visitas inesperadas.

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Tyler me sirvió un plato con un salteado (chop suey), el color de las verduras le daba vida al plato humeante. Aún envuelta en la cortina blanca del baño, tome el plato. A mi ropa aun le faltaba para secarse, según Tyler, y con el reciente drama de la bañera, bueno, la ropa de Lindsay, también esta húmeda. Así que me hice un lindo modelito, hasta entonces.

-veo que ya conociste a Kyle…

Dijo Tyler, tratando de romper el silencio acumulado.

-si – conteste amargada. Kyle se fijó en mí y sonrió.

-y kyle, ella es Alaska… - Él también me conocía, más de lo que me hubiera gustado o querido.

Kyle y Zeecke son hermanos, mellizos. Eran un calco a simple vista, si no fuera por los pequeños detalles que los diferenciaban, como sus ojos. Mientras los de Zeecke eran vivos y verdes, los de Kyle eran celestes, fríos y pálidos pero expresaban la claridad del agua, podías ver a través de él y eran tan tranquilizadores. Zeecke era activo e intrigante. Ambos risueños, pero con distintas intenciones.

-Alaska, ¿Tyler te había cocinado antes?

Mire al dirigente de la palabra nerviosa, me fije en sus ojos y respondí algo estancada.

-No, Zeecke.

-¡a que cocina increíble!

Exclamo Kyle, llevándose una buena carga a la boca, engulléndose el plato por poco.

La verdad es que no tenía apetito, pero Tyler mantuvo sus ojos aferrados a mí. Probé el platillo, estaba sabroso, es verdad. Sonreí y asentí con un aire inspirador. Tyler se alegró, y dejo la presión de lado relajándose.

Al final vesti mi ropa, y Tyler me acompaño todo el camino hasta mi casa.

-Puedes volver cuando quieras, y perdona  a los chicos.

En respuesta lo abrace cariñosamente, el me miro extrañado, pero aún y así, eventualmente me devolvió el mismo.

Esa tarde tenia que dedicarmela a mi.

Tome mi bolso, un cuaderno y un lápiz. Baje por galletitas a la cocina y algo de dinero.

“iré a recorrer”

Grite con parte de mi pulmón, subi las escaleras rápido al no tener respuesta alguna. Me quede fuera de la habitación de Grace, esperando en la puerta.

-Ma, voy a tomar el auto.

El silencio continuo su rumbo. Sin embargo sé que están ahí.

-El que calla otorga…

Me auto respondí, tome las llaves y salí. Encendí la meriva, sabía que si andaba hacia la izquierda llegaría a un lago, y allí me dirigí.

Me senté sobre la costa de la misma, y escuche música mientras escaribía aquello que pensaba, todo lo que pudiese pasar por mi mente desequilibrada.

Mi cuerpo experimento una calma única. La brisa movio ligeramente mi cabello, rozo mi piel, acariciándome, y beso mi frente. –me deje caer sobre el blando suelo. Inhale el aire fresco, la abstinencia me dominó, y no pude evitar buscar en mi bolso aquel paquete, abrirlo y sacar aquella porción de muerte. Coloquen ese cigarro sobre mis labios y una mano se extendió, ofreciéndome fuego… Seguí la línea de su cuerpo hasta chocarme cara a cara con él.

-Gracias, Zeecke.

Dije mientras la lumbre quemo el otro extremo del pequeño letal. Le ofrecí otro, y el acepto, se sentó a mi lado.

-Es hermoso, ¿eh?

No podía responder, evidentemente lo era, el agua en su ligero movimiento reflejaba intermitente el claro cielo.

Sentí sus ojos varados en mi persona y una presión recaer sobre mis hombros.

-oye, ¿estás en algo con Tyler?

¿lo estoy?  Al menos eso aparenta, pero…

-no lo sé-

Paso un brazo por mi espalda y sonrió elevando la comisura derecha de su labio hacia arriba.

Inhale aquel humo. Jugué con el en mi boca, lo deje pasar en mis pulmones, intoxicándolos, mi pecho se hincho. Lo abandone lentamente por mi nariz.

Un hombre de mediana edad se nos acercó lentamente.

-¿Fuego?

Vacilante saque mi encendedor y se lo brindé amablemente, él lo tomo y prendió un cigarro armado, bastante casero. Por el olor que desprendía identifique que en realidad se trataba de uno relleno de cannabis.

Cuando me devolvió el mechero, me dejo uno de aquellos preparados, y se fue.

Zeecke me miro curioso. Yo apague el que tenia en mis labios para reemplazarlo por el nuevo. Asi lo hice, y encendí la “ofrenda”.

Pite levemente, mi garganta ardió levemente (era de la buena). Le ofrecí a Zeecke que me miraba disgustado.

- lo siento cariño, te equivocaste de hermano…. Kyle es el adicto.

Reímos juntos hasta que caí dormida en un profundo sueño. Después de todo, había pasado un extraño día.

Desperté confiada, una ligera llovizna humedecía mis ropas (recientemente lavadas por Tyler), y me despabilaba de mi siesta.

Una silueta ambulante emergió entre las pequeñas gotas que apenas nublaban la visión.

-¡Alaska!- grito acercándose más y más, tomando velocidad con cada movimiento. – Al fin despiertas, dulzura.- dijo una vez a mi lado, aquel chico de ojos exquisitos y cabello azabache. Esta vez no me dejará sin palabras.

-Si, yo soy Alaska… pero ¿y vos? – respondí acercándome aún más. Supongo que sabe mi nombre porque Kalanit no dejaba de mencionarlo cuando salimos de la casa de, Todd, ¿no? Totalmente factible.

-Brooklyn- Apenas termino de mencionar su nombre pasmo sus labios contra los míos, deleitándome con su dulce afán. Por segunda vez en el día sentí vibrar mi cuerpo. Tome su cara centre mis manos, con la mayor delicadeza, y el mis caderas con un suave movimiento. Tornándome sumisa a su voluntad. La llovizna se tornó una lluvia, las gotas golpeaban con fuerza.

-Alaska, vas a tomar un resfriado si seguimos acá, mejor anda a tu casa, yo tengo unas cosas que hacer… pero me alegra encontrarte.

Me dio un corto beso que volvió a encender m i sistema. Obedecí sin rechistar. Me subí a la meriva y me fui a casa.

Somnolienta, me acosté a dormir, y a fantasear con él, con sus ojos, divagué nadando en ese océano cálido, que encontraba en aquellos ojos. Soñé.

Pequeños golpes interrumpieron mi estado de satisfacción. Piedritas chocaban contra el ventanal de mi habitación. Me acerque a ver de quien se trataba,

Una figura pequeña se dibujó en la sombra de la noche, mi fije la hora. ¿la una?

Desde abajo, la silueta retiro de su cabeza la capucha de su buzo, dejando al explicito su identidad.

Sus cabellos volaron junto a las suaves ráfagas de viento, el cabello rosa me indicó que era Kalanit.

Baje a abrirle enseguida, esta se abalanzó sobre mí, abrazándome.

-¡Alls! Me tenías preocupada ¿estás bien?

-sí, pasa, ¿cénsate?

-¿vos no?

-no, me quede dormida, pero preparare algo.

-me sumo.

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¡Hola!

bueno, les subi capitulo ayer, capitulo hoy... creen que deberia poner algún dia de la semana para subir?

para que sea mas organizado... y porque o subo varios capitulos o no subo nada... a su gusto.

#curiosidad: Zeecke no vive con Kyle y Tyler, pero pasa gran parte de la semana en esa casa.  

Poeticamente yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora