•Capítulo 4•

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¿Dónde estás Gignac?


(Meses después) (Narra ______)


Hace meses que no veía a mis hijos tan contentos, sin duda ver a su padre hizo que su vida fuera más felíz. Yo por mi parte sigo con mi vida, casi todos los días veo a Gignac, algo que sinceramente extrañaba, aún siento algo por él, me es inevitable no sentirlo. Lamentablemente él ama a esa tal Débora, que por lo que sé, se van a casar muy pronto. Algo que me partió el corazón en mil pedazos, pero él tiene claro que lo nuestro jamás sería... Y al igual yo.

Prefiero que él sea feliz a que yo lo sea.

Dejando a un lado ese tema, eh estado más cercana con él junto con mis hijos. Había extrañado esas risas que teníamos cuando estábamos casados, cuando estábamos los 3 juntos, ahora estamos los 2 jugando con nuestros 2 hijos. Adoro ver a mis hijos sonriendo.

Hoy iba a venir Gignac, mis hijos estaban felices por que llegara Gignac, querían verlo, en especial Eden, pues tenía un dibujo que le hizo.

Yo hice su comida favorita, quería al menos hacerlo sentir especial por mi parte, al menos lo que puedo hacer.

(Horas después)

Ya eran las 8:00 de la noche, algo que se nos hacía extraño, jamás llegaba tarde, mucho menos si se trataba de ver a sus hijos. Grace y Eden se estaban asustando de que le pudo pasar, al igual me estaba preocupando, sí no venía al menos dejaba un mensaje, y es raro que no lo mande.

Alomejor estaba exagerando, tal vez está ocupado y no puede ahorita. Empezamos a comer sin Gignac.

(2 días después)

Mis hijos lloraban sin piedad al no saber nada de Gignac, trataba de calmarlos pero no lo lograba. Al igual estaba nerviosa, hace 2 días que no habla y mucho menos se presenta sí está bien, ¿acaso algo le pasó? Me aterraba si lo que me preguntaba es cierto, no quería verlo herido o que le haya pasado algo malo, no sabíamos con perfección que pasaba, Eden veía siempre su dibujo al que hizo para él.

Ya era de noche, ya estaban dormidos Grace y Eden.

Yo veía la ventana mientras veía la luna, pensaba en Gignac y en dónde podría estar, hasta los del equipo donde está de fútbol, se han preguntado por él. Lo extraño y al igual los demás, no quiero imaginarme que algo mal le ah pasado, él nunca se desaparece de la nada, dejé de ver la luna y me dispuse a dormir. ¿Dónde estás Gignac?

(Narra Gignac)

Desperté gracias al sonido de una puerta abrirse, realmente no podía ver nada, tenía puesto algo en los ojos para no ver y me amarraron en una pared. Estaba secuestrado.

Escuché que me dejaron la comida a un lado, aún no estaba seguro quién era y como llegué aquí.

Sentí que me tocaba el pecho y luego mis labios, me besó desesperada mientras me agarraba del cabello, trataba de quitarme con la poca fuerza que tenía, pues estando amarrado me dolía todo.

- Estás sabroso- dijo jadeando, y esa voz me recordó a alguien...

- .... ¡¿Débora?! ¡Ayúdame!- dije y me soltó

- Oh no, chiquito, tú perteneces a nosotros.- dijo riéndose y escucho otros pasos

- Todo nuestro- dijeron 3 voces al mismo tiempo... ¡Demonios! Son Rosaura, Ernesto y Julián

- ¡¿Qué quieren de mí?! Y tú Débora, ¡¿qué tienes qué ver en esto?!- pregunto con miedo y enojo

- ¿En serio creías que te amaba? Por favor, eres un pobre diablo, asesino, un jugador menso, ¡JA! Yo merezco algo mejor que tú- dijo riéndo y quitándome la venda de los ojos

- ¡MALDITA! ¡CONFIÉ EN TÍ!

- Lo sé, ese era el trato- dijo Rosaura- el plan era que confiaras en ella para poder atraparte. Ahora que estás con nosotros, vas a hacer lo que te pidamos, oh tus hijos... Se mueren- dijo mientras me enseñaba una foto de ellos

- ¡NO! ¡Ah mis hijos no! No les hagan daño...

- Eso dependerá de ti, debes volver a lo que hacíamos antes de que te enamoraras de esa.- dijo enojada, pero luego cambió su expresión a una de maliciosa- Y ahora que recuerdo, también ella se puede morir- dijo sonriendo

- No... ¡Ah ella menos le hagas daño!- trato de pegarle aunque sea una mujer, pero me agarran Ernesto y Julián

- Cuidadito Gignac, algo que me haces, algo que le hago a ellos- dijo amenazándome

- Bien, ¿qué quieres qué haga?- dije calmado

- Quiero que mates a la mamá de ______

- ... ¡¿Qué?! ¡¿POR QUÉ QUIERES QUE HAGA ESO?!- dije entre dientes mientras gritaba

- Quiero que te odie hasta el alma, para que así tenga una razón de alejarte de tus hijos, ¡genial! ¿No lo crees?- dijo sarcástica y los demás ríen

- Te odio como no tienes idea, Rosaura- dije con odio- como hubiera deseado que te hubieses muerto en ése accidente

- Pero no lo estoy, aún con lo que hiciste para matarme, jamás te librarás de mí, mi terrón de azúcar.- dijo acercándose a mí y luego besarme para después separarse- Bien, déjenme sola con él, debe darme lo primero antes de matar a la mamá de _______- dijo y me soltaron, y se fueron por la puerta

- ¿Qué quieres de mí?- pregunté

- Házme tuya como antes lo hacías- dijo acercándose a mí

- ¡Ni loco haré eso!- dije haciéndome para atrás

- Perfecto, entonces despídete de tus hijos y _______- intenta marcar un número

- ¡No!- la detengo- Está bien... Haré lo que me pidas

- Buena elección- dijo para luego quitarse la ropa y estar completamente desnuda

Me besó el cuello y luego quitarme la ropa poco a poco, yo me sentía asqueado con ella, no quería hacerlo, pero por mis hijos y _______, lo haré, sé que no somos nada o algo por el estilo, pero la convivencia con ella me ayudó a volver a quererla, alomejor no tanto como antes, pero intento tener una buena relación con ella.

Me empezó a acariciar mi cuerpo hasta el punto de llegar ahí, sentí asco de hacerlo con ella, me acostó en la cama para luego subirse a mí.

- Serás todo mío, mi amor- me besaba con desesperación

Ella sola hizo todo para darle sexo, yo fingía que me gustaba, gemía como loca y se movía. Yo solamente me dejaba y que pasara todo lo que tenía que pasar.



•Enamorada de mi padrastro• (André-Pierre Gignac Y Tú) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora