Capítulo 6 Desconcierto

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Podía oír a su esposa hablar alegremente de algo que seguramente serian buenas noticias, pero, aunque la veía mover los labios y gesticular de esa manera tan distinguida que tanto le gustaba, no tenía ni idea de lo que su interlocutora le decía. Su mente se encontraba en otro lugar, al lado de una castaña que lo desconcertaba e intrigaba por igual.

Necesitaba aire y se encamino al gran ventanal abriéndolo de par en par dirigiendo su vista a un punto fijo donde la causante de sus interrogantes se encontraba. Hermione estaba sentada en una de las jardineras bajo la sombra de un árbol leyendo un libro, totalmente ajena a los demonios que aquejaban la mente de su suegro que la observaba con escrutinio. El viento jugaba con sus rizos despeinándolos aun cuando se había afanado en aprisionarlos en ese chongo flojo, la veía torturar su labio inferior con sus dientes y el ceño fruncido absorta en su lectura, ese rasgo tan característico de ella cuando se encontraba nerviosa o algo no le cuadraba. Vestida siempre en esas horribles ropas deportiva muggle q nada favorecían a su figura cuando no tenía que ir a la oficina, nada que ver con la elegancia de Narcisa o la sensualidad de su amante.

Siendo honesto consigo mismo debía admitir que esa chica era especial de cierta forma; muy a su pesar tenía que aceptar que una pequeñísima parte de él la admiraba, aunque jamás lo diría en voz alta. Podía reconocerle su valor, su honestidad, su lealtad, su inteligencia y su mente analítica, sobretodo tomando en cuenta cuál era su origen. Pero jamás espero que en la intimidad se transformara completamente.

Tenía muy claro cómo era la esposa de su hijo, por eso es que esa imagen de rectitud y seriedad no concordaba en lo absoluto con la hembra fogosa y vibrante que lo montara indómitamente unas horas atrás. Algo no estaba bien.... algo estaba fallando en esa ecuación tan perfecta que era Hermione Granger, solo con verla cualquiera se daría cuenta que ella no era ese huracán de pasión que lo había absorbido a unos metros de donde se encontraba en estos momentos.

Por más que lo pensaba y lo analizaba no encontraba las respuestas a sus interrogantes.... aunque....cabía la posibilidad de que lo vivido fuera producto de la poción. Tal vez Denali conociéndolo había incluido algún afrodisiaco en su preparación, tal vez se estaba emocionando demasiado y todo ese despliegue de sensualidad y ardor no era más que una mera ilusión.

- Lucius ¿estas escuchándome? – dijo molesta Narcissa sacando al rubio de sus cavilaciones

- Perdón querida, me distraje en otra cosa ¿Qué me decías?

- Tu siempre con la mente en los negocios querido. Te decía que el sanador vino a revisarme ayer y dice que es muy probable que en una semana más me quitaran este fastidio de las piernas, aunque es posible que tenga que acudir a rehabilitación.

- Que bueno querida, me da mucho gusto que vuelvas a caminar y retomes tu vida de antes

- A mí me da más gusto, la verdad es que ya no soporto estar inmovilizada necesito retomar mis actividades; precisamente eso le decía a Andrómeda ayer que me vino a visitar – Narcissa continúo hablando pero una vez más la mente del rubio se alejó de ella volcándose nuevamente en la castaña que en ese momento sacudía su ropa encaminándose rumbo a la casona.

Necesitaba respuestas y solo existía una persona que podía dárselas así que dándole un beso en la cabeza a su esposa se disculpó argumentando que tenía cosas que hacer saliendo rumbo a su despacho para mandar un mensaje.

OOOOOOO

Como todos los días Denali se afanaba por realizar bien su trabajo en la recepción de aquel elegante edificio. Siempre sonriente y amable se había ganado la simpatía de sus compañeros, aun aquellos que no vieron con buenos ojos su ingreso mediante una recomendación, aunque solo el gerente general sabía quién había dado la orden para que ella ocupara ese puesto.

CON UN POCO DE AYUDA [LUMIONIE] [DRAMIONE] [R+18] [LEMON] [HARRY POTTER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora