La primera semana de clases finalizaba en media hora, sin embargo parecían años con la profesora Cresh. Su absurdo delineado simulaba un antifaz, sin mencionar que era de color azul. Además, sus caderas se balanceaban mientras escribía en el pizarrón, y los chicos de la clase trataban de embocar pequeñas bolitas de papel. La robusta seguirá hablando con su voz finita y corta, el murmullo del aula no permitía entender con claridad de que hablaba (en caso de que exista forma alguna de entenderla).
-Alaska, ¿sabes que vas a usar al final? Yo no logre decidirme, ¿debería combinar con el cabello? ¿o mejor resalto usando celeste? ¿y si tiño nuevamente mi cabello de otro color? No, podrían juntarse las tinturas y no quedara bien… alls, ¿me estas escuchando?
-¿ah?- respondí sorpresiva, no estoy al tanto de lo que esté hablando, desde el miércoles menciona ropa, conjuntos y zapatos. - ¿de que estas hablando, kaly?
Kalanit abrió los ojos como platos, el chicle sabor "tuttifruit", que mascaba, se le cayo de la boca con un camino caida libre al suelo.
-De la tradición... el primer viernes se hace una gran fiesta, en alguna de las casas de los de ultimo año, este, sera en la casa de Todd...-Hice un ademan para que prosiga.-..Todd Greins.
Y como si una lampara se prendiera sobre mi cabeza, mire disimuladamente a la izquierda y le señale al pelirrojo alto.
Kalanit asintió, bastante entusiasmada.
Hacia tiempo no disfrutaba de una fiesta, son buenos momentos para entablar relaciones, ¿no? bueno, no. Todo sale al revés, y mas cuando ya perdiste hace rato la noción del tiempo o espacio. Dependiente el tópico se tomo interesante, si la hacia un compañero de curso, ¡seguro van todos!
Al finalizar la hora, salí al pasillo a buscar la siguiente aula, cando unos brazos fornidos me tomaron desprevenida. ¿y quien soy yo para apartarme, cuando el dueño de los mismos es aquel morocho de ojos claros?
-¡Tyler! - chille, con una voz que no reconocí.
-Hoy terminamos temprano, ¿no?
me quede mirándolo de reojo, ¿de verdad me estaba preguntando? -si- dije, de manera seca y curiosa.
-Es que, tenia ganas de pedir pizza, y se que te gustan mucho, y si querías almorzar... conmigo...
Perpleja, pare en seco. Si que presta atención a lo que dio, aunque sea absurdo. Y es que en lo que va de la semana, nos dimos cuenta que nos llevamos demasiado bien (ah que si, que emoción, eh?). Atine a asentir con mi cabeza, tontamente.
5, 4, 3, 2, 1, ¡si! Solo faltan 18 minutos, 59, 58,57... para ir a almorzar, y si bien ya almorzamos durante la semana, fueron grupales, y sin kalanit hablando todo el tiempo (apenas tomando espacios para respirar), y Samuel McHon, alias tio sam, haciendo sus bromas, sera indiscutiblemente diferente.
A la salida, cruze el portón y me hice a un lado del mismo, mirando a los costados y revisando si me llegaba algún mensaje. Sinceramente necesario, no tardo mas de unos dos minutos en aparecer a mi lado, cálido, fresco, despeinado, y con una sonrisa típica de el: inclinada hacia la derecha, exclusivamente, dejando remarcar fuera de la comisura de sus labios, sus profundos hoyuelos.
Me tomo del hombro y me separo de la pared con suavidad, se aferro a mi cintura, y así empezamos a caminar hasta la esquina, doblamos a la.. ¿derecha? la pizzeria queda a la izquierda...
-¿Tyler?
Dirijo sus ojos miel hacia los míos, conectándonos, me inundaron de regocijo y dulzura.
-¿sabes que la pizzeria esta para el otro lado, no?
-si.
Lo mire estupefacta. ¿que clase de chiste es este?
- ¿y entonces?
-Pensé que te gustaría mas la pizza casera... ya sabes...
Y nuevamente me quede pasmada al verlo sacar de su bolsillo un llavero, con un juego de llaves y unas baquetas (palillos de batería) en miniatura colgando también de este.
Tyler señalo la puerta de un edificio, y abrió la puerta, con un gesto noble me invito a pasar.
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¡Hola! se que es cortisimo... pero se vienen cosas muy interesantes...
PD: El director Conrad le regalo a Tyler un reloj...
#curiosidad Tyler acostumbra quedarse dormido. (y si no, duerme en clases)
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Poeticamente yo.
Teen FictionEs difícil empezar cuando hay que olvidar lo que queda atrás, sin importar si aquello que dejamos es bueno o no. Así empieza este decimo-séptimo año , abandonado su pasado, y forjando su futuro, decidida a cambiar. Este año será diferente para Alas...