Capitulo 2.

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Cuando terminaron de comer Rebeca mando a Noel que se lavara los dientes porque tenían cita con el dentista, Noel no quería ir por nada del mundo pero con el humor que tenía su mamá a ver quien era el valiente y le reclamaba, así que subió a lavarse los dientes mientras Moisés y Ramón quitaban la mesa; Moisés se compadecía de su hermano pensando en que ir con mamá con ese cabreo era para tener cuidado, y seguro Noel no salía bien parado pensó.Pero mientras él pensaba en la desgracia ajena se olvido de la suya propia, Ramón estaba un poco enfadado con su hijo, porque otra vez dejo a Abraham regresar solo acasa cuando tenía que traerlo él, solo que espero a que Rebeca y Noel salieran para reclamarle, pero antes Ramón en un descuido de su mujer le aconsejo a Noel que no le diera que hacer a su madre, que hoy estaba la cosas agrias y no saldría bien parado si su madre se enfadaba más de lo que ya estaba.


- ¿Porque regreso tu hermano solo? –pregunto Ramón a Moisés mientras este lavaba los cacharros y Moisés tardo un poco en responder, no sabía si su papá se enfadaría si le contaba la verdad

Es que me pare a hablar y el no me espero y se vino sin mi – le dijo rezando para que no le preguntara más

¿Y con quién te paraste hablar? – Ramón era curioso por naturaleza y esta era una buena oportunidad para saber cosas

Con una de mi clase – dijo evasivo, sabía que papá no iba a parar hasta que se enterará de todo

Y no puedo saber ¿quién es? – agrego Ramón sabiendo lo difícil que iba a ser para su hijo contárselo

Que quieres saber papa – le dijo poniendo los ojos en blanco

Todo Moisés... todo – le dijo con una media sonrisa, mejor se lo contará a él y que su madre no lo descubriera por el momento ya que no se veía bien visto que un gitano o gitana se enamorase de un Payo, pero Ramón sabía que el corazón no se enamora por raza y que ese sentimiento que hacia sufrir al alma y padecer la razón, llamado amor no tenia barrera que lo detenga

Papá solo hablábamos de un trabajo y el Pulgarcito no me espero – prefirió contestar por si le reclamaba por dejar a su hermano solo

Conmigo no tienes que fingir hijo – le dijo Ramón serio, el no tomaba a la tontería los sentimientos de sus hijos

Papá no empieces, solo tenemos que hacer un trabajo – es que tanto él como ella no querían que se enterará nadie todavía, porque sabían que sus familias los separarían, asi que mejor verse a escondidas

Bueno está bien – dijo papa resignado – como quieras... si no me quieres contar no lo hagas agrego sabiendo que le estaba engañando

Siguieron con la cocina hasta que terminaron de recoger todo tiempo suficiente para que Abraham baje a comer y Ramón frunció el ceño al darse cuenta que su chiquitín no había bajado aún, así su niño, que subió a ver cómo estaba es que el cada vez que sus hijos lo estaban pasado mal él no dejaba de ir a ver cómo estaban y efectivamente cuando Ramón abrió la puerta con cuidado se dijo que debajo de las mantas había un sube y baja que le indicaba que su niño aun estaba llorando, eso no le gusto nada, ya había pasado suficiente tiempo desde que lo castigo, además no lo castigo duro y el dolor seguro que hace mucho que fue historia.

- Abraham – le dijo Ramón y Abraham al darse cuenta que su papá entró se quiso hacer el dormido, pero su papá ya se sabía esos trucos de sus hermanos mayores y el tenía otro que su pequeño no sabía, y volvió a abrí la puerta y la cerro dando un portazo y Abraham creyó que su padre se fue y continuó su llanto, y Ramón avanzó hasta sentarse en la cama, era hora de conversar – Eh pequeño – le dijo quitado las mantas para sacarlo de la cama y empezó a darle besitos en las cabeza – a ver cuéntame

Sangre Flamenca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora