Duda.

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Me sorprendía la serenidad con la que me encontraba en este momento. A pesar de estar en la presencia de dos chicos, seguidores de los famosos sellos, me encontraba serena, plena, relajada.
Quizá por el hecho de que ellos no eran Jungkook, quizá por el hecho de que ellos no sacudían mi mundo de manera brusca y violenta, dejando todos mis pensamientos en blanco.
No, ellos transmitían confianza y diversión, por ello internamente se los agradecía demasiado.

Los tres nos encontrábamos en la cafetería que me dieron a escoger, por supuesto, escogí en la que Kakeru trabajaba, pero en esta ocasión nos encontrábamos en la primera planta.
Sentía la obligación a mi misma de no llevarlos a la segunda planta, por muy egoísta que suene, sentía que ese lugar es mío. Mi mundo, mi espacio.

Inhalé un poco antes de alzar la vista de mi café para encontrarme con sus miradas, aquellas que me inspeccionaban de manera natural. Frente a ellos se encontraban también dos tazas de café negro, que apenas y habían tocado.

Quise hablar, pero Hoseok lo hizo primero:
-Lamentamos haberte abordado así hace unos momentos, Neul-ssi...-se disculpó, arrugando un poco el gesto- Pero en verdad necesitamos hablar contigo.

Su acompañante asintió varias veces mientras tomaba un sorbo de su bebida.

-Seguramente ya tienes una idea del por qué todo esto.-El chico de sonrisa única hablo después, elevando un poco sus cejas en mi dirección.

Tenía razón.
Ellos quieren hablar sobre el castaño.
Asentí levemente mientras dejaba que mis manos envolvieran mi taza de café para proporcionarles calor.
De un momento a otro comencé a sentir tensión, ya que no tenía idea de cómo acabaría esta charla, no tenía ni una idea sobre nada aún y aquello seguía frustrándome.

Hice un ademán para decir:
-Sé de lo que quieren hablar, probablemente estén aquí en nombre de Jungkook.
Apreté un poco mis labios después de mis palabras, encogiéndome de hombros al ver sus gestos.

-No es eso. Pero sabemos con certeza que Jungkook no podrá llegar a ningún lado contigo mientras esté enojado.-Hoseok fue el que respondió esta vez, aún manteniendo un tono burlesco en su tono de voz para aminorar la tensión- Es por eso que nosotros vinimos a pedirte que vuelvas.

Sus palabras fueron pesadas y difíciles de procesar para mi, pues solo me quede mirándolos por unos largos segundos a sabiendas que ellos querían una respuesta de mi parte.
Me recargue en el respaldo de mi silla pensando rápidamente en las palabras adecuadas para decir.

-Yo...chicos, fui muy clara con lo que le dije a Jeon.-Dije, relamiendo y mordisqueando mis labios con nerviosismo- En verdad no puedo quedarme si no sé en lo que me estoy metiendo ¿entienden? Ustedes son muy simpáticos, las chicas también y todos me agradan mucho.-Añadí aceptando mis palabras y con su atención en mi.- Pero es por lógica que retroceda ante lo desconocido, por muy cobarde que suene.

De repente, me sentí demasiado indefensa por que estaba siendo muy sincera con mis palabras. Quería, de alguna manera hacer que ellos entendieran lo que el castaño no podía entender aún.
Traté de ponerle todo el peso de mi verdad en cómo me expresé. Por lo que noté en sus rostros, estaban de acuerdo conmigo ya que asintieron despacio.

-Nosotros entendemos y estás en todo tu derecho de preguntar muchas cosas, pequeña.-Taehyung me sonrió cálidamente mientras recargaba sus codos en la mesa- Es por ello también que estamos aquí.

-Puedes preguntarnos.
Hoseok concluyó mientras bebía de su taza, soltando un sonido placentero cuando probó de este.

¿Preguntar? ¿Ahora?
Las millones de preguntas que me había formulado desde que los siete chicos y sus sellos habían aparecido, se abrieron paso en mi mente para agobiarme por su cantidad.
Tragué saliva mientras carraspeaba mi garganta y me enderezaba en mi lugar.
Completamente dispuesta a aclarar mis dudas.

Under ;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora