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El museo estaba a unos pocos minutos de abrir, eran casi las nueve de la noche y los nervios de Coxon se sentían por todo el establecimiento. Las manos del jóven temblaban un poco y se acomodaba los lentes cada cinco segundos sólamente por ansiedad.

Estaba a un pelo de que la impotencia y el miedo le ganaran, ya que las voces en su cabeza buscaban tirarlo abajo con palabras como "no les gustará tu arte", "será un fracaso", y si no fuese por Damon, quien acababa de llegar, ya empezaría a creerse aquellas patrañas.

El rubio casi corrió en dirección al otro muchacho apenas sus ojos hicieron contacto con su figura, escuchándose así sus pasos por toda la tercera planta del museo. Los dos individuos se habían vestido elegantemente para la ocasión, lo raro en ésto, era que ese tipo de vestimenta no era el favorito del ninguno de los dos.

- En cualquier momento tiraré ésta corbata por la ventana, siento que me voy a ahogar.

Comentó Leslie al ver llegar a su mejor amigo. Éste sólo respondió con una risa, seguida un cariñoso abrazo. El de ojos avellanas correspondió a éste gesto de la misma forma que le fue dado, luego alejándose un poco de los brazos del de ojos azules para brindárle una palmada en el hombro.

- Pensé que tardarías en llegar, o que directamente no vendrías.

Albarn resopló poniendo los ojos en blanco, generando las risas de Graham, quien no había dejado de temblar por la inquietud. La mayoría de las pinturas que habían sido expuestas en aquella sala, tenían que ver con Damon. El resto, se trataban de paisajes o cosas que había visto en alguna instancia de su vida.No los consideraba trabajos impactantes, pero los profesores que lo ayudaron a elegir los cuadros para la muestra le dijeron que debían estar porque su belleza y detalle eran acallantes.

Y por supuesto, ahí se encontraba el primer cuadro que Leslie hizo sobre Damon, "les yeux bleu", hecho un veintitrés de marzo de mil novecientos ochenta y nueve. Desde el punto de vista del artista plástico, era la obra más bella del lugar. Quizá para otros no, pero para Graham esa creación tenía un significado muy grande.

Había soñado con los ojos del amor de su vida el día de su cumpleaños, a dos semanas de haberse intentado suicidar. No sabía si debía explicar así la obra a quienes asistieran a la muestra, o simplemente, decir que eran los ojos de aquella persona inspiradora.

- Alex me trajo, quien de hecho, está abajo. También trajo a Candida y Dave, pero me dejó adelantarme. - Las palabras de Damon lo llevaron de vuelta al museo, dejando de recordar la vez que le abrió por primera vez la puerta de su habitación al rubio- Vendrán Brett, Jus y los demás. Varias de las obras que vieron en la galería están aquí, pero aún así están muy ansiosos de observar todo.

El de cabellos negros soltó un profundo suspiro de alivio ante la declaración. Por lo menos personas conocidas e incluso, amigas, estarían allí para apoyarlo además del rubio. Éste observó como las manos de Leslie temblaban aún.

Sus nervios eran evidentes, pero no había visto las manos del mayor hacer aquello. Albarn las agarró y se las llevó las dos a los labios, donde allí las besó con cariño y procedió a sonreír al de lentes. Graham, mareado y de paso ruborizado por la inesperada acción, no dejaba de asombrarse de cómo era posible que su musa pudiese tranquilizarlo o alegrarlo de tal forma. Con sólo una mirada, un roce, una sonrisa o incluso sólo dos palabras.

- ¿Eso a qué se debe?

- Hablaremos de ello luego. -dijo en respuesta el de orbes azules, logrando que Graham se pusiera aún más nervioso.

Éste respiró ondo y dio una última mirada al lugar que lo rodeaba, asegurándose de que los cuadros estuviesen correctamente puestos al igual que el pequeño rectángulo blanco a su lado que indicaba la fecha en la que fue realizado y su autor.

Unos dos o tres minutos después, el ascensor del establecimiento se abrió en el piso en el que los dos amigos se encontraban. Leslie vio caras conocidas, algunas que veía todos los días en la Universidad y que le sonreían con aprobación, orgullosos del talento del muchacho y del lugar en el que ahora se encontraba gracias a ello.

Pero también veía rostros completamente desconocidos,que lo observaban altaneros, juzgándolo con los ojos y haciendo que el artista se estremeciera ligeramente. Ante ésto, su amigo no tardó en tomarle la mano y apretarla levemente por lo bajo para tranquilizarlo. Los músculos de Leslie se tensaron y volvió a respirar normalmente, yendo en dirección al publico junto al rubio para dar inicio a la exposición.

Ahí estaban las caras de Jarvis, Justine, Thom, Jonny y el resto de sus amigos, quién efectivamente se encontraban observando el talento de su amigo asombrados. De los demás podía decir lo mismo, pero sólo que éstos lo sabían disimular muy bien.

La noche transcurrió lenta y un tanto tortuosa para Leslie. Las preguntas sobre sus obras no habían tardado en aparecer, y muchas veces había tenido que observar de soslayo a Damon en busca de apoyo visual de su parte, el cual siempre obtenía.

Explicar cada creación le fue un tanto incómodo y mientras hablaba, o observaba al de ojos azules o al lienzo fijamente. Se tropezaba con sus propias palabras y a veces hasta decía algunas palabras de manera incorrecta.

Aún así, la muestra había sido muy buena y todos habían salido sumamente satisfechos. Vio al encargado de un museo de Londres hablar con sus profesores de arte sobre sus obras al finalizar la exposición, quiso saber a qué se debía esa conversación pero el hecho de que Damon lo esperaba al otro lado de la sala lo impidió.

- ¡estuviste asombroso! -le dijo el rubio con entusiasmo, abrazándole por los hombros. A Leslie se le aceleraron notablemente los latidos del corazón.- además de que todos estaban boquiabiertos por tu talento, tu manera de presentar tu trabajo fue irrepetible. Llegarás muy lejos, Gra.

El anteriormente mencionado se encogió de hombros observando el suelo, mientras esbozaba una vergonzosa sonrisa.

- ¿Me harías el honor de permitirme llevarte conmigo, entonces? Quiero seguir pintandote hasta que me dé artritis. Incluso cuando eso pase, quiero seguir contigo.

Su amigo se había sonrojado como cada que le decía algo parecido a lo de salir de sus labios, en respuesta, tibuteó tímidamente. Sabían muy bien los dos que eso no había sido dicho en un aspecto amistoso.

- por supuesto que sí, gra. - casi tartamudeó- Abajo están los chicos esperándonos, quieren llevarte a celebrar por lo bien que te fue.

El de cabello negro asintió torpemente aceptando la invitación del menor. La sala estaba vacía, observó ésta por última vez antes de que dieran las once de la noche. Mañana a la mañana tendría que venir a buscar sus obras para después intentar negociar con los encargados del establecimiento para poder exponerlas al público durante unas cuantas semanas, y por supuesto, Damon estaría a su lado.

Le molestaba llamarlo amigo. Los dos chicos sabían que su relación traspasaba los límites de la amistad, los besos en las comisuras de los labios, en la frente, las pinturas y las canciones eran la prueba de ello. Pero ninguno de los dos se sentía preparado para decir aquellas dos palabras tan importantes y de significado tan grande.

El de mirada azul agarró la pálida y lastimada mano del artista para así llevarlo hasta la salida del lugar y encontrarse con sus amigos, quienes lo llevaron a festejar a la casa de Jarvis por la gran carrera como artista que le esperaba a Leslie. Y pensar que hacía meses estaba encerrado en una habitación de hotel, sin futuro ni propósitos a la vista.

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TardE MUCHO EN ACRUALIZAR PERDLN
BJENO
ESPERO QUE LO HAYAN DISFRUTSDO
ESTE
LOS TQM MUCJO
ESYAMOS CERCA DEL FINAL
PERO BUENO
BUENO EN REALIDAD FALTA BASTANTE
CALCULEN CINCO XAPITULOS
BUENO
MAS DE DOSCIENTAS LEIDAS ME ESTAN JODIENDO VOY A LLORAAAAAAAAAR
CHAU
GRACIAS
LOS TQM
BAI

the masterplan - gramonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora