Capítulo seis; La persona correcta, en el momento equivocado.

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Después de la llamada de Cristián, Emily se sintió muy bien, calmada. La sonrisa de su rostro nada, ni nadie se la podía borrar. Mamá ya estaba bien, los antidepresivos funcionaban de maravilla. Emily sólo quería que llegara el sábado para verlo... Ella sentía atracción por Christian, pero su mamá desde siempre, le ha advertido de los hombres, que no es bueno fiarse de ellos y Emily obedecía. Luego de aquella visita tan sorpresiva cuando apareció su hermana perdida, Emily había entendido por completo el por qué la actitud firme de su madre en cuanto a los chicos.

Ya era hora de ir a la cita, pensó Emily, bueno "salida", ya que no era una cita.
Emily eligió un vestido muy delicado y sencillo tanto hermoso, de color coral, y unas converse altas, muy sencillas, se hizo una coleta, y un maquillaje muy conservador, pero hermoso. Estaba lista, él venia a buscarla, pero no, no era una cita.
Afuera se oyó la bocina de un auto- ¡Oh, el hermoso Volvo llegó- Exclamó Emmy mirando hacia la ventana, ruborizada por ver a su niña tan arreglada y coqueta, la ayudaba en pocos retoques-Emily, cariño, por favor ten mucho cuidado...

-Lo tendré, mamá.

- Iré a abrir la puerta - Informó a Emily.

- Ok, mamá.- Contestó Emily.
Christian  conoció a la señora Emmy, pero no, no era una cita.

- Listo, ¿nos vamos?.- Dijo Emily mientras salía a la sala.

- Oh, que hermosa estas, Ángel.- Dijo con cara de bobo, mirándola de pies a cabeza.

- Ya sabes, esto de ser la mujer más hermosa, ¿del pueblo, no?, bueno, no es facíl.- Lanzó Emily.

- Cierto, no es fácil, vámonos. - Hablo mientras reía a carcajas. - Nos vemos, Sr Emmy - Se despidió Christian.

• • •

-Es interesante. - Comenzó Emily.

- ¿Yo?, por supuesto, pero ¿en qué soy interesante? - Preguntó mientras alzaba una ceja.

- No dije "eres", pero si, se trata de ti, es interesante que seas un asco manejando. - Comentó mientras se reía.

- Oye, eso es injusto, manejo así porque me pones un tanto nervioso. - Su expresión fue muy sincera, tanto que Emily le creyó.

- ¿Hablas en serio?,a caso te gusto, o algo así?- Emily lo soltó, en parte vacilando, pero en parte enserio... sin siquiera parpadear.

- Te lo diré así- Christian la miró y suspiró- eres la persona correcta, en el momento equivocado. - Respondió con el ceño fruncido.

- ¿Entonces para que haces esto?. - En su voz de notaba la frustración. - ¿Pretendes ilusionarme?, ¿para eso es todo esto?.- Preguntó con desesperación. Notó una punzada en el pecho.

- Entiendeme, solo quiero conocerte bien, me han roto el corazón demasiadas veces y... no quiero pasar por lo mismo.- Dijo desanimado.

- Creo que esta vez no serás tú el que salga con el corazón roto. ¿Acaso crees que soy capaz de eso?, te equivocas de chica, deten el auto.- Ordenó severamente, frustrada totalmente.

- No, escuchame, no me malinterpretes... me gustas, pero me asusta que me guste alguien... ¿entiendes?.- dijo en suplica, muy tenso.

- Escuchame tú, tuve un tiempo en mi vida en que fui la persona más insegura de este mundo, te lo aseguro. Y ya no quiero rodearme de inseguridades, y tú, justo ahora me trasmites eso, inseguridad- suspiró, su humor estaba del asco-No sabes lo que quieres y te aconsejo que cuando aprendas a quererte primero a ti mismo, tal vez, solo tal vez, puedas hablarme- Se le mezclaban las palabras, no quería llorar frente a él-No volveré a caer en lo mismo, gracias.- Su voz mostró inestabilidad, pero aun así gritó- ¡DETEN EL AUTO, ME VOY!.-Christian detuvo el auto.

Emily bajó del auto, pero antes de irse, se asomo por la ventanilla con los ojos húmedos y miró justo a los ojos de Cristián:

- Tú eres la persona incorrecta, en el momento apropiado. - comenzó Emily. - Y que lastima hombre, yo aprendí, sé quererme, y sé lo que quiero. Pero ahora te toca ti, espero y lo hagas pronto, mira que me gustas, pero no me detendré por ti, lo siento, adiós. - Lágrimas se asomaban en los ojos de Christian el cual subió la ventanilla y se marchó.
¿Por qué? Su mamá se lo había advertido, pero ella aún así confió en él y Bum. Otro fracaso. Ni siquiera eran novios, pero todo acabó antes de comenzar.

Emily, con lágrimas resbalando por sus pómulos, se llevó las manos a la nuca y se aproximó a la parada de taxis más cercana. No quería subir al bus en ese estado, ni siquiera quería ir a casa, así que se sentó el el banco vacío, y se entregó a la soledad.

Todo será diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora