba que había más que seriedad... Curiosidad sería la palabra perfecta para describir ese brillo diferente en su mirada violácea. Cerró sus ojos con pesadez y al abrirlos devolvió la movilidad total de mi cuerpo - lo siento - se disculpó seguido de acomodar las latas de refresco en forma más presentable - solo tenías que pedir un poco de ayuda, nadie te juzgaría - giró sobre sus talones caminando lentamente, sacudo repetidas veces mi cabeza procesando lo que acaba de suceder.

- gracias - murmuré por lo bajo rodando los ojos.

- por nada - me miró por encima de sus hombros para después irse a otro pasillo desapareciendo de mi campo de visión.

Estando dentro de la sala de empleados me dispongo a cambiarme de vestimenta a una ropa más sencilla y cómoda, camino hasta los casilleros para buscar la ropa que me pondré, en mi casillero correspondiente saco un pantalón de mezclilla, una blusa blanca manga corta y por último mi hermoso suéter acompañado con su capucha, comienzo a desvestirme en silencio, "por fin, paz interior" pensé, de nueva cuenta suspiro al escuchar las voces de las demás personas fuera de esta cuarto haciendo que en este me sienta más tranquila, el sonido de la puerta abrirse hizo que en un rápido movimiento deslizara la blusa a través de mi torso casi desnudo para después subir el cierre de mi pantalón con rapidez, me sentí aliviada al vestirme un poco decente antes de que alguien me viera.

Boku no hero Academia ( Todoroki Shouto x tú )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora