CAPITULO 11

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Jesús: ¿A que ha venido eso?

Yo: Lo sabes perfectamente.

Jesús: ¿Estabas despierta?

Yo: Sí, me estaba haciendo la dormida. Es que me estabas diciendo esas cosas tan bonitas que no te quería interrumpir.

Jesús: Mierda.

Yo: No entiendo por que tienes tanto miedo a decirme lo que sientes por mi, creo que tenemos la suficiente confianza como para que me lo digas.

Jesús: Soy muy vergonzoso, y me cuestan mucho estas cosas...

Yo: Bueno, pues ya se lo que sientes.

Jesús: ¿Y tú...? 

Yo: ¿Yo que?

Jesús: Que que sientes tu. ¿Era yo el chico del que me hablaste ayer?

Yo: Claro que eras tu idiota.

{Nos íbamos acercándonos más uno al otro}

Jesús: Ya lo sabía, chst.

Yo: Ya claro, y por eso no me decías nada, ¿No?

Jesús: Calla, que al final te lo he dicho.

Yo: Va, pero por que me hacía la dormida, chst.

{Estábamos ya muy juntos, me esperaba el beso; pero de repente...}

Historia de verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora