EL PROBLEMA (I)

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El día 19 de enero del año 2018 las vacaciones de verano serian una de las mejores que habían planeado la familia Cooper, las prepararon hace meses y el más feliz era el pequeño JÚLIAN. Los pasajes en avión los compraron con antelación, todo estaba donde tenía que estar, incluso su par de mascotas, dos peces que encomendaron al mejor amigo de Áaron para que la semana que estarían afuera no muriera de inanición.

No obstante, aquella mañana cuando Áaron despertó, sintió que algo presionaba su pecho y no era precisamente el antebrazo de su mujer que lo abrazaba. Tenía un mal presentimiento, como si el sexto sentido estuviera advirtiéndole de algo, y aunque la noche anterior había dormido poco pues se acostado tarde ordenando su maleta, no asimilo aquel sentir con su falta de sueño, sino con otras cosa, más profunda.

Al vuelo 123 con destino a Antofagasta, Chile, despegaba a las 11:40, sin embargo, a las 10:00, JADE la madre de Júlian, aun no salía de la ducha y Áaron ya comenzaba a impacientarse.

— ¡Vamos JE!—así le llamaba Áaron— ¡Es un vuelo de 2 horas, e iras a mi lado, si tienes un mal olor solo lo sentiré yo!

— ¡Ya salgo!—gritó aun estando bajo el agua.

Mientras tanto, el pequeño retoño sentado en su sofá de juguete apoyaba sus codos en las rodillas para soportaban su cabeza, estaba que se volvía a dormir y miraba a su padre con desazón. Él sabía al igual que Áaron que el camino hacia el aeropuerto no demoraría más de 15 minutos pero tenían que estar máximo 30 minutos antes para poder subir.

En ese momento el timbre de la puerta se escuchó y la silueta tras el ojo mágico indicaba que el trasporte estaba afuera. MAEL se había ofrecido a llevarlos aunque no estaba muy contento por el atraso de Jade.

— ¡Hey ÁARON!—dijo acomodándose bien su traje verde pistacho— ¡Si no sales luego, tendré que llevarlos en la patrulla!—dijo en su tono sureño marcado cuando le abrieron la puerta— ¿Sabes? Cuando voy atrasado a donde mi chica, prendo la sirena del coche patrulla y santo remedio. ¡Tengo el campo libre!—concluyó mientras acariciaba el pelo de Júlian.

—Pues no sería mala idea tío MAEL—instó Júlian—Mi madre nos está retrasando—comentó sonriendo.

— ¡Ya estoy lista!—gritó la mujer desde el baño. Saliendo vestida, solo faltándole los zapatos.

—pues si van a hacer eso tengamos cuidado con mi maleta, llevo algo delicado ahí—susurro Áaron al oído de Júlian, escuchando riff, pero no le importó, al contrario le convenía aquel cambio de planes.


LA BESTIA EN MI INTERIOR #wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora