°Capítulo 8°

346 8 2
                                    

Nos dábamos ese beso, pero poco a poco me fui separando de él, lo vi a los ojos, él también me miraba, respiraba entrecortado mientras se pasaba la lengua por sus labios.

-Gignac aunque nosotros tenemos éste sentimiento, de verdad no...

- Shh- me calla con su dedo índice poniéndolo en mis labios- esto es algo entre tú y yo, y si no lo vivimos, vamos atormentar nuestras vidas, si quieres cada quien por su lado, oh, si tú quieres juntos

- Espera... no Gignac, no, ¡es que esto no puede ser! ¡Tengo mucho miedo! Tú... t-tú...- me interrumpe

- Yo sé que soy algo de tu madre, pero no me debo hacer tonto ______, a ti te amo- dijo y me quedé callada

- ¿Me... me a-amas?- dije tartamudeando

- Sí, te amo- se acercó a mí mientras me agarró de mi cintura

- ¡No Gignac! Me-mejor me voy a mi cuarto- dije y me dispuse a irme, pero me agarró del brazo

- ______, por favor, piénsalo- me puso al frente suyo, mientras se fue directo a mi oído y me susurró, yo por mi parte sólo cerré los ojos- mira, yo jamás había sentido lo que tú despiertas en mí... tu boca- me besó de nuevo

(Narra yo)

Los 2 chavos, bueno, si se les pueden decir así, se besaban sin ningún temor, se dejaron llevar por el gran amor que sentían, ese sentimiento que habían guardado porque en parte, es prohibido, es obveo, son padre-hija, pero ellos se dejaban llevar con ese dulce beso, poco a poco la chica se separa de él lentamente, lo mira a los ojos y sonríe, Gignac la veía con mucho amor, sus ojos reflejaban cuanto la amaba, cuanto la deseaba, pero no podían, más bien, ¡no deben!

Pero, ¿será que se dejarán llevar por sus sentimientos? ¿no les importará aunque su amor es imposible? ¿lo harán a escondidas de su madre? ¿_____ podrá soportar engañar a su madre? Eso ellos aún no lo saben, pero si el amor lo puede todo, ¿lo lograrán?

- Gignac... no podemos hacerlo- dijo ella con un tono triste y con preocupación

- Si ambos lo queremos, lo podremos hacer mi pequeña- dijo él con una voz suave, pero a la vez dura

- Gignac por favor, es mi madre, yo no puedo hacerle esto- dijo la chica

- Vivamos nuestro amor ______, no me dejes por favor, tú y yo podemos ser felices- le decía con súplica, tratando de no soltar alguna lágrima para luego dejarla caer entre sus mejillas

- ¡No Gignac no!- ella se negaba mientras el miedo aparecía en ella, es obveo que para la hija es difícil, se trata de su propia madre

Ella corre hacía su cuarto, mientras deja al pobre Gignac sólo con la palabra en la boca, dejándolo esta vez con tristeza, soltando varias lágrimas que caían sobre sus mejillas.

Nadie sabía que hiba a pasar ahora en adelante, pues se habían confesado su amor, a escondidasde su madre, bueno, ni tan escondidas, ya que fue en su casa, al menos dieron por suerte que no los descubrió. Pero en algo tienen razón, ellos se amaban, y su amor no se puede corresponder.

Claro, sólo si Gignac no toma carta en el asunto.

¿Qué pasará? ¿qué hará Gignac? ¿pensará algo bueno o malo?

Esperemos que no.

•Enamorada de mi padrastro• (André-Pierre Gignac Y Tú) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora