- Vamos una vez más - anuncia Chan por décima vez en los cinco minutos que llevaban practicando.
- Si vuelvo a escucharte decir eso una vez más juro que te tírare por la ventana - sentencio Seo ChangBin quién ya estaba fastidiado de tener que rapear la misma parte por décima vez.
- Que bueno que estamos en una cochera entonces - JiSung les sonríe intentando disipar la tensión que rondaba en el aire. Su optimismo también comenzaba a fastidiar a ChangBin. De un momento a otro todo le ponía los pelos de punta. ¿Y quién mejor para fastidiarlo que el optimista y siempre sonriente Han JiSung?.
JiSung era un chico demasiado energético para el gusto de ChangBin, siempre iba por ahí sonriendo y tirando flores por los caminos de la vida. Llegaba un punto en el que hasta su cabello comenzaba a fastidiar a ChangBin. Quizás porque era su opuesto completamente, sus ropas coloridas eran totalmente diferentes a las negras que llevaba ChangBin siempre, su voz, su cabello, sus formas de ver y vivir la vida eran sumamente diferentes.
- No sé conducir pero no me importaría subirme a ese auto, presionar y mover todo hasta que de en el blanco y te atropelle. - JiSung se levantó del sofá y le dedicó una mirada de lástima algo dolorida antes de dejar la cochera.
- Está vez si te pasaste, ChangBin. - Chan se le paró enfrente desafiandolo.
Chan, por otro lado, era una persona protectora a quién ChangBin odiaba admitir que le debía algo de su vida. Era sumamente gracioso y como un padre para ChangBin, ya que le había proporcionado un techo y alimento durante los primeros días en los que ChangBin se vió obligado a abandonar su hogar. - Estos días estás actuando como un completo imbécil. Deja de actuar como un emo dark sin sentimientos por una vez en tu vida, ¿quieres?. - la voz y expresión de Chan le dieron a entender que no estaba jugando, y eso no era al algo común. Aún así ChangBin le regaló una sonrisa burlona y lo miró a los ojos contraatacando.
- ¿Qué? ¡Vamos, eres mamá Chan! Ve detrás de él como siempre. - le señalo la puerta de la cochera - ¿O te quedarás a regañarme, mamá Chan?
- Tú... - el rubio de cabello rizado y con mechas azules levantó su puño en señal de que iba a golpearlo e inmediatamente lo bajo - eres un completo imbécil. - al segundo siguiente se dió vuelta y al estar frente a la puerta volteo a verlo - ¿Qué demonios te sucede? Este no es el ChangBin de quién me hice amigo, este no es el ChangBin con quién formamos 3Racha.
- Trae a JiSung y te diré exactamente que me sucede - Chan le dirigió una última mirada antes de salir detrás de JiSung.
3Racha era el nombre de la banda de tres integrantes compuesta por Bang Chan, Han JiSung y él. Hacían música y cantaban, hacían rap. Al principio era una forma de escape para él, dejaba fluir sus sentimientos en las letras de sus raps. Sin embargo, eso había terminado en cuanto se dió cuenta que no solo era un pasatiempo sino que era su sueño. Sólo entonces pudo ver que no llegarían a ningún lado, sin importar cuanto se esfuercen o cuánto lo desee.
Era cierto, el ChangBin que había sido antes ya no existía.
El ChangBin que era amable ya se había cansado de serlo, el ChangBin apasionado por el rap ya estaba harto de no llegar a ningún lado. Estaba harto de correr en círculos.
Había invertido los últimos años de su vida en hacer música y jamás habían llegado a ningún lado, ya estaba harto de no tener su propio dinero, ya estaba harto de no ser reconocido y sabía que eso jamás pasaría. Eran unos fracasados y se quedarían así por siempre.
No.
Al menos no él. Ya era hora de buscar otra salida.
- Aquí estoy, más te vale que te arrodilles y me lamas las suelas de los zapatos si quieres mi perdón. - dijo JiSung quien había entrado nuevamente seguido de Chan.
