El final forma parte del viaje.

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Ya sé que no he subido nada en mucho tiempo y lo siento mucho, he tenido crisis existenciales y mucho que hacer en la universidad.
Aquí la primera parte de este one shot. Espero les guste. Gracias por leerme, bendiciones y amor par todos. 💋

—¿Es esto realmente lo que quieres?—Preguntó Júpiter por última vez.
—Es lo que acordamos.—Respondió Thomas con un atisbo de duda.
—Esa no fue mi pregunta.
—Es lo mejor para nosotros; no quiero ni quieres que esto se vuelva una rutina sin fin y sin amor...
—Eso es lo que siempre respondes...
—Lo siento, sé que creías que iba a cambiar de opinión y que nos casaríamos y tendríamos hijos pero esa no es mi vida y al parecer la tuya tampoco.
—Esa es mi vida a decir verdad; quiero una familia e hijos...
—Tu vida podría ser triunfar como escritora teniendo un bestseller o editora en la mejor editorial de Italia.
—Eso mismo puedo hacer aún teniendo esposo e hijos.
—Pero no con la misma dedicación a ambas cosas.
—De cualquier forma; no entiendo porque seguir discutiendo esto; es nuestro último fin de semana juntos; hay que aprovecharlo.
—Siempre hay tanta razón en tus labios; sin duda voy a extrañarlos...
—Lo sé mi amor, yo también voy a extrañar los tuyos.—Susurró sobre los labios de su adverso antes de unirlos por completo mientras se sentaba sobre su regazo y colocaba los brazos detrás de su cabeza jugando con su cabello como normalmente lo hacía.

Al despertar se miraron a los ojos y sonrieron; él tomó las manos de la pelirroja entre las suyas y las beso con cariño.
—El final forma parte del viaje.—Habló ella en un tono bajo.  
—El final forma parte del viaje.—Repitió él y la besó en los labios.

—¿Pizza para desayunar?
—Nunca es mal momento para comer pizza.
—Ese es nuestro lema para los cigarrillos.
—Ya lo sé mi amor pero aplica también para la pizza en mi caso.
—Entonces vamos a pedir la pizza.
—Mientras esperamos hay que tomar un baño para no perder tiempo y salir a con el tatuador rápido.
—Lo que ordene mi reina.—Ella sonrió ante su comentario y lo besó cortarmente en los labios antes de dirigirse al baño.
Cuando él entró la vio en la tina, la música estaba a un volumen bajo, las velas estaban encendidas emanando un dulce aroma a vainilla y café. Ella adoraba los pequeños detalles, siempre hacía de algo tan simple una situación bastante especial.
—¿Realmente tenemos que salir de aquí en algún momento?
—Yo te dije que la cita la hiciéramos mañana lo más tarde para ser lo último por hacer pero quisiste que fuese hoy.—Respondió mientras se encogía de hombros.
—Bien, mi culpa.—Comenzó a desvestirse mientras ella lo miraba  sonriendo; se introdujo en la tina junto a ella; sirvió las dos copas de vino y entre risas, besos y caricias aprovecharon el tiempo en la bañera. La pizza llegó y Thomas la recibió en bata; Júpiter se encontraba en la sala de la misma forma esperando con la botella de vino. Al terminar la comida/desayuno, se vistieron y salieron directo al estudio.

"For Him" de Troye Sivan sonaba en la radio.
—¿Recuerdas cuando me dedicaste está canción?—La sonrisa de Tom reflejaba lo mucho que atesoraba aquel recuerdo.
—También recuerdo las que me dedicaste.—Mientras él manejaba ella le tomo la mano y le acarició el dorso.
—Tiempos de oro.
—Exactamente mi vida.—Ambos comenzaron a cantar; en cierto punto el nudo en la garganta les hizo parar el canto; ella se distrajo en el paisaje de los alrededores y él se concentró en el camino, sin mirarse pero sin soltarse las manos.

Al llegar al estudio ella bajó dando saltos; antes de entrar se tomaron una foto señalando el estudio y sonriendo lo más que podían. El tatuador, Logan, les recibió alegremente junto a su mejor amigo Nicholas.
—¿Están listos?—Cuestionó cuando ambos tenían el boceto en la piel.
—Más que listos.—Respondió Júpiter emocionada.
—Espera, ¿Puedes tomarnos una foto?
—Por supuesto.—Júpiter se sorprendió ante la petición de su novio puesto que él las odiaba; aún así se mantuvo callada y sonrió para la foto.
Un rato después ambos tatuajes estaban listos, tomaron un par de fotografías más y salieron del lugar.
—No podemos beber hoy.—Mencionó Thomas.
—Ni fumar.—Recordó Júpiter.
—¿Vamos por más vino y una caja de cigarrillos?
—Me apunto.—Se tomaron de la mano y riendo subieron a la camioneta para dirigirse al centro comercial más cercano.
Al llegar al hotel colocaron música para bailar; él la tomó de la cintura y la acercó a él mientras se movía suavemente de un lado a otro. Ella correspondió a él tomándolo del cuello y siguiéndole el ritmo.
—Recuerdo cuando no sabías bailar.
—Me obligaste a aprender.
—Obligar, persuadir, es lo mismo.
—En lo absoluto Holland.
—No me hagas quedar como el malo Van Gogh.
—Jamás lo fuiste ni lo serías aunque lo intentases.
—Oh mi Girasolito, siempre fuiste tan maravillosa, realmente no sé que hice para merecer a una mujer tan perfecta en mi vida...
—El hombre perfecto se merece a la mujer perfecta.—Ambos comenzaron a reír y se besaron dulcemente.
Después de bailar, beber y fumar un largo rato decidieron ir a la cama Thomas se quedó unos momentos en la sala.
Cuando él entró a la habitación ella se encontraba boca arriba con un brazo sobre los ojos y la otra mano colgando en la orilla de la cama.
Cerró la puerta y se acercó a la cama; la observó un momento y se preguntó si algún día realmente iba a lograr superarla. Sabía la respuesta y sabía que aún podía dar vuelta atrás pero por alguna razón no podía aceptar el compromiso. Acarició sus piernas y las abrió lentamente, ella sonrió divertida y se destapó los ojos.
—Hola bonito.
—Hace años que no me decías así.
—Lo sé pero me nació hacerlo de nuevo.
—Claro que sí.—Se colocó sobre ella y la besó en los labios, bajó por su mandíbula y mordió levemente. Al bajar al cuello succionó fuerte provocando una risa repentina en ella.—Ya sé que no te gustan las marcas pero no podía evitarlo.
—Claaaaro.—Negó con la cabeza aún sonriendo.—Hoy tienes permiso.
—No debiste decir eso.—Ambos rieron ante ese comentario antes de besarse profundamente.

Al despertar ella se encontraba sola en la cama, escuchó música en la sala de estar. Tomó la sudadera de Tom y salió a paso lento de la habitación, se encontró con sus maletas hechas, el desayuno en la mesa y al lado una caja y una carta. Se acercó lentamente sintiendo de repente las piernas temblar. Tomó la carta entre sus manos y rompió el sobre sin cuidado.

"Preciosa, sé que acordamos regresar juntos y despedirnos correctamente pero no puedo hacerlo, si llevamos a cabo el plan no podré dejarte, me está costando horriblemente el huir y dejarte aquí pero creo que es la mejor opción. No podemos seguir juntos aún cuando te ame como lo hago, tan desproporcionadamente que da miedo.

Recuerda que eres mi vida, dejo una parte de mí en ti y me llevaré una parte tuya, siempre te voy a encontrar en los cigarrillos y el café. Cuando vea un hermoso atardecer ahí te veré también o al probar cualquier cosa que contenga chocolate.
Al escuchar música rara o alguna melodía interpretada en el violín.

Te llevo en el alma, te llevo conmigo, por favor perdóname por ser tan cobarde. Perdón por no ser quien necesitas.

Perdón por no amarte como te mereces.

PD: El final forma parte del viaje."

Dejó la carta sobre la mesa y respiró profundamente, intento en vano contener el llanto. Las lágrimas se hicieron presente; con manos temblorosas abrió la caja encontrándose con un dije y un álbum fotográfico. Negó mientras tomaba el dije en forma de girasol. Lo colocó en su corazón y ahí entre el llanto un rato permaneció.

Cuando se encontraba más tranquila tomó el álbum encontrándose con fotos que ella ya había olvidado, todas tenían algunas palabras escritas debajo recordado alguna anécdota de la universidad o haciendo un comentario divertido. Sin siquiera tomar el desayuno encendió un cigarrillo y comenzó a guardar las pocas cosas que quedaban en la habitación. Se vistió con unos jeans negros y sus converse de Spiderman, se colocó el dije y tomó las llaves de la camioneta y de la habitación, en recepción dejó la llave y aunque le ofrecieron ayuda ella misma llevó las maletas al vehículo. La motocicleta ya no se encontraba en la parte de atrás, subió las maletas y se dispuso a conducir. Encendió la radio y comenzó su camino regreso a casa.

Al entrar a su departamento se encontró con Dylan; su mejor amigo quien al verla en ese estado corrió a tomarla entre sus brazos.

—Lo siento tanto Jup.
—Está bien, sabíamos que esto iba a ocurrir.—Susurró entre sollozos mientras Dylan acariciaba su espalda.
—Tenías la esperanza de regresar y casarte con él...
—Pues ya se acabaron la esperanzas.—Lo dijo más para convencerse a sí misma antes que a nadie más.

La noche pasó entre lágrimas, tequila y varias cajetillas de cigarrillos, música deprimente y un chico que daría cualquier cosa por qué el dolor terminará y la sonrisa a su rostro regresara.

Los años pasaron y aunque ambos seguían enamorados el uno del otro jamás se buscaron pues creían que eso era lo mejor para ambos.

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Peter Parker One Shots. [En Edición]°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora