Cine.

952 43 0
                                    

—¿Por qué no quieres ir al cine?
—Porque soy muy odiosa en ese aspecto.
—No lo creo, Lev.
—Lo juro, de verdad te sorprendería lo difícil que soy cuando de cine se trata y no me refiero a que tenga buen gusto.
—Si lo tienes.
—A parte de ti no mucho.
—¡Vamos!
—No, mejor vamos a comer algo y hablamos.
—Soy muy complicado para ir a comer.
—Toooom, no te atrevas a usar mis propios hechizos en mi contra.
—Voy a ceder esta vez, vamos a comer.

Después de otra pequeña plática/discusión por ver a dónde irían, terminaron eligiendo la cafetería que siempre frecuentaba Lev.
Ella lo apresuraba entre bromas mientras lo tomaba de la mano haciéndolo reír.

Pidieron un par de hamburguesas y papas fritas.
Lev hablaba acerca de su nuevo proyecto y de lo cerca que estaba su presentación de ballet, al mencionarle aquello rebuscó en su bolso y sacó un boleto de color rosa.

—Ten, dijiste que irías a verme, así que estás oficialmente invitado.

Tom sonrió y lo guardó en su cartera prometiéndole que no se lo perdería.

Lev se quedaba admirando el rostro de su contrario mientras comía papas fritas.

—Si me sigues viendo así te vas a ahogar, pon atención en lo que haces.
—Shhh, te ves precioso.
—Siempre me dices eso.
—Siempre te ves precioso, es tu culpa.
—Claro que no es mi culpa.
—Debería ser un delito ser así de divino.
—Eres tan dulce, mi Lev.
—Me encanta que me digas así.
—Me encanta que te encante.

Ambos rieron y siguieron la amena plática un poco más después de terminar la comida, Lev pidió un frape para llevar.

—¿Con este frío?
—Me estoy aclimatando.
—Te vas a enfermar.
—Nunca me enfermo por esto, deja de regañarme, te ves más guapo cuando te pones serio y no respondo.

Tom hizo caso omiso a su comentario y siguió regañandola cuando salieron del establecimiento, ella seguía alegando que no pasaba nada mientras daba sorbos a su frape.

—Te voy a callar a besos si sigues, Holland.
—Lev, es que en serio te vas a enfermar.

Lev solamente sonrió y se acercó a él para besarle suavemente.

—¿Vas a seguir con tu regaño? Puedo besarte todo el día.
—Tal vez no siga con el regaño, pero sí podría besarte nuevamente, aunque tus besos estén fríos.
—Te vas a enfermar.

Ambos sonrieron y Tom se acercó a besarla, siendo correspondido de forma inmediata.

Peter Parker One Shots. [En Edición]°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora