Siete

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El castaño miró a su pequeño pelinegro en medio de toda la gente que le observaba, comenzó a bailar, dedicándole algunos movimientos. Yoongi solo sonreía y se limitaba a aplaudir. Cuando Hoseok terminó, tomó el sombrero y lo pasó en medio de toda la gente.

-Creí que no ibas a venir- Hoseok daba un sorbo a su botella con agua, sentado en el suelo.

-Papá me obligó a unirme con los Hwarang.

Hoseok casi escupe el agua, miró a Yoongi y depositó la botella en el suelo.

-Espera, dijiste que no querías unirte, ¿por qué te obligó?

-Dijo que debería dejar de fantasear, que era momento que sirviera al rey tal y como él lo hace. Lo odio.

-¿Qué quisieras hacer tú?

-No lo sé, a veces escribo –Yoongi bajó la mirada -Son cosas sin sentido, cosas que me ayudan a no pensar que estoy loco.

-Me gustaría ver lo que escribes.

Yoongi sacó un pequeño pedazo de pergamino que tenía guardado en los bolsillos del pantalón y se lo tendió a Hoseok, era un fragmento corto de lago que el chico había escrito, pero Hoseok quedó fascinado.

"El musgo crece seguro en una piedra que no rueda
Si sabes que no puedes volver atrás, ahora puedes ganar a esos errores
Olvídalo
No es fácil, pero grábalo a conciencia
Si parece que te vas a estrellar, mantente fuerte, chico.
No importa qué tan espinoso es el camino, corre"

Hoseok miró a Yoongi sin creer lo que acababa de leer, el pelinegro lo miró y luego bajó el rostro de nuevo.

-Es un asco, lo sé.

-Yoongi esto es tan...genial- no sabía que palabra utilizar.

-No es genial, genial es lo que tú haces con la música.

Hoseok se levantó y estrechó la mano a Yoongi, el chico la tomó y ambos se levantaron del suelo. El castaño se acercó hacia la bocina y puso una canción, una nueva. Comenzó a moverse para que Yoongi le imitara, pero el chico estaba paralizado sin saber cómo moverse.

De pronto Hoseok estaba frente a él, bailándole y llamando la atención de las personas y de un momento a otro, Yoongi estaba siguiendo la música y bailando con el chico. Estaban muy cerca, tanto que Yoongi podía leer los labios de Hoseok sin entender realmente lo que decía.

"Podría sentir la tensión
Podríamos cortarla con un cuchillo
Sé que esto es más que solo una amistad
Puedo oírte pensando en ello, sí
¿Tengo que convencerte?"

Y con eso Hoseok le dio un corto beso a Yoongi, escuchando los gritos de una que otra chica emocionada por las relaciones homosexuales. Yoongi lo miró sorprendido y sonrió. Se acercó de nuevo a Hoseok para otro beso, solo para ser interrumpidos por algunos aplausos y unos que otros abucheos, pero nada importaba en ese momento, solo sentir sus labios juntos.

Al llegar al apartamento de Hoseok, Yoongi se despidió topermente y luego desapareció, necesitaba regresar a la casa Hwarang antes del anochecer, no podía ser descubierto en su primer día. Cuando apareció en la casa Hwarang, cambió su ropa y se acostó sobre su litera, guardando todo y fingiendo estar enfermo, tenía una sonrisa en el rostro y esperaba que nada la cambiara.

A la mañana siguiente, el entrenamiento comenzaba, desde las charlas y las asignaciones sobre filosofía china hasta peleas con espadas y cabalgatas. Yoongi seguía todo a precisión, siempre había sido muy dedicado a cualquier cosa que necesitara hacer.

Al llegar la hora de almuerzo, Yoongi corrió hasta su recámara, Taehyung le siguió pues sabía lo que su hermano estaba a punto de hacer, y no quería que se metiera en problemas.

-Te van a descubrir- decía Taehyung mordiendo un pastel de arroz y observando a su hermano cambiar su ropa.

-Le prometí a Hoseok que hoy me harían un corte de cabello.

-Yoongi- dijo Taehyung en un tono infantil –No puedes ir y hacer eso, no quiero que te castiguen –terminó con un puchero.

El pelinegro se acercó a su hermano y revolvió sus cabellos –Voy a estar bien, Tae Tae, lo prometo.

Yoongi tomó el reloj entre sus manos y movió las manecillas. La ciudad lo rodeaba de nuevo, corrió hasta la esquina en la que Hoseok bailaba siempre, pero no estaba, fue hasta su departamento y el portero le indicó que había salido. Solo recordaba un lugar en el que se podría encontrar, el llegar, vio a Hoseok comiendo un poco de ramen y un jugo.

-J-Hope, tu novio llegó, puedes dejar de llorar- dijo el chico tras el mostrador.

Hoseok se levantó de manera torpe y caminó hasta Yoongi, abrazó al chico, al separarse sonrió y lo condujo hasta la pequeña mesa donde estaba el ramen.

-¿Tienes hambre? Creí que no vendrías- Hoseok sonrió.

-Puedo comer de tu ramen, así no debes comprar otro.

-JK, otro ramen- dijo Hoseok.

Jungkook miró a su amigo y sacó su dedo de en medio para luego caminar y tomar el ramen, preparándolo. Lo llevó hasta la mesita, miró a Yoongi y sonrió. El pelinegro agradeció y comenzó a comer, observando como Hoseok no depegaba sus ojos de él. Creyó que había algo malo en su cara pero notó, gracias al reflejo, que todo parecía normal, a excepción de algunos mechones de cabello que caían en su cara.

Al terminar de comer, Hoseok pagó por el ramen extra y tomó la mano de Yoongi para llevarlo hasta la peluquería. Sus manos estaban entrelazadas, mientras el castaño le enseñaba unas nuevas calles al pelinegro, hablando de lo concurrida que podían llegar a ser y como a veces, las niñas enloquecían al ver uno que otro famoso. La calidez de la mano de Hoseok sobre la suya, le hacía sentir seguro.

Al llegar a la peluquería, un chico con tatuajes saludó a Hoseok, el pelinegro observaba con interés los dibujos de tinta sobre la piel del hombre. De un momento a otro, estaba sentado sobre una silla roja, con una capa negra cubriendo la parte frontal de su cuerpo.

Notó al hombre tomar unas tijeras mientras Hoseok le indicaba como quería el corte. Yoongi cerró los ojos, esperando lo peor, escuchó el sonido vibrante de algo lo que hizo que saltara un poco por el susto. El castaño comenzó a reír, Yoongi parecía un gato arisco, tratando de huirle al agua.

Cuando el hombre de tatuajes terminó, Yoongi abrió los ojos finalmente, notó como casi todo su cabello había desaparecido. Fue una sensación extraña no tener pelo cubriendo su nuca y parte de su espalda, pero se sentía bien. Se observó repetidas veces en el espejo, estaba feliz, por primera vez se sentía que encajaba en un lugar.

El hombre de tatuajes los dejó solos un momentos, Hoseok tenía una gran sonrisa dibujada en el rostro mientras pasaba su mano por el cabello recién cortado de Yoongi.

-Te ves muy bien, demasiado bien- su mano seguía tocando los cabellos de Yoongi.

-Gracias, jamás creí que esto fuese posible.

-Es posible en mi mundo- dijo Hoseok mientras giraba a Yoongi y lo fijara su atención en él.

Yoongi sonrió y sintió la urgencia de besar los labios de Hoseok, se acercaron y antes de besarse, Yoongi desapareció, dejando a Hoseok muy confundido. No había anochecido, por lo que no debía haberse marchado. Cuando Yoongi apareció en la casa de los Hwarang, sintió un fuerte dolor en el pecho que lo llevó a caer de rodillas contra el suelo. Algo andaba mal y debía averiguar que era antes que fuese demasiado tarde. 

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Capítulo largo por el abandono que les he hecho pasar xD 

La canción que baila Hoseok junto a Yoongi es Lost in Japan de Shawn Mendes :D

Gracias por leer <3

Mystery of love 《YoonSeok》Where stories live. Discover now