Todo será diferente.

Capítulo Cinco; Me gusta, pero me asusta.

Cristián llegó a su casa después de un largo día, siquiera saluda a su papá, solo fue directo a su habitación para tumbarse en la cama.

- Joder, como me gusta - Se dijo así mismo, pensó en como la expresión de ella le afectó tanto, ella pasaba por lo que él también, ella no tenia su padre, y él no tenia a su madre- Tengo que arreglar lo que hice. - Pensó en voz alta.
Cogió su teléfono y marco a un compañero de clases. Cuatro timbres, cinco, seis, siente y...

- Hey, al fin atiendes, ¿para que rayos tienes teléfono?- Dijo Cristián apenas entró la llamada.

- Oh, lo siento, bro. Estaba coqueteando con una hermosa chica, se llama Shaene y esta buenísima... aún estoy peleado con Anastasia-La voz de su amigo sonaba vacilante.

-¡Nunca cambias, Oscar! Préstame atención...

-Sueltalo ya, Chris.

- Es la chica de la que te hablé, no puedo dejar de pensar en ella..., si, ya sé. Suelo enamorarme de la noche a la mañana, pero creeme, ella es la correcta... - Dijo Cristián con tono serio.

- Amigo, siempre dices que es "la correcta", ¡Y me criticas... Pero oye, esta si me agrada, es muy inteligente, quien quita que sea diferente... - Le aconsejó.

- ¡EXACTO!, me asusta mucho, ¿y si el malo soy yo?, bueno, necesito que me des su número, y no me vengas con que no lo tienes, sé que tienes los números de todas las chicas de la universidad, no se como haces eso, pero necesito el de ella...- Christian se quitó la ropa y encendió la radio.

- Oh, no le digas a Anastasia, por favor, se convertiría en Hulk, y yo quedaría como Loki. Te lo mandaré por mensaje.- Respondió Oscar.

- Mejor que lo hagas, adiós, espero el mensaje.O si no haré que Hulk te aplaste como a Loki. - Dijo vacilando y colgó de inmediato.
No pasaron ni dos minutos y el mensaje le llegó con el número, y no dudo en marcar y llamar... La llamada conectó al tercer timbre.

- ¿Alo?, oye...quiero disculparme por lo de hoy... Hablo en serio, me comporte como un idiota...- Dijo Chris

- Mmm, eso siempre lo dicen los idiotas. - Respondió Emily - Pero tranquilo, osea, no sabias, no tenia ni la menor idea. - Dijo con un tono muy calmado- de todas formas, hoy no era un buen día.

-¿Que ocurre?- preguntó él con interés.

-Larga historia...- soltó ella

-Amo las historias...-la atajó él.

-Pues... - Emily no sabía que decir, siempre lo conseguía, dejarla sin palabras.

- ¿Oye, aceptarías salir conmigo?... No, no tranques, escucha. Solo será para conocernos más, y para que me cuentes esa historia que desde luego me esta llenando de intriga...¿te animas?- Dijo con ansiedad, luego de veinte segundo obtuvo una respuesta.

- Esta bien, pero al primer signo de coqueteo me largaré, ¿entendido?. -Advirtió  Ella vacilante pero con autoridad.

- Entendido.- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja, que casi lograba que se le cayera el teléfono. - ¿El sábado?- preguntó él.

-El sábado- respondió ella.

- Adiós, Ángel. - musitó él, y trancó.