Capítulo 14

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Zoe Silva

–Le dije a Dylan que nos ibamos a quedar acá. – dije tomando un mate.

–Es lo mejor, aparte a Mauro lo ví re emocionado, aunque te secuestró al nene. – acotó mi hermana riendo.

–Tengo que hablar con Paulo, le había dicho que hoy ibamos a volver. – me acomodé el pelo.

–¿Qué onda con el? Osea, ahora que Mauro sabe la verdad el va a suponer que ustedes dos se van a ver todo el tiempo. – habló Peque.

–Si, pero nosotros no somos nada como para que él me cele. Aparte con Mauro no va a pasar nada. – dije restándole importancia.

–Daaale Zoe, soy tu hermana no me jodas amí. – dijo mientras hacía montoncito con la mano.

No le dí bola y me fuí a ver a Dylan.

Estaba viendo dibujitos, fuí y me senté a su lado.

–¿Querés que hagamos algo?. – dije pasándole una mano por su pelo.

–¿Ir con el tío Mati?.– preguntó sonriendo.

¿Alguna vez piensa en otra cosa?

–Bueno, vamos a ir a verlo al tío Mati. – reí.

Lit Killah

Estaba tan enojado, mi amigo me ocultó a mi hijo todo éste tiempo.

¿Como hizo para mirarme a la cara sabiendo que Dylan es mi hijo?

–Mamá ¿podés dejar de defenderlo? Yo soy tu hijo loco. – me quejé.

–Si, y te hace falta una buena cagada Mauro. – rodó los ojos. – Vos te enojas con Nacho por que no te podés enojar con Zoe, y sabés que es así. – dijo enojada.

–Ves, ya empezás a decir giladas, mamá. – Me levanté.

–Hijo, estás enojado con Ignacio como si el tuviera la culpa, la culpa es tuya y de Zoe, de nadie más. Sacá a Matías de esto. – asentí.

Capaz mamá tenía razón, con Zoe no me puedo enojar ni aunque quisiera.

–Quiero que lo traigas así lo conozco a mi nietito. – dijo mamá emocionada.

–Cuando el sepa que soy su papá, lo voy a traer. – suspire.

Entré un rato a instagram que lo tengo re tirado ahre.

Ecko había subido una historia dónde se lo veía a mi hijo jugar con un perrito, estaba hermoso mi bebé.

Siempre estaban con el Ecko, tendría que aprovechar que esta Zoe ahora para ir, o mejor no.

Después voy a hablar con él a solas.

Zoe Silva

–Y se fue re enojado. – dijo Matías.

–Es un boludo, ya se le va a pasar eu, tranqui. – dije mirando como mi hijo jugaba.

–Si, eso espero. – acotó medio bajón.

–¿Dónde está la tía Rocio?. – preguntó mi hijo.

Lpm que pregunta innecesaria ahre

–Está en su casa bebé, bueno supongo. – rió.

Estábamos jugando y mi celular empezó a sonar, era Paulo.

–Voy a hablar un segundo, cuidalo a Dy, porfa. – dije levantándome.

–Si obvio, anda. –

☎Llamada telefónica☎

–Holaaaa. – dije cuando atendí.

–Hola Zo, ¿encontraste a Dylan?. – preguntó.

–Si, pero no se quiere ir, Pau. –

–Ya sé, y también sé que vos tampoco querés volver. – dijo seco.

–¿Que decís Paulo?. – pregunté enojada.

–La verdad Zoe, la verdad. Te vi cómo te pones cuando hablan de él, te vi cómo lo miras, Zoe seguís enganchada con ése pelotudo. – gritó.

–Estás diciendo pelotudeces, Mauro ya fue, no siento nada por él ¿que mierda te pasa?.–

–¿Querés saber que me pasa? Me enamoré de vos cómo un gil, eso pasa. –me quedé en silencio. – Y aunque lo primero que me dije era no enamorarme, me terminé enamorando. Y siempre supe que seguías enamorada de Monzón. – dijo triste.

–No Paulo, no estoy enamorada de Mauro, no lo estoy. –

–Basta Zoe por favor, deja de mentirme, deja de mentirte a vos misma. –

–Paulo.. – él me interrumpió.

–Se acabó, ésto que ni siquiera empezó se acabó, estoy harto de caretearla con vos, cada vez que Lit está cerca me muero de celos, hasta me da celos que esté con Dylan ¡Y es su hijo!. –

–No me hagas ésto Paulo, por favor. No pasó ni pasa nada con Mauro. – dije con lagrimas en los ojos.

–Pero va a pasar Zoe, lo sabes vos, lo sé yo y lo sabe él. –

–No va a pasar nada, Paulo. – dije llorando.

–Lo nuestro se acabó, pero quiero seguir viendo a Dylan. –

–Pau..– me interrumpió de nuevo.

–Quiero seguir viendo a Dylan, Zoe. ¿Puede ser?. – preguntó de nuevo.

–Sí, obvio que sí. –

–No llores Zo, es lo mejor. –

–Está bien. –

–Chau Zo. – dijo casi en un susurro.

–Chau Pau. – suspiré y el cortó.

Me sentía una mierda, el nunca me había hablado así, nunca lo escuché tan enojado y triste a la vez. Paulo está mal y es por mi culpa.

–¿Gorda, todo bien?. – dijo Matías a mis espaldas.

Cuándo me dí vuelta y me vió se alarmó y me abrazó.

–¿Qué pasó? ¿Qué pasó?. – preguntó repetidas veces.

–Paulo me dejó. – dije aferrándome a mí amigo.

–¿Por qué?. –preguntó confundido.

–Por Mauro, piensa que sigo enganchada con él. –

¿Amas a Paulo?. – preguntó mirándome fijo.

–Lo quiero muchísimo. – dije secándome las lágrimas.

–¿Y a Mauro?. –

–¿Y a Mauro qué? A Mauro nada, es el papá de mi hijo, nada más.– afirmé.

–Está bien, trata de pensar en frío lo que realmente sentís por el. – acotó. – Vamos adentro, dale. –

Capítulo de relleno, pero bueno ya hubo bardo con Paulito ahre voten perras 💛

Dylan - Lit KillahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora