Poeticamente yo.

Cambio drastico.

Para empezar, nunca supe cómo establecer una relación, o como empezar una. No sé como presentarme, y cada vez que lo hago, aparentemente, me sale mal, muy mal. (Luego lo entenderán, de seguro.)

Siento que no tengo nombre, no me siento parte de este mundo. Y cada vez que trato de adaptarme: me rechazan. Ya me es tan natural.  Mi vida puede describirse con un “0” porque vuelvo a cero siempre, porque es un circulo vicioso que me lleva al mismo punto, el inicio de una nueva etapa.

Este año me propongo algo distinto, quiero cambiar. Y lo lograre.

Es viernes a la mañana, es el último fin de semana de las vacaciones, el lunes empezare el colegio. Soñé con las robustas puertas de madera del edificio, y yo enfrente. Tratando de entrar pero algo me lo impidió, una fuerza, una risa, no lo sé. Luego todo se torno borroso, y fin de la historia. Abrí mis ojos y vi todo blanco. Por un momento me asuste, pensé que estaba muriendo, o peor – ¿o quizás mejor?-  ya estaba en ese estado. Pero no, era el techo de mi habitación.

Me levante, abrí las cortinas, y me quede observando la nieve caer.

“Las vacaciones de invierno ya terminan”.

 Pensé, y creo que lo murmure, suavemente.

Baje las escaleras rápidamente y fui a la cocina por un buen desayuno, algo rápido, ligero, y tibio, sin embargo, teniendo en cuenta la “velocidad” a la que iba, y sumándole mi torpeza, y la inteligencia de mis padres de dejar las cosas por ahí, choque con una caja de cartón, bastante cargada y por ende:  pesada y dura.  Rodé (lo que quedaban de escaleras) abajo, y me rompí el labio, empezó a sangrar ligeramente. Pero nada de esto me impediría com…. ¡¿porque rayos estaba lleno de esas cajas?! ¿Acaso quieren que me quiebre mis 206 huesos?

-MAMAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAÁ!!!!- grite exasperada.

- ¿no le habías dicho ya?- una voz suave murmuro desde la cocina, no dirigida hacia mí.

-pensé que lo habías echo vos, ya sabes, relación madre e hija… - respondió otra voz pequeña desde la cocina, tampoco dirigida a mí.

Corrí al mejor estilo parkour hasta la cocina, pateando sin querer algunas cajas, llevándome algunas otras por delante, pero llegue.

-¿d-decir- pausa por agitamiento- me qué?-

-Nos vamos a mudar…  Le ofrecieron a Harold un mejor empleo, espero que estés de acuerdo con el asunto, y no te lo tomes mal. Ya veremos que haces con tus amigas… pero está decidido que nos vamos. *Harold es el padre, la madre es Grace*

¿No pude reaccionar, hablaban enserio? Debo ser la única persona en el mundo que se alegra tanto de mudarse de ciudad, pero odio tanto esta. Creo que es la primera vez en mucho tiempo que sonrió con sinceridad, porque realmente siento un calor en mi pecho.

No hice más que abrazarlos y algunas lágrimas escaparon.

-bueno, no pierdas tiempo, empaca tus cosas, nos vamos mañana a la noche. –

Muchos pensaran que un día es muy poco tiempo para empacar, pero yo no tengo tantas cosas, soy una chica simple… o algo así.

Empaque, doble y guarde algunas camisas, remeras, jeans, shorts, y demás ropa.  Guarde mis preciados libros, que ocupaban una gran parte. Decidí dejar lo demás.

Mire mi iphone con recelo, no tengo amigas, ni nadie de quien despedirme, excepto una persona ¿debería llamarlo?

Espere hasta llegar al aeropuerto, hasta que faltara 30 minutos para arribar el avión, para llamarlo.

Sonó el tono de marcado… no atiende, no lo hace, no tiene porque. Ni siquiera debería despedirme de él, dios no.

Atendió.

-hola… alex…

-……. Que quieres?

-me voy.

-y?

-de la ciudad…

-que? Donde estas?

Dude en responder.

-el aeropuerto lakeshbut.

-dioos, lis, me avisas ahora?

-l-lo siento, me entere ayer. No sabía si llamarte, me dijiste que no lo hiciera..-colgó.

Unas lagrimas corrieron cuesta abajo por mis mejillas, y me entregue al azar, confiando en mi suerte (pésima opción, sinceramente),  y subí al avión.

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nota de autor:

es el primer capitulo, asi que bueno, mente abierta a criticas y dudas, bessoooooooos :)