Para Brick que una chica como Bombón le aceptara una invitación era para festejar.
Brick, un chico muy apuesto; una persona con rasgos firmes, sonrisa inocente y ojos radiantes. El tipo de hombre que marca autoridad y respeto.
Pero a decir verdad era todo lo contrario. A pesar de tener un aspecto fuerte, por dentro era una persona totalmente diferente. Una timidez y calidez enmanaba de su corazón, además de inocencia. No todo hombre acepta lo que realmente es. Pero Brick no sólo lo había aceptado, sino que lo había asumido. Tal vez era eso lo que enamoraba a tantas damas. Nunca sabremos la verdad.
El pelirrojo se había enamorado perdidamente de la pícara y atrevida chica llamada Bombón.
No había justificaciones para ello. Brick sólo tenía ojos para ella.
Aquella chica mencionada anteriormente era una persona única e irrepetible en todo sentido.
A pesar de tener una imagen supertierna, Bombón era una chica de hacerse respetar. Sus grandes dotes físicos y mentales habían ganado gran terreno en la parte romance. Y no es por presumir, pero se decía que era la tía más guapa e inteligente del Instituto.
Los gustos de Bombón eran indescifrables para todo hombre y mujer.
Un día coqueteaba con un tío fornido y alto, pero a la tarde siguiente sus admiraciones se dirigían a un chico flaco e inteligente. Claramente era imposible saber lo que Bombón realmente quería.
Pero para ella, estaba más que claro con quién le gustaría tener una relación de noviazgo.
El joven Brick, la había conquistado con su amabilidad y dulzura la vez que la ayudó con algunos libros en la biblioteca.
Nunca lo había visto de esa manera. Siempre pensó que podía ser un amigo majo que daría todo por la amistad. Qué equivocada que estaba.
Nunca se olvidaría del día en que Brick le pidió salir en una cita. Le gustaba pensar que el chico tierno y adorable la quería como algo más.
Las intensiones de que Brick sea su pareja para toda la vida iban a empezar ese mismo día. Ella se iba a declarar al chico que tanto amaba.
Los rumores serían muchísimos, Bombón, la chica que todo tío desea, se ha declarado a Brick, el chico que tuvo la suerte que ninguno tuvo.
Tanto para ella como para él iba a ser un día inolvidable.
Por fortuna, Brick había elegido el día perfecto. Un día con un sol radiante y sin ninguna aparición de nube o lluvia. Cómo en los cuentos de hadas.
Para la cita había decido ponerse algo no tan elegante, sino casual. Algo que demostrara lo qué realmente era; una remera blanca lisa junto con una camisa roja a cuadros y un jean azul desgastado habían sido su elección. Además de un lindo gorro rojo de lana, que lo hacía ver mucho más guapo.
Ah y lo más importante una guitarra con funda detrás, en su espalda.
El lugar donde se iban a encontrar, era en una esquina al frente de un ciber café. A esa hora al ciudad estaba repleta de gente, era imposible no chocarse con las personas que iban de un lado para el otro.
Mientras Brick acomodaba su cadenita, una pequeña y cálida mano se apoyó en su brazo.
Él ya tenía idea de quién era.
Al darse media vuelta y encontrase con Bombón quedó deslumbrado. En el instituto Bombón siempre iba guapa pero esta vez se había superado a ella misma.
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30 Días de azúcar, flores y muchos colores [TERMINADA] [EDITANDO]
FanfictionTreinta días de mucha emoción, desesperación y amor. FINALIZADO// EDITANDO