Ya era momento de entrar a la escuela. La verdad, no estaba segura de si querer entrar. La última vez que entré estaba tan sola. Es muy complicado ser "La nueva", es decir, ya llevo dos semanas en la nueva escuela y es tan agotador no conseguir amigos.
Ya tenía un pie dentro y otro fuera y mentalmente quería que la tierra me tragase hay que tomarlo con calma y mirar hacia arriba. Así que con una falsa sonrisa me acerqué caminando, saludando cualquier persona que se cruzara para hacer creer a algunos que era muy popular.
Obviamente no lo soy. Soy la más ignorada de todos. Nadie me conoce. Cuando llegué a mi salón estaba mi hermano mayor, que por cierto, es profesor de educación física.
–Te daré clases hoy —dijo mi hermano sonriendo con malicia. Este hombre lo único que quería era hacerme enfadar. Puse mis ojos en blanco y lo ignoré. Me senté en el puesto de enfrente hacia la ventana y me recosté en la mesa ignorando a lo que sucedía a mi alrededor.
Tal vez soy la más ignorada porque me siento enfrente del profesor. Ahora sería "La lame suelas" lo que menos quería era eso. Dios, tengo esos pensamientos a menudo.
Cuando mi hermano entró soltó un libro en la mesa haciendo un estruendo en el que todos se voltearon a ver, al igual que yo.
–Soy su nuevo profesor de Gimnasia. –dijo paseándose por la sala. Una niña que estaba sentada en la mesa se volteó para mirar a mi hermano. –¿Podría posicionar su máquina de defecar en la silla?
La chica avergonzada de las risas a su alrededor, se sentó en la silla. Cualquier persona podría confundirla con un tomate de lo roja que estaba. Mi hermano se estaba pasando un poco, no quiero ni pensar en cómo le darían el sermón del mes.
—Para empezar, soy profesor. No "el viejo" ni mucho menos "el pedófilo de gimnasia". Por lo que sé, tienen camerinos para cambiarse de ropa. —dijo mi hermano. Todos dijeron un fuerte sí al igual que unos pequeños de cinco años. —Entonces, pueden irse a cambiar y esperamos en la cancha.
Al salir del salón mi hermano me detuvo. —¿Cómo te ha ido en estos días?
—Horrible. Ni siquiera he podido socializar. —dije haciendo puchero.
—Entonces... Te ayudaré un poco. —dijo sonriendo. No sé que se le habrá ocurrido, pero daba un poco de miedo. —Almuerzas conmigo.
Me guiñó el ojo y fue corriendo con unas llaves en las manos. Según yo, para abrir el gimnasio.
—¿Hablas con el profesor de Gimnasia? —una chica me habló luego de salir de un pequeño escondite. Por un momento pensé que era un acosador.
—Si... —dije dudando un poco de lo que dije.
—Woah... ¿Sales con un profesor?
—¿Qué?
—Pensé que eras una chica más tranquila al ver que siempre estabas solas. Woah... Eres una Casanova. Te gustan los mayores. —dijo la chica. Yo abrí mis ojos en asombro e intenté negar y negar, pero ella no escuchaba.
—¡No! No es mi novio. No-
—Es increíble, ¿Sabes que eso es ilegal? Si el director se entera, podrían echarte de la escuela y denunciar al profesor. —dijo algo triste, yo seguía negando, pero ella seguía murmurando y hablando. —no te preocupes, yo te ayudaré a que eso no suceda. Te podré ayudar en lo que sea, tú solo háblame. —y se marchó dando saltitos por el pasillo.
—Pero no es mi novio. —dije para mí misma. ¡Cielos! Soy la nueva ya tengo un alboroto. No uno grande, pero de apoco se va a ir esparciendo hasta que todos hablen de mí. No me gustaría pensar en eso, hasta ahora.
Llegué al gimnasio y me hermano estaba haciendo trotar a todos los demás. Yo me mezclé entre mis compañeros con los que nunca hablé para trotar. Y luego de 20 minutos nos detuvimos, y mi hermano hizo que todos fueran a buscar una colchoneta para hacer los siguientes ejercicios.
—Este desgraciado, siempre haciendo cosas que no sirven para nada. —dije a mormuros. Tomé mi colchoneta cuando la puerta de la bodega se cierra. —¡¿Eh?! Dios, dios... Que sucede.
Empecé a tirar de la puerta para que se abra. El timbre sonó tres veces quiriendo decir que es un simulacro de incendios. Yo asustada me pasaron miles de cosas por mi mente.
—Moriré quemada, seré una ______ tostada. —golpeé la puerta una última vez y me senté en el suelo. Dejé de pensar en cosas tontas y me detuve a descansar. —Tranquilidad... No pasará nada, alguien debe de venir por ahí recordando que soy una alumna pérdida. —luego de decir eso recordé que soy en cero a la izquierda de la escuela. Golpeé mi cabeza en la puerta —tonta... Tonta... Tonta.
—¿Ya terminaste con tu alboroto?
Al instante me quedé de piedra y giré mi cuello y torzo para mirar detrás de mí. Al observar lo único que vieron mis ojos fue el cabello de un hombre.
¡Estoy encerrada en la bodega con un hombre!
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Entre dos Bandos |Renjun, Jaehyun (NCT) & Tú|
FanfictionLa vida de ______ cambió rotundamente en el momento que conoció a Renjun. El hijo de un CEO muy conocido. Renjun es conocido por ser la persona más popular de la escuela y esto hace que en el momento en el que se conocen todo se vuelva patas arriba...