Yo: Cállate anda, y déjame dormir.
Dani: Ya hemos llegado anda baja del coche.
{Bajamos del coche, cogemos las cosas del maletero y entramos en casa, Dani y yo subimos a mi habitación mientras Jesús se queda ayudando a nuestros padres a recoger.}
Dani: Venga, cuéntame todo, ¡pero todo eh!
Yo: Que vergüenza, que es tú hermano...
Dani: Venga, que nos conocemos desde hace un montón de años y tenemos confianza, además me se todas las historias de amor de mi hermano, venga no seas tonta.
Yo: Bueno vale... Me cogió en brazos hasta llegar a la orilla del río, me dejó en el suelo y nos sentamos en la hierba. Yo encima de él. Me dijo que me echaría de menos cuando os tuvieses que volver a Sevilla. Le dije que no pensase en eso que aún quedaba todo el verano por delante, después...
Dani: ¡¿DESPUÉS QUE?!
Yo: Me besó.
Dani: Oh, que bonito, ves, al final si que va a ser tu mejor verano.
Yo: Pero todo esto es gracias a ti, porque no venías con nosotros por dejarnos solos y eso...
Dani: Yo sólo quiero que los dos cumpláis vuestros deseos, que en este caso era ese.
Yo: ¡Ais pero que majo que eres!
{Le agarró de las mejillas como a los niños pequeños porque se que no le gusta.}
Dani: ¡Ais para que no me gusta!
Yo: Por eso lo hago, JAJAJA.
{Paro de hacérselo.}
Yo: Gracias de verdad.