Peter Parker One Shots. [En Edición]°

War and love 2.

De camino a casa me detuve a comprar un libro y tomar un café. Habían transcurrido ya seis meses desde el incidente con el titán loco que se robó mi felicidad. Caminaba a la cafetería mientras en mi reproductor sonaba "The night we met". Coloqué mis cosas en el lugar habitual y pedí un capuccino mientras abría el empaque del libro. Orgullo y prejuicio de Jane Austen era el elegido de esta semana. El capuccino llegó unos minutos después. La lectura era bastante buena, estaba disfrutando de ella cuando alguien tocó mi hombro. Al voltear me encontré con Steve.

—¿Qué necesitas Rogers?
—Hablar contigo.
—Yo no lo necesito.
—Por favor, yo sé que sigues molesta y lo siento de verdad pero no vas a resolver nada de esta manera.
—Tony lo dijo, soy una chiquilla inmadura que no sabe hacer otra cosa que no sea llorar.
—Él sólo estaba estresado, se sentía mal y muy molesto.
—Yo sólo quería recuperar a Peter...—Mi tono cambió drásticamente de uno molesto a uno triste. Él me tomó de la mano y me miró a los ojos.
—Vamos a recuperarlo.
—No, él ya no está y no puedo hacer nada al respecto, jamás podré verlo de nuevo.
—Tal vez hay una forma pero necesitamos toda la ayuda posible.
—Pues espero que la consigan porque yo no pienso involucrarme en esto.— Dejé el dinero sobre la mesa y tomé mis cosas.— No me busquen, no voy a regresar a ese lugar, no puedo.— Me di la vuelta y salí con rapidez de la cafetería.
Al llegar a casa corrí a mi habitación y me tiré en la cama. Un rato después mi mamá entró y me miró.
—Te buscan amor.
—Diles que me morí.
—Cariño, sé que aun estás afectada por Peter pero tienes que seguir.
—Lo estoy haciendo mamá.
—A él le hubiese gustado que tú siguieras salvando al mundo.— La miré sorprendida y sonrió.— Siempre lo supe y siempre he estado preocupada pero entiendo que ese era y es tu deber.— La abracé y besé su mejilla.
—Perdón, creí que ibas a prohibirme seguir haciéndolo.
—Lo pensé pero de una forma u otra ibas a seguir así que no era una opción, le diré que suba.— Se levantó y salió de la habitación. En cuestión de minutos Loki se encontraba en mi recamara.
—A ti es a quien menos esperaba ver.
—Lo sé.
—Thor cree que estás muerto.
—Eso también lo sé, he estado ideando un plan para ayudarlos.
—¿Has tenido suerte?
—Sí, la clave de todo está justo frente a mí.
—¿De qué hablas?
—¿Sabes quién es tu padre biológico?
—No lo conozco, sólo sé que dejó a mi madre por razones muy fuertes, después se encontró con William y él se convirtió en mi padre.
—Bien, eres hija de Thor.
—¿Qué?
—Lo que dije.
—¿Eso qué quiere decir?
—Que eres algo así como una semidiosa, tienes la fuerza que necesitamos para derrotar al titán.
—Estas loco.
—Algo pero esto es real.
—¿Y cuál es tu plan?
—Ir en busca de él, quitarle las gemas y destruirlas.
—¿Sabes dónde está?
—Sí, ahora ve y convence a tus amigos los vengadores.
—Thor necesita verte.
—Iremos ahora mismo a verlo.
—¿Desde cuándo sabes que soy su hija?
—Acabo de saberlo.— Se encogió de hombros.

****

Thor abrazó a Loki después de gritarle que era el peor hermano del mundo. Todos escucharon el plan y la nueva información de Loki. Thor me miró asombrado en cuanto escuchó que yo era su hija, a decir verdad todos lo hacían y yo simplemente ignoré a todo el mundo.

—¿Y por qué no lo intenta Thor?— Cuestionó Steve.
—Porque Thanos no sabe lo que es Andrómeda, así que va a confiarse.
—Con razón logró detener su ataque unos momentos más que Wanda.— Banner habló.— Pero eso no explica tus poderes arácnidos.
—Yo estuve de curiosa el mismo día que Peter en Oscorp, sólo que no nos vimos ese día, me picó la araña y sorpresa mi ADN era compatible.
—Me parece lógico.— Dijo no muy convencido.
—Entonces está hecho.— Confirmó Loki.
—Vamos por ese maldito.— Completó Thor.

Rocket logró arreglar la nave en la que habían llegado Tony y Nebula, al subir Tony se acercó a mí.
—De verdad siento la forma en la que te traté.
—Lo sé.
—Es sólo que me sentía y me siento culpable por lo que le ocurrió.
—No fue culpa tuya, incluso si él se hubiese quedado en el autobús hubiera desaparecido...
—De verdad lo siento.— Me abrazó.
—Olvidalo, todo va a estar bien, lo vengaremos.
—Tengo un regalo para ti.—Sacó un traje de una maleta y me lo extendió.
—Es como el de Peter.
—Exactamente.— Sonreí y lo abracé.
—Muchas gracias Tony.