Desastre Andante ϟ Gemelos Weasley

XX ₪ La hoja misteriosa

—Vaya mes, ¿no? —George se dejó caer en el sillón que se habían llevado al despacho de Filch cuando se dieron cuenta que después de tanta limpieza no podían mantenerse de pie ni de chiste.

Fred tomó un vaso de vidrio de una mesa que igualmente la llevaron consigo, si iban a ser los encargados de que la escuela se mantuviera en orden, debían de estar por lo menos cómodos.

Darcy se sentó en el suelo, de espaldas a la mesa para tener soporte, Fred imitó la acción e hizo que la rubia recargara su cabeza sobre su hombro. George los observó de una manera particular, pero la niña no le preguntó qué sucedía ya que estaba más concentrada en no caerse dormida.

—Supongo que ahora debemos de ser más cuidadosos, no queremos que Darcy ya no vuelva a Hogwarts, sea lo que signifique eso —Fred se volvió un poco hacia la rubia, como si esperase que respondiera a la pregunta que formalmente no formuló. 

—Pues eso es lo que significa, que no voy a regresar —de pronto le dieron ganas de alejarse del gemelo, por lo que se movió un par de centímetros a su derecha. 

— ¿Por qué no volverías? Digo, a qué otro lugar irías para aprender hechizos y cosas así —George se inclinó hacia adelante, viendo directamente a los ojos a Darcy, como si así pudiese leer sus pensamientos—. Además que Hogwarts es la única escuela de magia cercana. 

¿Debería contarles?

—Es complicado —se encogió de hombros. 

Los gemelos rodaron los ojos con fastidio.

—Mujeres, 

—todo es 

—complicado 

—para ellas —tal vez no. 

Darcy hizo una mueca y los chicos la observaron con curiosidad. La rubia de levantó del suelo y comenzó a caminar por el cuarto. Los gemelos esperaban pacientes en sus lugares pero ella sabía que pronto alguno (sino es que ambos) le exigiría que hablara porque "estaban con los nervios de punta". 

—Supongo que iba a tener que hablar de esto en algún momento u otro —con su índice izquierdo quitaba el polvo del borde del escritorio de Filch. Vaya que este tipo debe de limpiar aquí también—. Es cierto lo que ha dicho la profesora McGonagall, si me meto en problemas en Hogwarts, irremediablemente debo de regresar a casa, donde él y mamá me esperarán y no precisamente con los brazos abiertos... No podré ver a mi papá nunca más, ni podré ir a las casas de mis amigos (si es que todavía tengo permitido hacer amigos) y mucho menos podré volver a ver a Angie y a Ali... ni siquiera a ustedes.

Darcy se miró el dedo, que no había dejado de recorrer la partes izquierda del escritorio, tenía tanta mugre que su yema ahora era negra.

Fred

Oh, Darcy... Si supieras que desde un principio no se suponía que nos hablaríamos.

No despegaba la vista de su amiga, tenía unas inmensas ganas de llorar. Tontos adultos, siempre debían de arruinar todo.

De todos modos, ¿quién era él?

George

Ahora ya no me entusiasma mucho que no nos veamos.