CITRUS: UN CORAZÓN CONFUNDIDO

15. TARDE

Cuando llegamos al aeropuerto, me sorprendí cuando Luk sabía a donde ir,  caminamos hasta que vi a mis padres en la sala de espera hablando entre ellos.

-Hija, que bueno que llegaste, pense que llegarías mas tardé, por culpa de Luk- mamá me guño un ojo y yo no entendia muy bien de que hablaba hasta que lo explicó.

-Hija, yo se que la relacion que tienes con el joven Di Rossi al parecer va enserio, pero hubiera preferido que... esperaran un poco más para llegar tan lejos...- ni bien termino de hablar los dos interrumpimos

-¡espera mamá!-
-¡espere señora Aihara!-

-No es lo que se imagina, si me quede en su casa, pero yo dormi en la sala y Yuzu en su cuarto, puedo jurar que no paso lo que imagina...-  Los dos estábamos tan avergonzados que cubri mi cara con las manos.

Luk se sento con sus padres y yo con los mios esperando a que llegara la hora de abordaje. Hable de los detalles del lugar donde me quedaría en la ciudad, un pequeño departamento que mi papá había arreglado como regalo solo si me aceptaban en la Universidad. Me daba un poco de miedo porque estaría viviendo sola en un país lejano de casa, pero emocionada por que será un nuevo inicio.

-pasajeros con destino a Boston favor de abordar por la puerta 174-

Se escucharon los altavoces indicando que había llegado la hora de partir.

Me despedí de mi familia y corrí a formarme en la fila para abordar. Recogieron el boleto y por reflejo gire para despedirme de mamá, pero estaba al telefono con alguien, así que mejor me apure. Me voy con la convicción de que no seria la misma tonta por esperar algo de alguien. Si bien empecé una relación con Luk y no negaré que lo quiero y me gusta, no estoy enamorada de él, y eso se lo deje claro la otra noche, que intentaría dejarme curar. ¡¡Aghhh!! ¡¡El amor es una mierda!!.

......

Mei se había quedado dormida en el sillón cuando el sonido de su celular la desperto, como pudo llegó a la mesa donde se encontraba.

-¿¿hola??- contesto una voz que ella reconoció.

-¿mamá?

- Mei, creo que es hora de que hablemos las dos de un asunto importante. ¿Crees que puedas venir a casa un momento?- la voz de su ahora mamá la sorprendio por lo seria que era.

-Si, claro. Estaré ahi en una hora. ¿de acuerdo?

-Ok. Aqui te espero.

Dio un largo suspiro y salio a prepararse para salir. No vio a su esposo por ningun lado, solo una nota junto a unos panqueques y cafe, decia que había ido a trabajar y que tuviera un buen día. Salió de casa después de desayunar y tomo un taxi para llegar a la que había sido su casa por años.

Decidió tocar el timbre aunque tenía llaves porque no se sentía con el derecho de entrar. Cuando su madre abrió la puerta se sorprendió de que no hubiera entrado y la dejo pasar.

-Mei ¿Por que no abriste con tu llave?- dijo sentandose en la mesa del comedor. Ella se sento en una silla enfrente de ella y explicó el porqué.

-Hija, esta siempre será tu casa y puedes entrar cuando quieras Mei.- tomo su mano y le dio una pequeña sonrisa.

-Yo queria hablar contigo desde hace mucho tiempo. Sabes... siempre sospeche que algo pasaba entre Yuzu y tu, al principio me tomo por sorpresa, no te voy a mentir, pero al ver la sonrisa en sus rostros sabia que algo bueno pasaba.-

Mei se tenso al escuchar a su mamá, no esperaba que fuera tan perspicaz y descubriera todo.

-Yo ame muchísimo al padre de Yuzu, cuando me case con él creí que nunca me enamoraria de alguien más por el resto de mi vida.- 
Hablaba con mucha tranquilidad sin dejar de ver a la joven enfrente de ella con la esperanza de que la ayudará a tomar una decisión.

-Cuando el falleció, creí que mi mundo se desmoronaba, me sentí sola sin el, y  odié al destino por llevárselo.- se dio cuenta que su madre le estaba abriendo su corazón para que ella entendiera algo y puso más atención.

-Tenía a Yuzu conmigo y ella me ayudó a salir de la depresión..... ¡¡esa niña siempre se preocupa por los demás antes que ella!!-  sonrieron un poco al recordarla.

-Después de un tiempo aparecio Shou, tu padre, y creí  que solo llegaríamos a ser amigos, pero soy algo impulsiva y me casé con el. En ese aspecto creo que Yuzu es igual a mi jajaja. Sin darme cuenta me enamoré de él. Aunque no estabamos cerca físicamente, el nunca dejo de llamar y preguntar por sus hijas.- Las dos suspiraron al recordar  a Shou.

-Seré sincera contigo. La vida te pone a prueba todo el tiempo, probará tu coraje, tu entereza, pero sobre todo... tu corazón. Aunque también te recompenza poniendo a personas buenas para ayudarte a superarlas. A mi me puso en mi camino a dos hombres maravillosos. El primero me enseñó a amar y tu padre me esta enseñando a vivir.- 

-Mei, te dire esto como tu exsuegra y no como tu madre. Yo confíe a mi hija a ti sin dudarlo porque se que las dos se completaban. Yo enserio creí que ustedes seguirían juntas. Hasta que un día te fuiste y Yuzu dejo de ser ella, ya no reía, no bromeaba, parecia un zombie, y no sabes lo doloroso que fue verla asi, ....yo no intervine para que las dos crecieran y fortalecieran su relación. Pero todo cambió cuando vinieron ustedes a dejar la invitacion de la boda y Yuzu decidió estudiar en el extr....-

-¡¡QUE!!- Mei se sorprendió al escuchar esto, nunca pensó que Yuzu elegiría irse. Tenía que hablar con ella y pedirle que no se fuera. Pero sabía que no podía pedirle nada ya que fue ella quien terminó todo.

-Espera... ¿no te lo dijo tu abuelo?- también se sorprendió al ver la reacción de Mei

- ¿Mi abuelo?-

-Si. Fue tu abuelo quien le dio la oportunidad de estudiar en el extranjero. Pense que lo sabias-

-Tengo que hablar con Yuzu y pregutarle que significa esto-

-tenía que haber una razón  para que no la despidieras en el aeropuerto y resulto que no sabías nada. Esa niña si que se lo guardo.... ¡¡¡ Mei!!!  ¿¡¡estas bien!!?-

Por el shock de escuchar que ella ya se había ido, cayó de rodillas, con los brazos sin fuerza a los costados y llorando sin hacer ruido.

-ella ....¿volvera?- susurro en el hombro de su madre cuando esta la abrazo.

-Creo que debes habar con ella Mei. Todavía no tiene número local en donde está, pero le pediré a Luk que le diga a Yuzu que te contacte. ¿bien?- cuando escucho un nombre desconocido levanto el rostro y con el seño fruncido pregunto quién era él. Su madre solo dio otro suspiro y no dijo nada más,  ella entendió  que Luk era el hombre que estaba con Yuzu en su boda y quién la cargaba la última vez que se vieron en la sala de descanso. Algo en ella se rompió y se imaginó a Yuzu casada con ese sujeto, formando una familia, pero sobre todo, una vida sin Yuzu junto a ella. No lo queria. ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO!.

Tenía  que tomar una decisión ya. Estuvo un buen rato en los brazos de su madre hasta que llegó a la conclusión de que peleará contra el destino wue ella misma encaminó. Mientras Yuzu estudiará fuera, ella resolvería el problema con la academia y después sería su turno de perseguir a su mujer. Sabía que no merecia una segunda oportunidad, pero jamás había querido tanto algo como a Yuzu. Entendía que sin ella, su vida se veía negra y oscura. Rezo a todos los dioses habidos y por haber para que el corazón de Yuzu le perteneciera a ella y solo a ella.

Era momento de hacer lo que su padre un día había hecho y que hasta ahora entendió al cien por ciento. Debía hacerlo por ella y por el amor de su vida.

Le dio a su madre un abrazo fuerte por un buen tiempo hasta relajarse. Dio las gracias y se fue.

Necesitaba respuestas, y solo había un hombre que se las podía... no... se las tenía que dar. Así fue como empezó la persecución de Mei por la que sería su mujer y que después de muchos años recordaría como la mejor decisión de su vida.