XVII

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El sonido de la alarma interrumpió mi delicioso sueño.

Me incorporé sentándome en la cama, froté mis ojos con el dorso de mis manos acostumbrándome a la luz.
Cuando iba a levantarme sentí una pequeña molestia en mi entrada.

¡Maldición!

Me levanté con cuidado y me dirigí a la ducha.

Al parecer, la vaselina y el ibuprofeno de ayer no habían sido de mucha ayuda, pues no habían quitado el dolor, solo lo habían amenorado.

Eso era justo lo que trataba de evitar. No quería ir a dar clases caminando raro.

Luego de tomar una ducha rápida comencé a vestirme: Unos jeans ajustados color negro, zapatos a juego y camisa de manga larga color azul.

Desayuné algo rápido y tomé otro ibuprofeno.

Salí del departamento con mi maletin en mano y tomé el ascensor bajando al estacionamiento. Dí unos pasos hacia mi Mustang, abrí la puerta y me monté en él.

Sólo quince minutos después había llegado a la escuela.

Estacioné mi coche, bajé de el y puse la alarma.

La escuela ya se comenzaba a concurrir de alumnos, avisandome que no faltaba mucho para que el primer toque de la campana se hiciera presente anunciando que las clases iniciaban.

Comencé con mi paso en dirección al aula AB.

Al parecer el medicamnto ya había hecho algo de efecto bloqueando el dolor y permitiéndome caminar de manera correcta.

Cuando la puerta estuvo delante de mi vacilé un poco para entrar.
Aspiré profundo y abrí la puerta.

—Buenos días, jóvenes— saludé entrando.

No puse atención en si me habían correspondido el saludo, pues algo estaba consumiendo mi total atención: Harry mantenía su descarada mirada sobre mí.

Lo miré fugazmente pero sólo se limitó a sonreír mostrando sus hoyuelos.

¡Este sería un largo día!

Caminé hacia el escritorio color chocolate y tomé asiento. Saqué de mi maletín las listas  y comencé a tomar asistencia.

Evadí mencionar a Harry; ya sabía que tenía asistencia y quería evitar cualquier situación embarazosa.

Acabé despues de unos segundos.

La clase transcurrió en calma, revisando algunas actividades que ciertos alumnos me debían entregar.

Cuando la revisión acabo era momento de escuchar los ensayos.

—Saquen sus ensayos, por favor—indiqué.

Un bullicio fugaz se hizo presente en el salón el cual ignoré por completo.

—Joven Horan, compartanos su ensayo por favor—lo señalé.

El chico asintió, se puso de pie y comenzó a leer.

Tal vez era mi jodida subconsciente jugandome una mala pasada, pero, escuchaba murmullos de parte de Harry, el cual estaba fuera de mi alcance visual ya que su lugar estaba detrás del rubio que leía.

—Joven Styles.

Horan detuvo su lectura mirándome, le hice una seña de espera con mi mano y se hizo a un lado librando mi campo visual haciendo aparecer a Harry.

—¿Si?—alzó las cejas mirándome.

—Guarde silencio, por favor— lo miré serio.

Asintió.

69 All day and all night <L.S.>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora