Vinsmoke Sanji.

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Reino de Germa.

Sanji volvió a ver aquella mujer mientras entraba en una de las estancias del castillo de Germa sin darse cuenta de que él estaba allí, sentado en un sillón de cuero rojo. Los días que llevaba allí habrían sido un suplicio de no ser por la aparición de (...) y su hermana Reiju. En ese momento (...) estaba de espalda a él mientras se quitaba una bata y quedaba sólo en ropa interior, el simple hecho de que él estuviese sólo con los pantalones desabrochados, sin camisa y a falta de compañía femenina no ayudaba nada. Mucho menos recordar su encuentro sexual unos días atrás, desde entonces ella le evitaba y por fin Sanji tenía un oportunidad para aclarar sus sentimientos.

―P-perdón, no pensé que siguiera alguien aquí dentro ―murmuró la chica al notar la presencia del rubio.

Rápidamente se tapó los pechos mientras Sanji la veía detenidamente.

Maldición, ¿porqué era tan despistada?

―Me retiro.

Antes de que (...) escapara Sanji corrió hacia la puerta y puso una mano para impedir que la chica la abriera. (...) forcejeó de nuevo, inútilmente. Parecía atascada, miró hacia arriba y vio la mano de Sanji contra la maldita puerta.

Se volteó y se dio de bruces con el pecho desnudo de Sanji. Olía a comida marina y cigarrillos. Un olor muy familiar para ella.

―Déjame salir, no creo que a Judge le guste saber que me... que hicimos ―(...) no sabía como salir de aquella encerrona.

―¿Crees que su opinión me importa lo más mínimo? ―Ella sabía que no le importaba una mierda, pero (...) ya se sentía demasiado culpable al meterse con uno de los hijos de Judge.

―¿Qué pasa? ―preguntó ella, sintiéndose nerviosa por su cercanía. Cuando se metió con él la primera vez Sanji lo creyó tan irreal que terminó actuando de manera estúpida, cosa que (...) interpretó de mala manera―. Ya entendí que no soy tu Nami-swan, así que hemos terminado.

―¡Y una mierda hemos terminado!

(...) ni siquiera se inmutó por sus palabras groseras. Era claro que se esforzaba por encontrar las palabras adecuadas para no asustarla con su actitud tan violenta de repente. Sin embargo (...) no entendía el porqué, ella no le interesaba. Estaba demasiado enamorado de esa mujer llamada Nami, pero también le hizo feliz cuando al verla por primera vez gritó exclamando «Mellorine».

―Me estoy esforzando por se paciente contigo, respeto a las mujeres pero no puedo evitar ponerme como un cavernícola cada vez que algún hombre se te acerca.

―¿Ah, sí?

―(...), nunca he experimentado algo como esto ―contestó sincero, puso las manos sobre la superficie de la puerta. Una a cada lado de la cabeza de (...), envolviéndola con su cuerpo―. Creí conocerlo, pero cuando te tuve entre mis brazos y después te dejé marchar supe que no sabía nada.

A ella esas palabras le tocaron el corazón, pero recordó que su Sanji estaba allí porque estaba prometido con alguien más. Igual que ella.

―Sanji, fue sólo sexo ―(...) trató de cortar esa relación imposible―. Maravilloso, sí, pero esto no puede ser.

―No digas eso. Sé que he metido la pata y no puedo cambiar lo que ocurrió, pero estoy seguro que estás hecha para mí. ―(...) le vio la cara rígida por la frustración por sus constantes negativas―. Hazlo por nosotros, por mí.

(...) no podía ni pensar, con Sanji sobre ella con toda su altura. Con ese cuerpo de complexión delgada pero musculosa, ese pelo rubio tapando uno de sus ojos y sus graciosas cejas rizadas. (...) le puso las manos sobre el pecho desnudo al notar que se acercaba con toda la intención de besarla.

One Piece x Lectora (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora