Capítulo XVIII. La Héroe de la espada

463 50 8
                                    

Perspectiva de Sisai.

Me encuentro tirado entre mis compañeros de clase que están heridos, el cansancio me absorbió y puedo ver lo mismo de parte de Jared y Richard, pero esto no es un tiempo fuera, tal vez ese demonio no este del todo de nuestra parte.

-Jared- dije- tenemos que evacuar a todos los heridos, si los dejamos corremos el riesgo del fuego cruzado-.

-¡Lo se!- respondio- pero el inconveniente es que somos tres para más de 30 heridos, no podremos hacerlo a tiempo, ya no tengo mana y Richard está atendiendo a los más graves-.

Esta situación no es buena, tenemos que pensar en algo.

-Toma a los más graves, todavía tengo mana, creare una barrera para que puedan irse y proteger a los que están todavía aquí -propuse cuando tuve la idea de traer a los de primer grado- ¡pero dense prisa y traigan apoyo, algunos de primer grado que vengan servirá para sacar a todos de aqui-.

- Buena idea- respondio Jared antes de cargar a dos estudiantes- Richard ya sabes que hacer, llevate a esos cuatro, Sisai por favor-.

En ese momento cree la barrera más fuerte que pude con el mana que me quedaba y les hice el camino.

-Espero que se den prisa- dije a mis adentros mientras seguía manteniendo el escudo- la presión mágica que ejercen es muy fuerte-.

Mientras tanto desde la batalla entre demonios.

Ambos no daban oportunidad de golpe al otro, las espadas estaban parejas y ninguno retrocedía, la batalla era apenas visible, se escuchaban los estocadas y golpes entre las espadas mostrando gran técnica en ella por ambas partes.

-Veo que no eres tan malo chico - dijo el demonio (Reese) mientras se separaba un poco de Franco- pero tienes tanta suerte de que este cuerpo no sea totalmente mio-.

-Tu maldito intento de demonio- dijo franco volteando a ver al demonio de armadura completa- muestras tal orgullo cuando se nota que estas por alcanzar tu limite-.

-Veamos quien es en verdad el que lo muestra- dice el demonio mientras dirigia su espada al corazon de Franco-.

El combate había alcanzado su punto más fuerte entre los demonios, la batalla intensificaba su ritmo.

Franco se protegía y atacaba pero está vez decidió usar magia de hielo y congeló partes de la armadura del demonio que le impidió moverse y no reaccionó al siguiente ataque con tiempo; el ataque de Franco se dirigió hacía la armadura, provocando un golpe seco que saco volando al demonio hacia el suelo causando un cráter donde cayo; y a la vez destrozando las partes de los brazos, piernas y pecho de la armadura, dejando sólo rastros de ella.

-Debo admitir que reaccionaste bien para ser mujer- dijo Franco mirandola hacia abajo cuando se dio cuenta de su sexo- ahorita ya no estarías viva-.

-Estoy consciente que estoy oxidado- dijo el demonio aun con el casco puesto- si no hubiese sido porque logre descongelarme esto se hubiese tornado mal y una cosa mas, no subestimes a las mujeres- cuando termino de hablar se paró sobre el cráter y volvió a regenerar la armadura-.

-Me impresiona tu alta compatibilidad con esa magia- dijo Franco- pero no puedo dejarte con vida-.

- No necesito misericordia de mocosos- dijo el demonio tomando su espada de nuevo con las dos manos, desapareció de la vista de Franco-.

¡Te arrancare el corazón con mis propias manos!- grito Franco mientras giraba su cabeza en todas direcciones.

-Veamoslo -Franco se estremeció al escuchar está palabra en su oido y se volteo sólo para recibir un corte profundo que atravesó su pecho-.

Héroe o DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora