°Capítulo 11°

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Todos estábamos callados, ninguno decía algo al respecto, mi mamá sólo tenía en su rostro una mirada de sorprendida y confusión, y Gignac tenía una mirada de tristeza y de enojo, mi corazón latía a mil por hora, ver a Gignac en frente mío me daban unas ganas de amarlo y demostrarle mi verdadero cariño hacía él. Lastimosamente eso no puede ser posible, pues es el novio de mi madre, y aparte de eso, la acabo de engañar con él; debía hacer esto tarde o temprano, casarme con mi mejor amigo es lo correcto para alejarme de Gignac para siempre, y no volver a sentir esas tontas mariposas.

Gignac y mi madre se miraron de nuevo. Yo quería decir algo, pero Dani me interrumpió.

- Les prometo cuidar y amar a su hija como se debe- dijo Dani sonriente agarrándome la mano

- Ustedes no se pueden casar- dijo Gignac serio y con un enojo que se notaba, pero no lo quería sacar

- Amor... si ellos se quieren casar, hay que apoyarlos- dijo mi madre, por lo cual Gignac se quedó sorprendido

- ¿Qu-qué?- dijo Gignac tartamudeando

- Yo supongo que es lo correcto, además, es la felicidad de mi hija, y tú Daniel- mira a Daniel- eres un buen muchacho- dijo mi madre sonriendo

- ¿En serio, mamá?

- Sí, hija- dijo agarrándome las manos- si él es tu felicidad, adelante

Quedé impresionada por lo que dijo mi madre, no pensé que su respuesta fuera esa, aunque, para mí mejor, tendría el apoyo de mi madre.

- Como quieran...- dijo Gignac triste, se dispuso a irse, pero fue conmigo y me miró- sé felíz- al decirlo se fue

Quise llorar, quería correr y abrazarlo, decirle que lo amo y que nos fuéramos a donde sea. Pero, debo hacer lo correcto. Mi mamá se quedó confundida al verlo irse, pero no fue a buscarlo, se quedó con nosotros.

- ¿Y tienen fecha para la boda, chicos?- dijo mi madre contenta

- Pues no- dije tímida

- ¿En 1 mes?- dijo Dani y me quedé sorprendida

- Estaría bien ése tiempo- dijo mi madre emocionada- voy a empezar a hablar para los preparativos y todo lo necesario

- Está bien, mamá- dije fingiendo una sonrisa

Mi madre y Dani empezaban hablar de la boda, yo dije que hiba al "baño", pero fui en busca de Gignac.

Lo buscaba por los cuartos, y lo vi sentado en la cama, con las manos en la cara, y veía como... lloraba.

Me acerqué a él, y lo toqué del hombro, él se quitó las manos de su cara donde se notó sus ojos rojos, me miró y se levantó de la cama, para quitarse las lágrimas de sus mejillas y alejarse un poco de mí, me miró serio y de pocos amigos, se notaba su tristeza y lo incómodo que se sentía al tenerme serca de él.

- ¿Qué quieres?- dijo cortante

- Gignac, necesito decirte que...

- No me tienes que decir nada- me interrumpió- ya lo tengo muy claro _____, te vas a casar ¿no? Pues sé felíz, no necesito más explicaciones

- Lo sé, pero, necesito que entiendas que es necesario hacerlo, engañamos a mi madre, y necesito alejarme de ti, no debo y no puedo amarte- dije y me miró triste

- Entiendo que estés mal por lo que hicimos hace rato, pero quiero que sepas, que para mí no fue un error- dijo mientras se acerca a mí- fue lo mejor que pude hacer contigo, te demostré cuanto es que te amo, y entiendo que esté mal por que es tu madre. Pero, nunca pensé haberme enamorado de la hija de mi novia, de la cual me enamoro cada vez más, tanto que no puedo dejar de pensar en ti, pero, está bien- se separa de mí- yo no voy a obligarte a nada, yo... te amo tanto que lo único que deseo es que seas felíz

Terminó de decir y quise llorar, él sólo me miró por unos momentos y se fue dejándome sola en aquél cuarto. Me dejé caer al piso para llorar, sabía que amaba a ese hombre, pero me siento culpable por todo, no debo amarlo.

Me levanté y abrí un armario para ver las camisas de Gignac, agarré una y la puse en mi cara para aspirar aquél aroma que él impregnaba en su camisa, lo llené de lágrimas mientras aún abrazaba aquélla camisa de Gignac; me di cuenta de lo que hacía y tiré la camisa, quité mis lágrimas y respiré ondo para luego exalar, y así irme del cuarto.

(2 semanas después)

Cada día se acercaba mi boda, parecía que mi propia boda era una tortura, pues no es el amor de mi vida, ver a Gignac y no poder hablarle, nisiquiera darle una mirada, pues él rápidamente la quita para no verme a los ojos. Me duele no poder acercarme a él, pero esto decidí yo, y nada lo podría cambiar.

Todo lo hago sólo por ella, por mi madre, que por ella haría lo que sea por olvidar al ser que más amo, a Gignac.


•Enamorada de mi padrastro• (André-Pierre Gignac Y Tú) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora