{No me puedo dormir, me duele mucho la tripa. Oigo unos pasos subiendo las escaleras.}
Jesús: ¿Estas despierta?
Yo: Sí, no me puedo dormir.
Jesús: No me gusta estar así contigo...
Yo: Ni a mi. Pero no depende de mi estar así, eres tu el que no quieres entender que NO tengo nada con Dani, que yo sólo te quiero a ti.
Jesús: Yo también te quiero sólo a ti.
Yo: Pero si no confías en mi...
Jesús: Mi niña, que si confío, lo que pasa es que mis celos me pueden.
Yo: Pues no puedes ser tan celoso, por...
{Me interrumpe con un beso.}
Jesús: Te prometo que nunca más pasará esto.
Yo: Eso espero mi niño, que yo lo paso muy mal.
Jesús: ¿Qué tal estas con tus dolores de tripa?
Yo: Ahora mismo mal, me duele mucho.
Jesús: Bueno pues te dejo que duermas un poco.
{Me tapa la tripa con una manta que había en su cama, y cuando sale de la habitación oigo que se encuentra con Dani y hablan.}
Dani: ¿Habeis hablado?
Jesús: Sí, ya lo hemos arreado.
Dani: No te puedes poner así cada vez que la abrazo.
Jesús: Se que ha estado mal, pero es que imagínate que soy yo el que estoy de esa forma con Marina, pues a ti te molestaría.
Dani: No me molestaría, me alegraría de que mi hermano se lleve bien con mi novia.
Jesús: Ya claro, eso dices ahora, pero cuando te veas en la situación me cuentas.
Dani: Además si ya sabes que yo estoy con Marina, que no necesito estar con ____.
Jesús: ¡¿La estas llamando fea?!
Dani: No. {Ríe} Solo que Marina es mejor que ____.
Jesús: Venga hombre, que no es hora de contar chistes malos.
Dani: ¿Me vas a comparar a Marina con ____?
Jesús: Sabes perfectamente que la mía es mejor que Marina, y te recuerdo que tu querías una chica del estilo de
_____.
Dani: ¿Te callas?
Jesús: Una ve más has demostrado que ____ es mejor, ale buenas noches.
{Entran en la habitación y me hago la dormida, Jesús me da un beso y se meten en la cama.}