XXXIV

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Mis pantalones comenzaban a apretar un poco haciendo que me removiera incómodo en la silla.

Niall me miró y pudo adivinar el porqué de mi falta de tranquilidad comenzando a reír bajito.

Giré mi rostro hacia su lugar -que estaba a mi izquierda -y rodé los ojos, tratando de ignorarlo.

Mi atención volvió al frente, más específicamente a Louis. Estaba sentado leyendo algunas páginas del libro.

Dí un vistazo a mi alredor y noté que todos mantenían su atención en el libro.

Supuse que Louis había dado alguna instrucción referente a eso y abrí mi libro en alguna página, sólo para hacer tiempo, pues realmente no tenía ganas de leer.

Sentí una mano en mi nuca.

Giré mi rostro un poco encontrándome con Zayn, quien al parecer estaba conteniendo la risa.

¿Ahora qué?

Señalo con la cabeza hacia el lugar de nuestro rubio amigo.

Mi atención se dirigió hacia él y, al verlo, tuve que reprimir una larga risa.

Estaba totalmente rojo a consecuencia de que se estaba aguantando la risa.

¡Já!

Zayn hizo una cara digna de un oscar haciendo a Niall soltar una fuerte carcajada llamando la atención de todos.

Inmediatamente Louis alzó la vista en nuestra dirección.

Zayn y yo recuperamos la compostura haciendo recaer la atención en el rubio, quien aún reía.

Louis liberó una pequeña sonrisa, adornando su rostro y habló:

-Señor Horan, ¿Nos podría compartir la razón de su alegría?

Todos concentraron su atención en el mencionado.

Niall miró a Louis y trató de contener su alegría, fracasando en el intento.

Algunos chicos comenzaban a reír gracias a su contagiosa risa.

Después de algunos segundos por fin recobró la compostura.

-Perdón profesor. Me reía de... -me miró fugazmente -. Una estupidez que recordé. De verdad disculpeme.

-Está bien, Horan. Traté que no se repita.

Mi amigo asintió.

Poco después el timbre resonó por los pasillos escolares avisandonos que debíamos abandonar el salón por la culminación de la clase.

Comencé a guardar mis cosas al igual que el resto de mis compañeros.

Me levanté y acomode mi mochila para después caminar hacia la salida con mis amigos.
No sin antes dar una rápida mirada a Louis, quien guardaba sus cosas.

-Hay que hablar con el entrenador para que sepa que cuenta con nosotros para el partido final del semestre- explicó Zayn mientras atravesábamos el marco de la puerta.

Niall y yo asentimos.

-¿Van a estar en ese juego?-una voz femenina habló en el pasillo.

Nos detuvimos justo a un lado de la puerta viendo a quién había emitido la pregunta.

Harper Collins.

Porrista.

Alta, rubia, delgada pero con curvas, ojos grises y algunas veces un poco zorra.

-¿Por qué faltaríamos? -inquirió Zayn frunciendo el ceño-. Es el juego más importante.

-Pero suelen faltar mucho a las prácticas generales. Casi podría asegurar que no estarán en el final.

69 All day and all night <L.S.>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora