ChangBin siguió la silueta de Felix con la mirada hasta que lo vió convertirse en sólo en una sombra y luego simplemente en obscuridad. La obscuridad que lo permeaba todo a su alrededor.
Algo en su interior se retorció en cuanto no pudo distinguir su presencia, y un sentimiento de arrepentimiento y dolor se instaló en su pecho.
¿Por qué tenía este sentimiento de añoranza incrustado en el pecho cuando lo que tanto había buscado estaba sucediendo?
¿Por qué tenía esas inconmensurables ganas de llorar, cuando él había provocado todo aquello?
¿Por qué la imagen de su rostro desbordado por aquellas lágrimas le causaba tanto dolor?
¿Por qué tenía ese anhelante deseo de ir a su busca y acoplar sus labios nuevamente?
- Perdón - susurró proyectando la mirada de Felix una y otra vez en su mente, como si de una película muda se tratase. - No estoy listo. - dijo tomando su rostro entre las manos, apoyándose en el muro, dejando caer su espalda hasta quedar sentado en el suelo. No sabía porqué decía, hacía y sentía eso. Su corazón se había adueñado de todos sus sentimientos y palabras. Dejando al confundido y asustado ChangBin en el pasado. - Soy un idiota. - se dijo rompiendo a llorar sin poder contenerse. Cen lo observó todo desde una distancia considerable tratando de mantenerse tiesa y firme ante la situación. Pero sólo un sollozo de ChangBin bastó para remover todos sus sentimientos y empujarla a sentarse junto a él y rodearlo con sus pequeños brazos.
- Shh, está bien. - trató de tranquilizarlo dando pequeñas palmadas en su espalda. Sintió como los pulmones de ChangBin se llenaban de aire solo para ser expulsado en un nuevo sollozo.
- No está bien - dijo mirando su hilo rojo. Este seguía ahí solo que se encontraba un tanto deshilachado. Cen lo observó con cautela. - Felix ahora me odia - susurró ChangBin entre sollozos - y me odiará más luego. - murmuró sin dejar de ver su hilo.
- No digas eso. - lo tranquilizó Cen buscando su mirada - Felix te ama - afirmó con total seguridad - Tu hilo está así porque lo has herido, pero mira - levantó su hilo y pudo ver más de cerca la separación de los hilos deshilachados. Pensó que todo iba tan bien y así resultaban las cosas. - No esta roto. - intento hablar con cautela. ChangBin la observó con lágrimas cristalinas en sus pupilas. - No está roto porque él te sigue amando. No importa cuanto daño le hayan causado tus palabras. - Le dijo sintiendo que si veía una lágrima más caer. Ya no podría ser fuerte por ambos. De repente, pudo ver a ese pequeño niño asustado que temía darse a conocer verdaderamente. Que temía expresar su amor por la música, que temía expresar su verdadero ser y reconocer lo que realmente es.
- ¿Y qué tal si se rompe en cuanto Felix recuerde todas las palabras que le dije? En cuanto él me vea...- inquirió ChangBin apretando los labios con fuerza. - Entonces se romperá. - reconoció con pesar y una lágrima escapó de sus ojos. Recorriendo su pequeño rostro.
- ¿No es lo que querías? - le preguntó Cen sin un ápice de sarcasmo o ironía en su voz. Simplemente quería sacar al verdadero ChangBin de entre las sombras. Quería que reunierá todo el valor que poseía y se aceptará así mismo.
- Si. Es decir...eso quería. - «Pero ahora ya no.» pensó contradictorio. - Pero, ahora...ya no estoy seguro.
- No estas seguro - repitió Cen - No estas seguro porque lo amas, ChangBin. - afirmó está sonriendo. Tratando de demostrarle que tenía todo su apoyo.
- No estoy seguro porque a su lado no me sentía tan solo. Porque al ver mi hilo siempre recordaba que había alguien del otro extremo y eso hacía que no me sintiera solo. - explicó ChangBin y entonces lo comprendió. Felix hacía que la soledad que sentía como un abrasador frío se esfumara. Estar con Felix lo hacía sonreír. Su simple presencia hacía que su corazón se acelerase. Pero tenía tanto miedo, dios. Podía jurar que si lo tenía. Un miedo tan profundo que le calaba los huesos. El miedo al cambio. El miedo a reconocerse y aceptar lo que era. - No estoy seguro porque me gusta estar con Felix. - Se sinceró y una lágrima surcó su rostro sin poder contenerla. - No estoy seguro porque me gusta Felix - reconoció en un suspiró y miró al cielo respirando pausadamente - pero tengo tanto miedo, Cen.- le dijo.