Capítulo 7

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Debe estar feliz porque nos tiene, y siente la voz de nosotros, me acaricio él vientre, mientras vemos llegar a un garzón, con Brian recibimos la carta y los dos pedimos pastas con salsa Alfredo, una sopa, para mí una bebida Kem piña, para él una copa de vino, más él postre que fue un suspiro limeño para cada uno.
Una vez que nos trajeron las cosas para comer, hablábamos con Brian al respecto de. Cuando iríamos a comprar las cosas del bebé, que estaríamos mucho más unidos, y además que cualquier cosa que pasara se lo dijera, con eso se refería lo que había pasado hace un rato atrás.
Tiempo más tarde ya casi acabando mi plato de fideos, es lo más rico que he probado, los como con que ganas, y de repente me doy cuenta, al mirar de frente a mi amado, me estaba viendo con una expresión de felicidad en su rostro al verme comer, al observarlo a él y a su plato a la misma vez, ya había terminado. Tras terminar él plata proseguimos los dos con el postre, y entre el postre lo noté extraño.
—Daimon te tengo una sorpresa-me habló un tanto sonrojado, dejando la cuchara al lado de su postre a medio terminar.
—¿Qué sor...sorpresa amor?-le interrogué nervioso sin poder comerme él postre.
De repente veo que vienen por él pasillo con una copa de bebida para mí y para éste champagne, miré que se levantó de la silla, para luego arrodillarse ante mí, yo me coloqué nervioso que mi pancita comenzó a dolerme un poco, cuando de momento viendo a Brian, con un tenedor limpio, sacó de mi copa un anillo, y yo sin poder contenerme, se me llenaron mis ojos de lágrimas, pero no de tristeza sino que de felicidad.
—¿Amor, quieres casarte conmigo?, aceptarías ser esposo de éste hombre humilde, que no puede ofrecerte grandes riquezas, pero si su corazón íntegro y puro-me preguntó ilusionado.
—Si mi amor, acepto ser tu esposo, acepto todo de tí, eres mi vida, mi mundo y mi todo, no le importan las riquezas, sólo tú y nuestro hijo, mi vida-le respondí con mucha emoción y lágrimas.
Cúa do de momento ví que dicho anillo fue a parar a mi dedo anular izquierdo, después de sucedido esto, lo abracé y lloré de la emoción que siento.
Al pasar aquel acontecimiento importante, pusimos fecha para octubre, y ser esposos al fin.
Comenzaron a pasar las semanas, mi vientre se me empezó a abultar más, me hicieron otra ecografía, fue en cuatro D, mi bebé se parece a Brian, es idéntico, mismas facciones de cara y tiene algo de mí, todo va bien, incluso aparte de llover todos los días, estoy bien y feliz con mi amado.
Sin darnos cuenta como pasaban las semanas, tuve que hacerme varios exámenes, pero dentro de todo bien, hasta que pasaron dos meses más, no puedo creerlo ya tengo seis meses de embarazo, mi hijo se mueve y lo siento muy fuerte dentro de mí, mi espalda me duele, y me dan calambres en las piernas que me hacen llorar.
Brian cuando llega en las tardes de su trabajo, me hace masaje en la espalda y en las piernas, ricos masajes por lo demás. Ya sólo quiero que mi bebé nazca y que también nos casemos con mi amor, hay veces que mi hijo se me incrusta en las costillas que me hace llorar porque se me atraviesa por dentro y eso me duele mucho.
Días mas tarde fuimos con éste al centro comercial a comprar la ropa para nuestro bebé, su cunita, su coche, sus muebles, un porta bebé, una mecedora, su sillita, sus mamaderas y pañales desechables, y de género, fue de pronto al salir de la tienda, ví a mi mamá comenzando a temblar y a recordar todo lo que me dijo e hizo. Mi futuro esposo se dió cuenta de que temblaba, y que también me puse inquieto, que me descompuse, sintiéndome mal. Mi amado hizo que me sentara un momento, en eso veo que se acerca a nosotros.
—Tranquilo mi amor por favor-me dice preocupado y me toma de las manos.
—S...si amor-tartamudee temblando de miedo y en eso interrumpe mi mamá.
—Adi que supuestamente, ¿estas embarazado?, Ja Dejame decirte que no te creo tu teatrito o ¿no te quedó claro con la golpiza que te dí?, ¿Quieres que te de otra?, además mirate, par de mocosos estúpidos-nos habló sarcástica.
—¡Mama basta!, ¡basta!-exclamé tratando de no alterarme, pero no podía.
—Amor calmate por favor-me platicó Brian muy preocupado e intentando calmarme.
—¿Que calmate?, niño ignorante-aun profiriendo con sarcasmo y pesimismo.
—Vamonos Brian, ¡hay!, ¡me duele!, ¡el bebé!, ¡mi pancita me duele!-exclamé con dolor y una mano en mi vientre sintiéndolo duro, me caí de rodillas.
La gente del local oyó los gritos, y yo de rodillas, por otro lado mi amor fue a buscar a un guardia de seguridad e hizo que la tuvieran en custodia, mientras la misma persona que nos vendió las cosas para él bebé, hizo que me recostara en el piso colocándome una almohada en la cabeza, yo lloro por mis dolores, y Brian me sujetó una mano diciendo que la ambulancia venía en camino. Respiro profundo mareado, hasta que después de unos cuantos minutos, me colocaron en una camilla, me tocaba él vientre y lloraba porque no quiero perder a mi hijo, uno de los paramédicos estiró mi brazo, y me colocó suero, me taparon con una frazada gruesa, tenía frío, y mi amado iba al lado mío, hasta llegar a la ambulancia. Antes de irnos vimos llegar a la policía, Brian les dijo lo sucedido, me subieron al vehículo y mi amor hizo lo mismo, así trasladándome al hospital más cercano.
De camino al recinto hospitalario, empecé a pestañar con mucha pesadez en los ojos e instantes más tarde no supe de nada más.
Abrí lentamente mis ojos, preguntándome donde estaba, miré hacia él lado y ahí estaba él, se veía preocupado, por mi parte esta a adolorido, cansado, con mucho sueño.
Mi amado se acercó con la silla que había allí, yo me toqué mi vientre sintiendo uno que otro movimiento de mi hijo.
—¿Cielo estás bien?, ¿te encuentras bien?- me interrogó con expresión de horror en su cara, mientras me sujetaba una mano.
—El bebé, ¿está bien?, yo sólo recuerda la ambulancia, recuerdo que apareció ella y me dolía mucho mi barriguita, amor-le contesté un poco confundido.
—Tranquilo amor, ahora que despertaste te van hacer una ecografía, estoy preocupado cariño, te preocupaste demasiado, te alteraste-me platicó con mi mano sujeta y con su otra mano me acaricia él rostro.
En eso veo que llega él doctor a la sala, comienza a revisarme y después que terminó de revisarme, me trasladaron en la camilla a otra sala, mi Brian venia detrás de mí, cuando e. unos instantes me descubrieron él vientre, colocándome gel y él ultrasonógrafo, con Brian estamos nerviosos y no se como esta mi bebé.
—Veamos que tenemos aquí-arguyó él médico moviendo dicha máquina.
Cuando me mostraron al bebé por la pantalla, se empezó a mover mucho, me relajé un poco más, pensé que había pasado algo, mi futuro esposo sonreía al ver al bebé completo y moverse, de pronto él doctor dijo que no tenía nada malo, pero que no debo pasar períodos de estrés, porque le hace mal al bebé, hasta que terminó la ecografía.
—Por ésta noche él señor Alonso se quedará en observación, llegó con una crisis de estrés terrible, esto pudo afectar al bebé, así que señor Katsuki que su esposo no se altere por nada, por favor se lo reiteró-argumento él médico con voz de preocupación .
—Si doctor, no se preocupe, Daimon no se alterará más-le habló a mi amado sin titubear, al doctor, y con estrechón de manos.
Me llevaron nuevamente en la camilla devuelta a la sala, me preocupa todo aún, las cosas del bebé, todo en teoría. Me siento agotado y mi amado no quiere que me preocupe demasiado por nada, y no me di cuenta de cómo llegué a la sala, sólo ví que Brian se sentó en aquella silla de nuevo y yo cerré mis ojos, tratando de descansar un poco, no alterandome, y después en unos momentos me dormí hasta él día siguiente.
Al despertar en la mañana, fue muy temprano porque aún estaba un poco oscuro, me levanté de la camilla sin ver que mi amor estaba durmiendo en la silla, caminé hacia él baño afirmandome de algunas paredes y camillas, cuando de repente sientonque me sujetan por atrás de mis brazos ayudándome, si era mi futuro esposo. Aún estaba un poco tembloroso, pero Brian me apoya en lo que necesito y mientras orinaba me comenzó a conversar sobre que hoy en la hora en que salgamos de aquí, las cosas del niño empezaran a llegar enseguida, ya que estaba todo programado, con respecto a mi mamá, bueno mi vida no me deja saber mucho de ella, pero es por mi bien.
Sólo falta que él doctor aparezca y me dé de alta, salí del baño junto a Brian, caminando lento hasta llegar a la camilla, hizo que me recostada y me acomodara, de pronto a una enfermera que traía una bandeja con mi desayuno, y admito que no tengo nada de hambre.
Mi amor se acercó con la silla y empezó a darme de comer, cucharada tras cucharada, como nos cuida, eso me gusta, me enloquece y todo lo demás, mientras comía él bebé se comenzaba a mover por la comida, hasta que tiempo mas tarde acabé todo de mi bandeja, y de momento ví a la misma persona que entró para retirar lo que ya me había comido.
Estoy aburrido en él hospital y eso que ha sido sólo una noche, ya quiero ir a casa, quiero mi cómoda cama, y mi cojín de conejito que Brian me compró, aquí me duele mucho mi espalda, por otro lado mi cielo hermoso me hacía tener paciencia, me toca él vientre, le habla al bebé para que cuando nazca, esté sano y fuerte.
Cuando menos me lo esperé, durante la mañana apareció el doctor, me revisó nuevamente, y ya una vez hecho esto, me dió él alto, me volvió a reiterar a mí y a mi vida que debía permanecer en completa calma, sin nada de fuerzas, ni esfuerzos, en reposo absoluto, excepto que debo caminar lo que pueda y nada de alteraciones.
Me levanté de la camilla con la ayuda de mi amado, me vestí con mi ropa, ya que tenia la ropa del hospital y salimos. caminando los dos a la espera de un auto, mi pancita ya pesa, mi espalda no da más y en un instante ví que Brian hizo parar un taxi, no subimos, llendonos a casa de inmediato.
Al llegar a nuestro hogar, me senté un momento en él sofá y cuando cerró la puerta, me mandó a la cama, me ayudó a pararme del sillón y me ayudó a caminar, hasta llegar a nuestro cuarto, estaba él cojín de conejito ahí en la cama, me desvistió haciéndome colocar un pijama largo, ya que hace frío, y al momento de recostarme, puse a mi conejito de base para apoyar mi vientre, y colocar una pierna encima, mientras mi futuro esposo me arropaba muy bien, para no pasar mucho frío. Me sentí tan cómodo en nuestra cama y con mi cojín, que además de éste, se quedó conmigo, me empezó a mimar, acariciar, y hacer atento a cualquier cosa que yo necesitaba en ese momento, estaba todo tan tranquilo y al sentir sus caricias, coloqué una mano en mi pancita, y ya sin darme cuenta me dormí.
A lo lejos, sólo escuché un descansa mi amor que estaré aquí para cuidarte todo lo que haga falta, te amo a ti y a nuestro bebé hermoso que está por nacer.

Tan Sólo quiero que seas míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora