Felix se había marchado ya, recordandole por decimoctava vez que podía servirse lo que quisiera y que se sintiera como en su propia casa.
ChangBin atendió a todas las peticiones de Felix y se preparó algo de comer, vió un par de capítulos de un anime que le gustaba y se fue a acostar temprano.
"No te quedes despierto hasta muy tarde." Le había pedido Felix. Despidiéndose con un "Come bien y cuidate mucho, Binnie."
ChangBin recostó la cabeza sobre la almohada y se obligó a cerrar los ojos. Sin embargo, la voz, el rostro, la sonrisa, las pecas de Felix seguían apareciendo como una secuencia interminable dentro de su mente.
- Cen... - llamó ChangBin en medio de la oscuridad de la habitación. Cen no se inmuto y decidió ignorarlo a ver si así podría dormir un poco y sin interrupciones. - Cen... - volvió a llamarla ChangBin.
- Deja dormir, por favor. - pidió Cen removiendose en el aire, quejumbrosa.
- Cen, ¿está mal querer echarle un vistazo a la habitación de Felix...en este mismo momento? - Cen abrió un ojo y luego el otro formando una sonrisa con los labios parecida a la del gato en Alicia en el país de las maravillas.
- Yo me pregunto... - habló Cen bajando lentamente al suelo - ¿qué estamos esperando? - cuestionó saliendo cuál flash por la habitación. Emocionada como una niña pequeña a punto de jugar a la búsqueda del tesoro escondido.
***
Una vez frente a la puerta, ChangBin se preguntó si era lo correcto entrar sin el permiso de Felix. Es decir, era su habitación, su espacio, su privacidad. A lo que Cen respondió abriendo la puerta de la habitación de par en par y entrando con determinación.
- ¡Cen! - susurró ChangBin al verla entrar en la habitación y encender la luz.
- No sé por qué susurras. No hay nadie en la casa. - le recordó Cen invitándolo a pasar. - Entra de una vez. - pidió con un movimiento de cabeza y una sonrisa traviesa. ChangBin obedeció entrando en puntillas de pie.
Las paredes estaban cubiertas de un blanco crema, cubierta con poster y artísticos dibujos en pinceladas de negro. Si bien ya había entrado a la habitación de Felix, esta vez veía las cosas de manera distinta, con más detalle y precisión.
La cama estaba en el costado de la habitación, con las mantas del mismo color que el de las paredes, un pequeño escritorio se encontraba en un extremo de la habitación con un cuaderno sobre el mismo. ChangBin se dirigió allí sin siquiera pensarlo, como siendo empujado por una fuerza invisible. Observó cada pequeño detalle a su alrededor en el camino.
Un cuaderno simple, de color negro, anillado y decorado con puntos de pinceladas blancas y una etiqueta con la frase "Compositor book". ChangBin miró a Cen en busca de su aprobación y esta asintió llevándolo de la mano a sentarse en la cama.
- ¿Qué es? - preguntó Cen ansiosa sentándose y cruzando las piernas como un indio.
- Creo que es un libro de composiciones o algo así. - al abrirlo ChangBin se encontró con dibujos hechos en los márgenes, palabras en coreano, borrones, letras de canciones y frases aisladas...- creo que es su cuaderno de cuándo comenzó a estudiar el coreano. Pero lo usa para todo.- informó soltando una pequeña risa y pasando las páginas. Más dibujos, más palabras, frases...hasta que se encontró con un dibujo particular, un dibujo de él en blanco y negro, hecho a lápiz. El corazón comenzó a acelerarse en su pecho.
¿Era un dibujo de él exactamente? ChangBin vió los pequeños detalles, la forma, el cabello, los ojos...Si, era él.
- Eres tú - dijo Cen señalando el dibujo, confirmándolo. En el dibujo, se encontraba sentado en los bancos de la barra del bar, con ambas manos apoyadas sobre la misma sosteniendo su cabeza y formando una expresión adorable con el rostro ladeado. Un globo de diálogo salía de él con la frase "¿No lo harías por esta belleza? Hazlo por esta belleza." ChangBin sonrió recordando el momento. Fue cuando recién se habían conocido, pensó vergonzosamente. ¿Lo habría dibujado entonces?.