Seis

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Taehyung encontró a su hermano hecho un ovillo, enrollado en las mantas, con su baji y su jeogori para dormir. Se acercó y notó las lágrimas secas en el rostro del mayor. Yoongi abrió los ojos al sentir la presencia de alguien, se giró irritado por haber sido interrumpido en sus sueños y observó a su hermano.

-¿Qué haces aquí?

-¿Me vas a decir qué te pasa?- dijo Taehyung con un puchero.

-¿No deberías estar en la casa Hwarang?

-Debería, pero aún no he ido, ahora responde.

-Ayer casi beso a Hoseok.

Taehyung lo miró sorprendido, tratando de comprender lo que acababa de escuchar.

-¿Besar, besar? Es un hombre, se supone que solo los viejos van en busca de chicos, ¿no?

Yoongi negó- No, puedes gustar de un chico, así como te gusta una chica.

-¿Hablas en serio?

-Ayer lo vi, en una película.

-¿Una película?- preguntó Taehyung entusiasmado.

El padre de los chicos interrumpió la conversación, traía una pequeña bolsa de seda que arrojo directo a la cara de Yoongi. El chico la tomó y abrió, miró que en su interior se encontraba el uniforme del ejército Hwarang.

-Te unes ahora, partes con Taehyung en un rato, empaca poco, lo esencial.

Yoongi miró a Taehyung, el chico parecía no entender lo que pasaba. Sacó el uniforme y lo miró por un tiempo, el menor decidió salir para darle a su hermano un tiempo. El pelinegro cambió su ropa y guardó algunos hanbok y la ropa de Hoseok, junto al reloj.

El pelinegro tomó las cosas y observó a dos caballos fuera de su casa, montó uno y siguió a Taehyung hasta la casa del ejército de los chicos flor, como era llamada. No se despidió de su madre, mucho menos de su padre, lo único que quería era desaparecer, sabía que podía hacerlo, pero no podría permitir que sus padres se enteraran de su pequeño secreto.

La casa era grande, un complejo bastante amplio, habían tres edificaciones. Una que parecía ser para entrenamiento, las habitaciones de todos los chicos y la enfermería. Taehyung le daba un recorrido, explicando cada una de las reglas.

Yoongi se sentía anonadado, era mucho en tan poco tiempo. Asentía cada vez que su hermano le preguntaba si todo había quedado claro. Notaba como los demás miembros de Hwarang le miraban, se sentía un poco perdido, hasta hace una semana su única preocupación era saber qué era el aparato que lo transportaba a otro mundo.

-No podré hacer esto- Yoongi estaba acostado en la litera de arriba.

-Claro que podrás hacerlo- Taehyung comía un trozo de pan en la litera de abajo.

-Necesito irme- Yoongi sacó el reloj, las manecillas se movían, listas para transportarlo a un lugar más seguro.

El pelinegro bajó de la litera y comenzó a desvestirse, Taehyung se levantó, golpeando su cabeza en el proceso y miró a Yoongi sacar un par de trapos totalmente diferentes a los que utilizaban. Era una especie de jeogori, más corta y apegada al cuerpo, con un baji negro menos flojo, le pareció que su hermano se veía bastante bien y cómodo. Yoongi tomó el objeto en sus manos y miró a Taehyung antes de mover las manecillas.

-Cúbreme por hoy.

Taehyung asintió mientras observaba a Yoongi desaparecer, parecía que el viento se lo había llevado como al polvo. Parpadeo repetidas veces y efectivamente, Yoongi no estaba.

El pelinegro notó que se encontraba en un lugar cerca al apartamento de Hoseok, lo recordaba de esos últimos días. Caminó hasta llegar al edificio y entrar, al hacerlo el hombre de la entrada lo miró y sonrió.

-Chico, Hoseok salió hace unos instantes, creo que iba a bailar, ya sabes.

-Gracias- Yoongi sonrió y salió del edificio.

Caminó unos cuantos bloques, recordando el camino hasta la esquina donde Hoseok bailaba siempre. Al acercarse, podía escuchar la música, se metió en medio de toda la gente hasta quedar en primera fila. Hoseok bailaba con la misma gracia de siempre, Yoongi podía decir que hasta mejor. Simplemente estaba embobado por ese chico y no podía encontrar una explicación.

Mystery of love 《YoonSeok》Where stories live. Discover now