Capítulo 15

49 8 0
                                    

Dos días y no tiempo suficiente después

- Tyler Daniel Fitz Boo. Abreme en este instante. - alguien gritaba y golpeaba en mi ventana a altas horas de la mañana, creo que los gallos justo estaban cantando ahora. - ¡Me importa un bledo que... oh mierda, Tanamá...- murmuró, pero luego golpeó mas fuerte la ventana, sin gritar necesariamente.

Me levanté molesto del sueño. Marché fuerte hasta la ventana y la abrí de golpe, igual de molesto que la chica rubia frente a mi.

- ¿Qué? - gruñí.

- Pero como que "¿qué?", ¿a quién coño le crees que estás hablando? ¿A Tamara? - fruncí el ceño ante esa frase.

- Entra - murmuré entre dientes, cabreado. - Te vas a resfriar afuera -

- Es que te juro... - murmuró entre dientes pasando el pie por el pequeño muro, pasó por mi lado y quedó parada en medio del cuarto.

Cerré la ventana, sin tanta intensidad como cuando la abrí, y me volteé hacia ella, con mis brazos cruzados. Parecía roja de la colera. Ella era de dar miedo, aunque chiquita, daba puños de hombre, y de no ser porque no sabía qué puñetas estaba pasando, probablemente hubiera estado llorando de miedo.

- No me mires con esa cara, Tyler - gruñó. - Te molería a palos si fuera por mi. No entiendo cómo pudiste tú ... - suspiro frustrada. - ¡Esperaba más de ti cabron! - otro suspiro más. - Yo hubiera puesto mis manos al fuego aclamando tu inocencia - se golpeó su frente decepcionada, mi corazón se estrujó un poco.

Solo lo justo para ser gentil, sin acabar con mi enfado.

- ¿De qué hablas, Dakota? - suspiré cansado, miré al reloj eléctrico que tenía en mi escritorio. Se leían las 5am, fantástico.

De verdad, no entendía como la gente se sentia en la confianza de aparecerse a estas horas en casa ajena. No es que me molestara (si eran personas que quería) sino que... ¿¡NO LES IMPORTABA MI SIESTA!?

- Te volviste a acostar con Tamara - susurró, sus ojos cristalinos por lo que creía era decepción.

Fruncí levemente mi ceño, y descolgué mis brazos. - ¿Qué? - pregunte, algo confundido con su "revelación".

- Te acostaste con Tamara, Tyler. ¿Cómo pudiste? - se sentó en mi cama, pareciendo cansada.

Rápidamente me preocupé, y caminé hasta donde ella, poniéndome de rodillas.

- Yo... Dakota... no sé- no sabía que diablos decir y estaba tartamudeando, tarado.

- No puede ser - murmuró con algo de asombro en sus redondos ojos. - Es cierto - se tapó la boca con la mano.

Yo me rasqué la nuca algo incómodo. Bueno, si me había acostado con Tamara, pero eso fue hace quizás una semana o dos, no sabría decir si Dakora hablaba de esa vez o pensaba que lo había vuelto a hacer ayer mismo. Me tenía muy confundido y no quería meter la pata.

- ¿De dónde sacaste eso? - negué levemente la cabeza.

Dakota sollozó, ¿de verdad quería llorar? Mi corazón se contrajo. ¿Qué he hecho?

- Dakota - murmuré, quitándole el pelo del rostro.

Ella apartó mi mano de un manotazo. - Creí en ti, pensé que... que... te conocía-

Mixed ColorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora