the masterplan - gramon

;;louvre

Ésta vez las voces que discutían y peleaban a los gritos al mismo tiempo sin escucharse las unas a las otras, no estaban sólo en la mente de Leslie, si no, ahora eran reales. Nadie quería oír opinión que no fuese la suya en aquella aula de arte, donde todos se gritaban a todos desde que el profesor de técnicas de arte había abandonado la sala.

— ¡SI VA ÉL TENEMOS QUE IR TODOS, ES INJUSTO!

—¿¡NO PUEDES SOLIDARIZARTE UN POCO POR UN COMPAÑERO VERDADERAMENTE TALENTOSO Y CALLARTE? —Se enojó Bernard.

—turn me into phantoms—susurró Thom, observando a su amigo preparándose para gritar.

— ¡CÁLLENSEEEEEEEEEEED! —vociferó Ed, incluso siguiéndole la broma al rubio.

— yo voto porque vayamos en las maletas. —murmuró Jarvis desde su banco.

Lo que acababa de pasar era simple. El profesor había anunciado que Graham Leslie Coxon sería el anfitrión de aquella codiciada exposición en el museo de Louvre en Francia, en representación suya y en la del resto de sus compañeros de curso.

Sus amigos habían estado de acuerdo e incluso orgullosos por el chico de anteojos, pero el resto de sus compañeros lo consideraban un poco injusto.

En realidad, el tema era otro. Leslie debía elegir un acompañante que pudiese ayudarlo en la selección de cuadros y en la organización del hecho tan importante, y todos en el curso ya sabían muy bien que la persona elegida era de antemano ese jóven de cabellos rubios y ojos azules al que el artista llamaba todos los días "amor mío".

Y para el sesenta por ciento del aula eso era una injusticia, ya que Albarn nisiquiera pertenecía a la carrera. Y también porque creían que ellos eran quienes debían presentar sus obras.

Mientras todo ese circo de gritos, llantos, lamentos y bromas de parte de Ed y Thom sucedían en ese salón, Leslie observaba sus zapatos aún un poco mojados del día anterior, encojido de hombros, totalmente cohibido y sin querer saber nada del tema. Se sentía bastante culpable del enojo de todos sus compañeros.

La única que intentaba asegurarle que no tenía la culpa era Candida, que le daba palmaditas  en el hombro y le decía que no era su culpa que los demás fueran tan estúpidos y no respetaran su talento.

Él ahora mismo sólo quería salir corriendo en dirección al aula de teoría musical y esconderse en los brazos de su amado, explicarle todo y que éste lo calmase poco a poco. Sentía que su mente iba a explotar en cualquier momento.

_.
Tomé una decisión re piola
Van a ser
Capítulos así de cortos
Pero actualizo dos veces todos los días
O así
Voy a intentar
PAM
TOMA
DATASO

LOS TQM MUCHISIMO

AGUANTE RADIOHEAD EN VIVO

AGUANTEN USTEDES

AGUANTE SHONI

LOS TQM BAI