Shaene llevó al niño a casa de su madrina, tenía una cita con un chico llamado Oscar.
-Sí, volveré a las ocho en punto mañana, Daisy- Shaene usaba un croptop y jeans ajustados que resaltaba sus anchas caderas.
-Tranquila, amiga- Daisy eran una joven de raza negra, cabellos cortos y cuerpo ejercitado.
-Gabriel, promete que te portarás bien...- el niño asintió y desvió sus ojos azules hacia Daisy, haciéndole una seña para que entraran a jugar
- Adiós, amiga- dijo Shaene sonriendole a Daisy
-Adiós, diviertete...-finalizó esta.
Oscar era un muchacho moreno, Oriental, tenía músculos y una sexy barba, pero era mujeriego y sinvergüenza. Shaene lo conoció porque Oscar iba todos los viernes a la pizzería donde ella trabajaba y bueno, cayó en su juego.
Shaene no estaba enamorada ni nada por el estilo, solo estaba cansada de estar sola y quería divertirse un poco.Shaene tocó la puerta del apartamento de Oscar, ubicado en la urbanización Luis Tovar. Este tenía un suéter vino tinto y unos jeans ajustados.-pasa, adelante nena...- dijo este, con ademán de bienvenida.
Shaene entró, el departamento era lindo, tenia cuadros con personajes de películas, una gran consola de videojuegos y un cómodo sofá.
-¿Te ofrezco algo de beber?-preguntó el, con su sonrisa pícara.
-Agua...- lo atajó ella.
El sonrió y se dirigió a la cocina. Shaene miró las fotografías que estaban en la pequeña mesita donde había un florero. Notó que en muchas de las fotografías aparecía con un chico... Le dio mucha curiosidad este chico. Poseía su mismo tono de ojos y el evidente lunar en la nariz, y tras llegar Oscar, y entregarle el vaso de agua; No resistió la curiosidad y preguntó:
-¿Quien es él?
-Ah, el es mi mejor amigo...
-Oh... - Shaene seguía llena de curiosidad y continuó-¿Y dónde vive...?- preguntó y Oscar rió
-Aquí, en Santa Teresa...
- ¿En qué parte...?-su voz sonaba ansiosa... No podía controlarlo.-Oye, me parece justo que yo también te pregunte algunas cosas... Es lo justo...- Oscar pronunció las palabras y las dejo en el aire esperando una respuesta.
Shaene asintió a regañadientes.• • •
Ya eran más de las ocho, allí estaba Emily, en aquel banco vacío, llovía y ella tenía mucho frío... Pero no quería irse, no quería hacer nada...
Entonces Christian, que había estado buscándola por toda Santa Teresa, pasó por allí, y cuando la vio, frenó de golpe, bajo a toda prisa:-¡Emily!, que rayos... Cariño... Joder, Emi.. - Christian la abrazó, la abrazó fuerte, como si no hubiera un mañana, como si sus brazos hubieran estado destinados a unirse y jamás separarse... Emily rompió en llanto. Pero no de tristeza, estaba feliz... Jamás había estado tan feliz, eran como si eso es lo que había esperado toda su vida. Aquel abrazo infinito...
La lluvia los recorría, sus labios se juntaron y así permanecieron por mas de veinte minutos. Unidos como uno sólo.
Subieron al auto, se dirigían a casa de Christian, era muy tarde y Emily tenía mucho frío.• • •
- Y creó que eso es todo...- dijo finalmente Shaene, luego de explicarle insignificantes cosas a Oscar.
-Oh... Está bien... Ya vuelvo, cerraré las ventanas- Dijo Oscar, se levantó y desapareció por el pasillo, Shaene se volvió a las fotos nuevamente. Tenía que saber de una vez por todas quien era ese chico y por qué se parecía tanto a ella...
A los pocos minutos Oscar volvió con dos copas llenas de una bebida color marrón.
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Todo será diferente.
Genç KurguUna novela donde tres historias se conectaran, donde los personajes no saben la gran conectividad que tienen, tantos secretos, tantas preguntas... La solución son las respuestas, pero, ¿cuales son las respuestas? Te atrapará en el primer instante, u...