PRÓLOGO

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       Y al abrir la puerta la vi. Tan linda como siempre. Con esa sonrisa que me encantaba, con esa mirada de una niña inocente, con su cabello ondulado que una parte caía por sus pequeños hombros y el resto por su fina espalda. Era perfecta. Demasiado. Ella era mucho para mí.

       Si la hubiera conocido de otra forma, sería muy diferente nuestro cariño. El amor que le tengo es demasiado. Quizá si no hubiese sido el malo del cuento, ella me hubiese amado como yo la amé a ella. Pero no es así. Tuve que haber sido yo el que la trajera a este lugar tan horrendo, donde su inocencia no sería la misma.

Solo yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora