Capítulo 3

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A la mañana siguiente, me desperté y cuando ví hacia mi lado, están mi mejor amigo, abrazado y desnudo junto a mí, ¿qué había pasado la noche anterior?, ¿qué rayos?, se supone que soy un hombre que es heterosexual y que tiene diecisiete años. A mi me gustan las mujeres, y entre tanto mis ojos se me llenaron de lágrimas e inicié por hablar a Brian.
—¡Oye!, ¡Oye!  Maldito cretino-le grité para que despertara de inmediato.
En instantes ví cómo despertó de improvisto, asustado y agitado donde alcé mi voz.
—¿Qué pasa Daimon?-asustado me contestó cómo si hubiese despertado de una pesadilla.
—Cómo que, ¿qué pasa Brian?, mira como estamos, desnudos los dos en tu cama y en tu casa-proferí enfadado e incrédulo de todo lo que me estaba pasando a mí.
En ese mismo momento, me vestí observando como Brian, mi mejor amigo estaba por llorar, en la manera en que le desperté y dije todo.
—Anoche me decías que eras mi amor, me pedías más Daimon- me sollozó e intentó abrazarme por la espalda, mientras me colocaba mis converse.
—Eres mi mejor amigo Brian, eso que jamás se te olvide, de nuestra amistad nunca pasará algo más.....-sin siquiera poder terminar mi frase me interrumpe abrazandome con fuerza.
—Por favor Daimon, yo te amo y quiero que seas mi novio, no me dejes así, yo no quiero hacerte daño, sólo dejame demostrarte cuanto te amo Daimon-me platicó llorando y abrazandome con fuerza aún.
—Pues ya que me interrumpiste, te digo y te reitero, no voy a ser tu novio, nunca y lo que paso anoche fue algo sin significado para mí, ¿entiendes?-le contesté frío e vice que sacara las manos y/o brazos de encima, me paré de la cama donde estaba sentado, miré a Brian un momento con mis ojos un poco aguados y me fui a casa lo mas rápido posible.
De camino a mi casa, no podía sacarme la imagen de Brian llorando, lo de la noche anterior, su tristeza, sus labios, su cariño, sus manos y la manera de tocarme... En cómo fue tan cuidadoso conmigo, hasta que empecé a enfadarme porque soy un hombre que no se enamora de su mejor amigo.
¡No! Que estoy haciendo, Brian es mi mejor amigo, no puedo, ni debo tener sentimientos hacia él, que estúpido eres Daimon, que estúpido eres. Pensé en susurro.
Cuando llegué a mi casa, me dirigí a mi habitación y me recosté en mi cama. Las imágenes de Brian cuando entró en mí para tocarme, volvieron como un frenesí, y eso hacía que me tocara parte por parte, y al ver la imagen de mi amigo en su tristeza, verlo llorar y él suplicarme que me quedara y fuera su novio, y al decirle que no, con mi frialdad, me colocaba triste y me hacia pensar que era un verdadero imbécil al tratarlo mal e intenté llamarle, pero temo que él me colgaría él teléfono por como le contesté, y al paso de las horas comencé a llorar por ser un idiota.
Sólo puedo decir que creo y sólo creo que me estaba enamorando de Brian, y que hay otra cosa más, ya quiero wue me toque de nuevo como lo hizo la primera vez que me quito mi virginidad y que sea mi novio.
No quise ir al colegio para evitar encontrarme con Brian, ya que me imaginaba su rostro triste y su alma desecha. Seguí llorando en mi cama, acostado, deprimido y sin tener ganas de levantarme, ni para comer.
Del trabajo de biología no tenia idea de como lo iba a terminar sin él, estos sentimientos contradictorios y la lucha constante por ser sólo su amigo, ya me tenía muy mal.
Durante el día todo era más lento, menos bello, más gris sin su voz, sin su sonrisa, sin su cuerpo, en teoría sin nada de mi Brian todo era una mierda.
Al llegar la tarde y al estar solo en casa, miraba mi celular para ver si tenía algún mensaje de mi amor, pero nada y era como hubiese desaparecido de la faz de la tierra, hasta que me decidí llamarlo.
—Vamos amor contestame-nervioso y desesperado le marcaba a su teléfono y no me contestaba.
Después de varios intentos, muchos minutos y segundos, al fin me habrían contestado su celular, pero no él sino su madre diciéndome que Brian iba camino al hospital en la ambulancia porque lo había encontrado en la tina del baño con sus brazos cortados profundamente y que estaba inconsciente, entre la vida y la muerte.
Se me llenaron los ojos de lágrimas, dejando la línea abierta y descolocado con la noticia, hasta que no aguanté más y me puse a llorar como una Magdalena. Inmediatamente después me vestí bien para ir a ver a mi amor al hospital, debo admitir que temblaba entero y de camino al hospital angustiado, preocupado y muy deprimido por mi Brian, casi me atropellan. Él tiempo se me hizo eterno hasta que por fin llegué y ví cuando lo entraron en la camilla, conectado a máquinas, oxígeno y suero.
En unos instantes ví a la mamá de Brian, me acerqué y la abracé muy fuerte, los dos lloramos porque queríamos que él estuviera bien, sano, lleno de vida y sonriente como mi muchacho de ojitos de color era.
—Daimon se lo que sientes por mi hijo-me platicó directamente la mamá de Brian.
Él me dejó una carta diciendo que te ama y se que tu sientes lo mismo, no lo niegues y se que ya tuvieron relaciones. Agregó sin molestia.
—Señora, él es mi mejor amigo y no es correcto que seamos novios, yo no quiero herirlo, aunque lo amo, mi familia no lo aceptará-proferí llorando y muy arrepentido de haberlo rechazado y tratado mal.
Yo lo rechazé, señora esto es mi culpa, soy un idiota, si Brian yo tengo la culpa, señora soy un estúpido mal nacido, no debí rechazarlo, soy un maldito mil veces maldito, pero lo amo mas que a nada en este mundo. Agregué desesperado, alterado con mucho llanto.
—Tranquilo hijo, todo pasará, sólo es cosa de fé-me habló abrazandome resignada.
Toma Daimon, aquí esta la carta de mi hijo, espero que ya no se rechacen más. Agrego aún resignada y tratando de mantener la calma.
Guardé la carta de Brian, cuando de momento ví que él doctor se acercó hacia nosotros. Nos miramos con la madre de mi amor, y éste nos dió buenas noticias, que él estaba respondiendo bien al tratamiento, y que pronto despertaría si salía todo tal cual como ellos esperaban.
Me puse feliz de que al fin había una buena noticia, y sólo quiero ver a Brian, ya quería tocarle sus manos, quería hacerle cariño y no omitir mis sentimientos hacia él, sino que mostrarle que de verdad me importa, que quiero que sea mi novio, que quiero ser su mujer por siempre.
Pero eso depende de él, aunque voy hacer todo lo que esté a mi alcance para conquistarlo y que tan sólo quiero que sea mío.

Tan Sólo quiero que seas míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora