CITRUS: UN CORAZÓN CONFUNDIDO

3. PLANES

Narra Yuzu:

La pregunta que me hicieron las chicas la semana pasada me tiene la cabeza a punto de explotar, no había pensado en ello a profundidad, ya que lo que ocupaba mi mente era pensar en la felicidad de Mei, se que tienen razón en preocuparse por lo que haré, y se que a mi madre también le importara saber la respuesta, pero por el momento seguiré la corriente hasta que algo pase y tenga que tomar una decisión.

...

-Muy bien chicas, como saben, están en su último año y deben elegir que harán en el futuro- decía la tutora, sacandome de mis pensamientos.

Porque todos hablan del futuro, no podemos hablar, no se, de los power rangers o de el final del anime de la temporada, algo más fácil y divertido de pensar.

-El formulario de la Universidad que elegirán esta en sus pupitres, por favor piensen bien sus opciones, y entrenguenlo en una semana- terminó de decir y se dirigía a la salida del salón, cuando se detuvo en la puerta y dijo:

-Señorita Yuzuko Aihara, tengo que hablar con usted, vaya a la sala de maestros al terminar las clases- dijo mirándome a los ojos, haciendo que recordara mis años estudiantiles cuando era llamada a la sala de maestros con mucha frecuencia para sermonearme de que algo había hecho mal.

Ser llamada a la sala de maestros fue un hecho que no paso desapercibido por Harumin.

-Ya tenía rato que no eras regañada Yuzuchi- dijo acercándose a mi.

-Como sabes que voy a se regañada????- conteste indignada,       -bueno aunque me he esforzado en los estudios, y no tendrían porque quejarse de ellos, no he seguido al pie de la letra sus normas de comportamiento.... ahhh y yo que pensé que ya se habían resignado a regañarme- dije hundiendo mi cara en mis manos.

Al término de las clases me sentía cada vez mas curiosa y preocupada de lo que me dirían en aquella sala de maestros, pero sabia que mientras mas rápido terminara esta tortura sería mejor.

Toque la puerta, y me dispuse a entrar al escuchar que me decían "adelante".
Al entrar me encontré con la tutora y para mi sorpresa, del abuelo, el cual en estos momentos, no era mi persona favorita, de hecho, era de las dos personas que me afectaba su presencia.

-Abuelo, buenas tardes. Qué es lo quieren de mi???- salude y pregunte de la manera mas calmada y respetuosa posible.

-Yuzuko, como sabes, el tener un buen futuro es importante, y al ser una Aihara, tienes que poner el apellido en alto.- dijo el abuelo tan serio como siempre.

-Aja y luego, no ande con rodeos, que tengo prisa, hoy tengo que hacer la cena para mi madre- conteste un poco exaltada, y es que sólo ver su cara me pone de malas.

-Señorita Aihara, cuide su boca que este delante del director- me reprimió la tutora, que tenía una cara de pocos amigos.

Así que decidí sentarme en un pequeño sillón porque sabia que tardaríamos un poco con esta charla.
-Ok, lo siento, digame señor director si hay algo importante que decirme- pregunte de manera mas tranquila