CAPÍTULO 8

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-Eres libre, Dalia

-No, quiero quedarme contigo.- me abrazó -Por favor.-

-Baja. Hazlo ahora.

Se quedó pensando, pero lo hizo. Estaba en su casa, como al inicio de todo el caos.

Perdóname Dalia.
Perdóname por todo.
Nunca debía haberte metido en mis problemas.
Te amo, como nunca lo he hecho.
Sé que me amas, nos amamos, pero esto no puede suceder.
Me voy, sabiendo que no solo yo te amé.

Puse mi auto en marcha, dejando ahí mismo mis sentimientos.

Ella estaba mejor sin mí.
Sería más feliz.

Solo yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora