Después del atardecer.

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Hacía apenas unas horas que la barrera que encerraba a los monstruos en Underground había desaparecido por completo, dejándoles sentir la calidez del Sol que no tardó mucho en ocultarse; todos parecían felices, Al fin eran libres, pero Frisk no se sentía tan feliz, más bien tenía un sabor agridulce en su boca.

Antes de salir al exterior, corrió lo más rápido que pudo a las ruinas con la esperanza de encontrar a aquella flor que lo recibió tan pronto llego a Underground, Flowey, o más bien Asriel.

— No te preocupes por mí, alguien debe cuidar estas flores—dijo el pequeño Dreemurr

Frisk se quedó con Asriel durante un rato, pero debía regresar o Toriel se preocuparía, intento convencer a Asriel para que saliera, él se negó, diciendo que pronto volvería a ser una flor y no quería que nadie lo viera así. Frisk entendió, pero se alejó poco a poco del lugar, para después irse intentando con todas sus fuerzas no mirar atrás.

Cuando por fin regreso con Toriel y los demás, juntos dieron el primer paso fuera de Underground siendo recibidos por una bella puesta de sol y, después de ser proclamado como el Embajador de los monstruos, se quedó solo con Toriel.

—Frisk, ¿tú has venido de este mundo verdad?—Pregunto la reina con cierta tristeza—así que debes tener algún lugar al que volver, ¿no?—volteo a ver a Frisk— ¿Qué harás ahora?

Frisk pensó detenidamente la situación, la verdad, si había escalado el monte Ebott, fue para nunca volver, pero al final, una voz en su mente le dijo que debía seguir avanzando, realmente quería quedarse con Toriel pero esa voz no le dejaba, tal vez lo único que necesitaba era liberar a todos y así finalmente ser feliz con aquella mujer a quien llego a querer y llamar mamá.

— ¡Quiero quedarme contigo!

— ¿Qué?— Exclamo Tori con Sorpresa—Frisk eres una niña de lo más graciosa, si me lo hubieras dicho antes, nada de esto habría pasado «Aunque me alegro, después de todo, al fin somos libres»— Pensó Toriel—estuvo bien que tardaras tanto en cambiar de opinión—continuo Soltando una pequeña risita, haciendo sonreír a Frisk—bueno...supongo que si no tienes ningún lugar al que ir, hare lo mejor que pueda para cuidar de ti, por tanto cuanto necesites.—termino de hablar con felicidad en sus palabras mientras tomaba la pequeña mano de Frisk —ahora, vámonos— y ambas caminaron juntas.

Mientras caminaban el sol se escondió, y la fresca noche se presentó llenando el cielo con estrellas, Toriel y Frisk alcanzaron a ver a Asgore, Undyne, Alphys y los hermanos Esqueleto a unos cuantos metros de donde se encontraban.

—¿Qué sucede?

—Tori, Aquí en la superficie, no tenemos nada. No tenemos un hogar a donde ir, además de que ya ha oscurecido, deberíamos volver a descansar, mañana por la mañana iremos a hablar con los humanos— Comento Asgore

Toriel lo miro enojada por llamarle "Tori" pero lo dejo pasar, vio a Frisk un poco cansada, seguramente debía estar agotada por tandas cosas que habían pasado en solo unas horas.

—¡Jo!, y yo que ya había planeado una gran presentación—Hablo frustrado Papyrus

—Ya será mañana, por ahora Asgore tiene razón —Undyne señalo el cielo— Esta muy oscuro, nos podríamos perder, además, ¡Mira a la Humana! está agotada.

La cara de cansancio de Frisk lleno de ternura a los monstruos pues aun mostraba una gran sonrisa mientras cabeceaba por el sueño. Decidieron regresar y descansar, por el camino organizaron un buen itinerario para el día siguiente, Asgore pidió a Undyne que reuniera a Todos los monstruos para avisarles sobre su libertad, y también de que, considerando el pasado, aun no podían salir, primero Asgore debía de ir a hablar con los humanos y arreglar un lugar donde pudieran vivir en la superficie, y un buen nombre para el mismo.

UNDERTALE *After Sunset*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora