Cap. 5

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¿Qué acaba de decir?

—Ya sabes... Pues verás, necesito una persona para ayudarme. Tareas, desayuno, almuerzo y esas cosas que mis manos no pueden hacer. —dijo. Yo lo miré extrañada. Cree que lo haré, que estupidez.

—Me niego. —dije. Decidí no querer hacerlo. Porque haría esas cosas cuando debe tener miles de empleadas para él solo que le hagan la comida. Su padre es rico, pueden hasta traerle comida de un hotel, de otro país o restaurante.

—Sería una lástima que alguien exparsiera más rumores sobre ti... ¿No? —dijo. Está tratando de manipularme y lo sabía. No lo haría, para nada. ¿Quién se cree que es?

—Haz lo que quieras. Me niego a tal oferta. —dije. Él se acercó y me acorraló en la pared. —¿Q-qué haces, animal?

El tocó mi nariz y al instante sentí como el color de mi cara cambiaba. —Piensalo.

Luego de eso se fue tranquilamente caminando haciendo como si nada hubiera pasado. ¿Qué fue eso? ¿Por qué lo hace? ¿Acaso es gracioso para él verme de esa manera? No pude evitar escuchar una voz proveniente de mi cabeza decir «Si que lo es» respondiendo a la respuesta anterior. Dejé de pensar tanto y me fui a la sala.

—¿Sabían que ______ perdió el bebé del profesor de gimnasia?

Daebak, realmente es de esas

—______ no es virgen.

—Ella es pobre, por eso estuvo con el profesor.

Los rumores seguían esparciendose como la peste negra y cada vez me arrepentía de no haber aceptado la propuesta de Renjun. Al llegar al mercado para comenzar a trabajar varios chicos me siguieron para seguir hablando a mis espaldas a pesar de que esté en el trabajo.

—______ trabaja aquí con otro chico.

—El es el otro chico con quién engaña a Renjun.

—¿Creen que sea el papá del bebé que perdió?

—No, él debe ser con quien perdió su virginidad.

—Que mordaz.

—¡Si no van a comprar nada, pueden irse! —medio gritó Jaehyun. Al parecer estaba un poco harto sobre la gente que no entraba a comprar. En el momento en que Jaehyun gritó, todos se fueron de inmediato. Jaehyun definitivamente era mi héroe.

—Le he traído el abrigo y el paraguas. —dije. Se lo entregué en sus manos a lo cual ambas se rozaron sin querer. Sentí esa pequeña electricidad que me hizo sentir un cosquilleo en el estómago.

—Gracias. —dijo. Volvió a la caja contando el dinero que había dentro y luego la puerta sonó. Era Nayeon. Al verme simplemente sonrió al igual que sus amigas que la seguían.

Comencé a limpiar el pasillo donde dejaron la suciedad los chicos que me habían seguido para solo acosarme. En el rato que Nayeon pagó la bebida que compró, pude ver cómo fingía que la bebida se le caía de la manos. La bebida salió volando con el gas dejando el piso un charco de bebida. Debía limpiar el desastre que ocasionó.

—¡Cuánto lo siento! —exclamó inclinándose hacia Jaehyun. Yo solo comencé a limpiar el desastre que acaba de ocasionar Nayeon.

—No se preocupe. —dijo Jaehyun. Maldita desgraciada, lo hizo a propósito. Nayeon y sus amigas se fueron después de un rato mientras que yo limpié todo.

—¿Van en su escuela? —preguntó repentinamente Jaehyun.

—Vamos en la misma clase. —confirmé luego de dejar el piso brillante.

—Ya decía yo que no fue un simple accidente... —dijo. Se sentó en la silla que estaba cerca y yo me apoyé con el palo del trapo.

—¿Usted también lo notó? —pregunté.

—Si. La bebida no era lo suficientemente grande como para que cayera de sus manos. Fue un accidente ocasionado. —dijo. Yo asentí y seguí con mi trabajo.

Luego terminamos y Jaehyun cerró el mercado. Tomó su abrigo y el paraguas, no estaba lloviendo, pero yo lo había traído para devolvérselo. Caminamos hasta llagar una parada de buses lo cual nos sentamos y esperamos un buen rato. En ocasiones nos levantamos para ver si venía algún bus hasta que nos quedamos parados esperando.

—Ha tardado bastante el bus. ¿No tiene frío? —me preguntó. Yo negué con mi cabeza, si tenía frío, pero no quería su abrigo otra vez así que disimulé no tener frío.

El bus llegó y en despedida me incliné hacia Jaehyun. Cuando llegué a casa mi hermano estaba siendo regañado por mi mamá.

—Te dije que no fueras a la misma escuela que tu hermana menor. —dijo. Mi mamá se veía demasiado frustrada.

—Lo sé, pero usted sabe, fue el único lugar en el que me recibieron. —dijo. Yo entré despacio pasando por detrás de ella para irme a mí habitación sin ser regañada. Pero el piso crujió y mi mamá se volteó a verme.

—¡Estás evitandome! Ven aquí niña malcriada —dijo. Mi mamá se levantó y al instante me siguió para golpearme.

—¡No, mamá! ¡Por favor! —corrí lo más rápido que pude mientras ella me seguía y cuando llegué a mi habitación, cerré la puerta para que no entrara.

Al día siguiente fui a la escuela y como habían tantos rumores, cada uno se iba borrando o evolucionando. Apenas entré y todos los rumores con Jaehyun se exparsieron. Lo cual fue una lástima, porque él no tenía nada que ver con el tema. Al instante busqué a Renjun para decirle que  haría lo que fuera para evitar los rumores que ya estaban cansandome. Pero no lo encontraba por ninguna parte hasta que lo vi arriba de un árbol estaba dibujando en una hoja.

—Renjun. —dije. El miró hacia abajo cuando lo llamé, y al verme bajó del árbol.

—Vienes a decirme que lamentas todo y que si aceptas mi trato. —dijo. No di respuesta a eso, ya que, siguió hablando. —mi oferta sigue en pie por lo que ves. Soy una persona generosa, bastaaante generosa. Y para que la acepte, debes arrodillarte.

Abrí mis ojos bastante. Él solo hecho de que me arrodille me golpeaba el orgullo, más por una persona como él. ¿Acaso cree que soy su perro?

Entre dos Bandos |Renjun, Jaehyun (NCT) & Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora